Prólogo

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   Se encontraban en la ciudad de Nueva York, el abuelo había decidido pasar allí unos días, reservando dos habitaciónes en uno de los muchos hoteles de la ciudad. Esta vez, Ben no provocó ningún desastre, la última vez que lo hizo los echaron del hotel y se creó un enemigo muy peligroso (además, no había ningún puesto de sumo slamer con el que lo tentaran).
   El abuelo había reservado una habitación para el y otra doble para sus nietos, rezando para que no hubiera ningún problema. En lo que esperaban a que el abuelo los avisara para ir a cenar al bufet (cosa que los niños agradecía por no tener que probar su "cocina experimental"), Ben se tumbo en la cama, mirando por la ventana que daba al gran parque situado en el corazón de la ciudad, Central Park. Allí, algo captó su atención, una luz brillante, que destacaba contra la oscuridad reinante de la noche, en mitad de los árboles. Cuando se acerco a la ventana, casi se desmaya de la impresión, ya que creyó ver a Kevin 11, su eterno rival, sobrevolando el parque y entrando en la zona iluminada.
   Viendo que su prima estaba concentrada en su libro de hechizos, abrió la ventana y se transformó usando su preciado reloj. Una luz verde iluminó la habitación, sobresaltando a Gwen. Donde antes estaba Ben, ahora se alzaba libelulo (insectoide), que se lanzaba por la ventana. Antes de que todo su cuerpo desapareciera, Gwen, con un grito, se agarró a la cola del alien, agarrando con su otra mano su libro de hechizos, chillando de miedo al encontrarse a varias plantas del suelo.
   - ¿Qué haces?- dijo Ben al percatarse de su polizón.
   - ¡¡Eso debería decirlo yo pedazo de idiota!!
   - He visto a Kevin, sino actuó ahora, quien sabe lo que hará.
   Y con eso, aceleró en dirección a la luz, cual polilla atraída a una trampa. Al aterrizar, Gwen se soltó, y antes de que pudiera desear la muerte de su primo, escucharon una voz conocida. Espiando a través de los arbustos, observaron a Hex en el centro de un pentagrama que giraba lentamente, rodeado por su sobrina Hechicera, Animo, los monstruos del circo de Zombozo y, para sorpresa de los niños, un grupo de caballeros eternos liderados por Enoc. Antes de que pudieran hacer nada, una bola de fuego impacto contra Ben, siendo enredado en varias raíces, mientras otro tanto hacia lo propio con Gwen.
   - Vaya, mira lo que tenemos aquí- decía Kevin con una sonrisa-, ¡unos cotillas!
   - Esto es mío- dijo la Hechicera al tiempo que le quitaba el libro de hechizos a Gwen. Ben no podía hacer nada, ya que ánimo amenazaba con convertir a su prima en un monstruo con su nuevo casco mutante.
   - Es hora de aplastarlos.
   - Calma, Kevin- intervino Enoc-, ¿qué venganza hay mejor que lanzarlo al espacio entre dimensiones, vagando eternamente?
   Eso pareció calmar a Kevin. Aprovechando la conversación, Ben lanzó un pegote de baba hacia Animo, cegandolo por completo, y liberandose de las raíces. Por otro lado, Gwen incendio con un hechizo de llamas las ramas que la mantenían atada. Cuando se libero, vio a su primo en una batalla contra Kevin, pero antes de que pudiera hacer nada, la Hechicera se interpuso entre ellos.
   - Veamos cuanto has aprendido con mi libro ladrona.
   En lo que se desarrollaba la batalla, Hex, ajeno a lo que sucedía a su alrededor, empezaba a abrir un portal, pero fue interrumpido por un Kevin, que había recibido un golpe de Ben, provocando que el portal empezará a ensancharse y a absorber a cualquiera que estuviera cerca. Viendo esto, Ben agarró a su prima e intentó escapar, pero la fuerza de atracción era demasiado grande.
   Todos los presentes, salvo Ben que resistía todo lo que podía, fueron absorbidos. Antes de ser tragado, Ben pudo ver como su abuelo llegaba en su vieja tartana.

En otro universo
Hacia una semana que Lepidoptero había atacado con varios akumas, pero París estaba a salvo una vez más gracias a sus héroes. Sin embargo, ese día sería distinto. Casi como si no quisieran ser descubiertos, varios portales aparecieron en diversos callejones, apartados de miradas indiscretas. Ese día, todo cambiaría.

Prodigiosos 10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora