Capítulo 2

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   Tanto Ben como Gwen estaban desesperados. Llevaban varias horas sin comer, y no sabían a donde ir. Pese a la incistencia de su primo, Gwen se negó en redonda a robar algo para comer, alegando que su abuelo se sentiría decepcionado.
   Al final acabaron en un parque, sorprendiendose al ver una estatua que representaba a los dos héroes que habían visto. Sentándose en un banco, pensaron en que hacer, sin sospechar que alguien los observaba. Ladybug, desde una azotea, miraba a los jóvenes, no sabía quien era el niño, pero reconocía a la otra.
Pensando que quizá debería llevarla junto al Maestro Fu, y Tikki estuvo muy de acuerdo con ella, después de todo, la chica manejaba magia.
   Así que, asegurándose de que no hubiera nadie más, cosa sencilla ya que empezaba a anochecer, se acerco con un salto, sorprendiendo a ambos niños.
   - Disculpa, pero, ¿puedes venir conmigo?
   - ¿Para que?
   Ambos parecían nerviosos y listos para atacar, el niño llevaba su mano al reloj de su mano derecha, aunque más bien parecía un brazalete. Ladybug se arrodilló para estar a su altura, ya que era un poco más alta que ambos.
   - Porque he visto que haces magia, y hay un hombre que podría ayudaros.
   - ¿No será Hex?- dijo el chico, sorprendiendo a Ladybug.
   - ¿Quién?
   Podría hacerse la loca, eso lo sabían, pero su respuesta parecía muy real, y no creían que Hex pudiera aliarse con alguien de este mundo tan rápidamente.  
   Ambos se miraron y asisintieron, dispuestos a seguirla. Ladybug les pidió que se agarraran a ella, la chica en sus brazos, y el chico a su espalda. Una vez listos, y asegurándose de que no se caerían, empezó a saltar, de edificio en edificio. Una vez llegó a la azotea del Maestro, los chicos se tiraron al suelo un poco mareados. Con una sonrisa, Ladybug tocó la puerta de la azotea, rezando para que el Maestro estuviera despierto. Tras unos minutos, abrió la puerta, y se sorprendió al ver a Ladybug junto a dos niños. La chica le explicó la situación, por lo que el anciano los invito a entrar.
   Ben y Gwen, que así se llamaban y resultaban ser primos, miraban nerviosos la sala, pero se calmaron un poco al ver que el hombrecillo les daba galletas, que devoraron con devoción. Ladybug se había marchado, no sin que el Maestro Fu le asegurará de que estarían a salvo con él.
   - Y bien, como es que manejas magia.
   - Gracias a un libro de una bruja maligna, después de derrotarla, me quedé el libro- contestó Gwen tras terminar de tratar con las galletas.
   - Impresionante, sin guía y has dominado varios hechizos.
   Eso saco una sonrisa de Gwen, pero se le borro cuando Ben se empezó a reír.
   - Dominar el nivel del principiante no es impresionante.
   - Gracias a ese nivel tu los entiendes- replico su prima.
   - Por favor, lo impresionante es tener en tu muñeca el arma más poderosa del universo- dijo señalando al reloj. Eso llamó la atención del anciano.
   - Puedes explicarte joven.
   - Por supuesto- dijo Ben mirando con una sonrisa de triunfo a Gwen-. Se llama omnitrix, con el me puedo transformar en diversos alienigenas.
   Aunque le resultará difícil de creer, Fu lo hizo. Después de todo, Wayzz siempre le había dicho que antes de llegar a la Tierra había pasado por distintos planetas con vida inteligente. Pero ahora venía la pregunta importante.
   - ¿Y de dónde habéis venido?
   Esto dejo mudo a los niños, y tras mirarse, Gwen se decidió a hablar. El hombre les recordaba a su abuelo, y transmitía confianza, por lo que le explicaron lo que sabían. Tras reflexionar un momento, Fu les pidió que esperasen. Encerrándose en un cuarto, dejó salir a su Kwami, que parecía tan sorprendido como el.
   - ¿Tenías conocimiento de otros universos?
   - No- dijo la criaturita-, pero les creo, desprenden una energía un poco diferente, no tanto, pero lo suficiente. Y en cuanto a la chica, su magia es distinta a la de este mundo.
   Fu asintió. Medito durante unos momentos que hacer, esos niños no tenían a donde ir, por lo que decidió que se quedarian con el. Pensó en apuntarlos en el colegio de Ladybug, así podría vigilarlos mientras Fu buscaba un modo para ayudarles.
   Y con eso, tomó la decisión, con Gwen emocionada y Ben pensando que vivir en la calle a ir al colegio era mejor opción, después de todo, estaba de vacaciones.

Una semana después
   Fu, insistía en que lo llamasen así, acompaño a los niños a la escuela. Durante la semana anterior había conseguido convencer al director del colegio que eran sus nietos, y había comprado el material necesario y algo de ropa.
   Gwen vestía una camisa azul con unos vaqueros. Ben se decanto por su ropa habitual, después de lavarla, claro. Fu les advirtió que no usaran sus poderes en la escuela, cosa que no era necesaria, al menos en lo referente a Gwen.
   Ben estaba un poco enfadado. De todos los universos que podría haber y va a parar a uno donde es época escolar. Tras las tres primeras clases, que para colmo tuvo que soportar con su prima, llegó el ansiado recreo. Se alejo todo lo posible de su prima, y con las prisas, chocó con alguien.
   - Disculpa.
   - Ten más cuidado, ¿sabes quien soy yo?
   Ante Ben se encontraba una chica rubia, vestida con una chaqueta amarilla y gafas de sol en la cabeza. Estaba acompañada por otra chica con el pelo naranja y con gafas.
   - Ya dije que lo sentía.
   E ignorando a la chica, siguió caminando. Ahora tenía que soportar esto, si no fuera porque luego Gwen le regañaria sin parar, le daría una lección a la chica, que chillaba a sus espaldas indignada. Quizá un lapo de libelulo, o tal vez asustarla con feral (bestia). Pero no, tenía que aguantarse.

A varias calles de allí
   Los monstruos caminaban, asustando a la gente que los miraba con terror. Hacía una semana desde que habían llegado, y tardaron bastante en reunirse de nuevo. Había sido un error hacer caso a esa bruja. Lo mejor era, simplemente, alejarse de Ben y seguir su camino, robando muy lejos de el.
   En eso estaban cuando localizaron una joyería. Puede que no supieran francés, pero el aspecto de las joyas era inconfundible. Al fin algo digno para robar.

Prodigiosos 10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora