KIM SEOK JIN

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Kim Seokjin se identificaba por una lista muy particular de cosas, una lista que la mayoría de sus amigos se sabia de memoria, por ejemplo, lo podían reconocer entre una multitud por dos razones, por su amplia espalda, y por su particular forma de caminar, y es que Seokjin tenia un aire de elegancia y poder muy característica. También podían escucharlo y saber que era el cuando se reía, y es que nadie había conocido una risa tan particular como la de el, también tendía a ser bastante ruidoso y energético, normalmente no tenían que buscar mucho, ya que Jin resaltaba como un diamante entre carbones, era el objetivo de admiración y envidia, y es que como no serlo si la única forma de definir lo era con la palabra "perfecto". Lo que la mayoría de sus amigos ignoraba es que Jin podía resaltar tanto como el radiante sol, o convertirse en alguien completamente invisible, y lo hacia tan rápido que parecía que solo debía apretar un interruptor, justo como esa noche, cuando había apagado su brillante personalidad y se escabullía por las calles oscuras, cuidando no se visto de ninguna forma, hasta llegar a una conocida casa, las luces estaban apagadas, y todo el silencio, pero ni siquiera se molesto en tocar el timbre cuando la puerta ya se estaba abriendo, la persona al otro lado de esta le sonrió socarronamente, y lo dejo pasar.

Kim Seokjin tenia un alto rango de búsquedas por Internet, y por varios motivos, a veces cuando estaba muy aburrido, se ponía a ver que cosas buscaban relacionadas a su nombre, las categorías eran normalmente sobre sus fotos de modelaje, sobre sus padres, su hermano, la empresa que heredaría, entre otras cosas, cosas como "su secreto mas oculto" le daba mucha risa, y le hacia imaginarse que tipo de reacción tendrían las personas al enterarse de cual era ese secreto, porque las personas tenían miles de secretos, cosas muy ocultas bajo la superficie, que no dejarían ver, secretos, anhelos, deseos, fantasías, normalmente Jin se dejaba ir cuando sus pensamientos tomaban esos rumbos, se metía en sus propios recuerdos, en sus fantasías, oh dios, como le gustaba recordar sus experiencias, prácticamente podía sentir el roce de los dedos sobre su piel, los gruñidos, los gemidos, el intenso placer así como ver la cara de... Pero antes de llegar mas lejos apartaba los recuerdos rápidamente, porque era vergonzoso, estaba mal y lo ponía caliente, así que saco su teléfono nuevamente sin importarle estar en medio de la clase y mando una sola palabra a un numero que no tenia registrado "Hoy" y espero a que este fuera visto, no espero respuesta, pues sabia que nunca llegaría. Esa noche, como hacia dos atrás, nuevamente apretó el interruptor y se escabullo por las oscuras calles hasta la bien conocida casa, y nuevamente, no tuvo que tocar el timbre.

El hecho de que Kim Seokjin tenia una prometida desde los 15 años no se le hizo extraño a nadie, es decir, ciertamente los tiempos habían cambiado, pero todo el mundo sabia que los magnates del poder no se sostenían a su mismos sin algunas arcaicas tradiciones, Jin no hablaba mucho al respecto, no negaba el tema, pero tampoco era como que el empezara una conversación sobre ello, pero todos tenían claro que su compromiso era un secreto a voces, su prometida se llamaba Lisa, de padres americanos dueños de una gran cadena de empresas, Lisa fue criada en Tailandia y luego llevada a Corea donde conoció a Jin por medio de fotos, se había enamorado perdidamente de su belleza, así que le rogó a su padre conseguir a tal hombre para ella, al señor Lee, padre de Jin, no le costo demasiado aceptar el compromiso, esa era la historia, en resumen, de como un pequeño Jin de 15 años había sido comprometido con una pequeña Lisa de tan solo 12 años.

Demasiado joven e inmaduro para asimilar tal cosa, Jin había convivido con Lisa como su amiga junto a su pequeño hermano, tiempo después, cuando había comprendido la magnitud del asunto y trato de negarse, su padre le dijo que al ser el mayor tenia que hacer ciertos sacrificios, que de todas formas, si no los hacia el, tendría que hacerlos su hermano pequeño y era probable que el sufriera mas porque su vida se vería llena de limitaciones, pero Jin amaba mucho a su hermano, y no quería que cargara con responsabilidades que no tenia que cargar, así que cuando cumplió los 19 años llego a un trato con su padre, no rompería el compromiso, estudiaría una carrera que le permitiera dirigir la empresa familiar, tomaría la presidencia de esta misma, y haría todo como lo había planeado su padre, con la condición de que esto no pasaría hasta que saliera de la universidad, cuando hubiese acabado su carrera, a la edad de 27 años, se casaría con Lisa y tendría una vida perfecta, hasta ese momento quería ser capaz de vivir como el quisiera, sin que nadie se metiera en sus decisiones, el Sr. Lee no tuvo problema con ello, con la única condición de que no hiciera nada demasiado escandaloso que pudiera afectar la imagen familiar, el trato quedo cerrado, aunque obviamente esta parte de la historia nadie la conocía.

Cuando Jin cumplió los 23 años, toda la familia Kim se vio envuelta en un escándalo de proporciones cósmicas, y es que no era para menos, cuando nada y mas y nada menos que el menor de los Kim fue captado saliendo de un bar gay abrazando a un chico desconocido, chico que tuvo sus momentos fama al dar una entrevista donde aseguraba que el menor de los Kim era gay, y que no era la primera vez que salia con el, o que visitaba dichos bares, el escándalo duro varios meses, el Sr. Lee estaba furico y casi manda a otro continente a su hijo menor, Jin intervino, lo convenció de que dejara pasar esto, de que el se encargaría de convencer a todo el mundo de que no había sido mas que una mentira, y en realidad lo hizo, nadie sabe como, pero les hizo creer a todos que lo que realmente había pasado es que su hermano simplemente había ido a recoger a un amigo borracho a ese bar, y que el chico quiso llamar la atención difaman dolo, no se dieron mas explicaciones, y la historia tenia tanto sentido que al final se la terminaron tragando, mientras tanto su hermano se mudo de la casa principal, se le dio una pensión y siguió sus estudios como si nada hubiera pasado, como jamas se le volvió a ver con el mismo chico, ni en bares ni nada parecido, dieron por sanjado el asunto, aunque a veces el Sr. Lee se preguntaba cual era el trato que había hecho Jin con el pequeño, ya que este había cambiado considerablemente su actitud rebelde, cuando le quiso preguntar a su hijo mayor, este solo respondió "Soy el mayor, y a veces debo hacer sacrificios", jamas mencionaron de nuevo el tema.

Kim Seokjin termino la carrera a los 25 años, y aunque había acordado con su padre que se casaría hasta que tuviera 27 años, este le dijo que no, habian esperado demasiado tiempo, y los preparativos ya estaban comenzando. Las invitaciones se repartieron a diestra y siniestra, a amigos cercanos y no tan cercanos, a familiares, a conocidos, a socios, a todo aquel que quisiera estar presente en la boda del primogénito de los Kim, de joven "perfecto".

Lisa estaba que no cabía en su felicidad, después de años por fin iba a conseguir su mas grande sueño, se casaría con su príncipe, sera la esposa de uno de los hombres mas ricos de Corea, tendrían hijos hermosos, y no tendría que mover un solo dedo por lo que le restaba de vida.

El Sr. Lee no cabía en su felicidad, su consorcio se fusionaría con uno de los mas grandes de América, tendría mas poder y dinero del que podía imaginar.

Jin no cabía en su frustración, no sabia como atrasar esto, siempre había tenido presente que pasaría, pero no sabia como iba a explicárselo a el, no sabia que decirle, no quería verlo y sabia que tenia que, pero tocaron la puerta de su habitación, dejo se revolverse el cabello y emitió un ahogado "adelante", la puerta se abrió en un segundo y la persona que estaba al otro lado le sonrió socarronamente, una parte de Jin quería llorar, otra quería correr y otra simplemente quedarse quieto a la merced de lo que ese hombre quisiera hacerle, así que obedeció, y se dejo caer de rodillas en medio de su habitación sobre la cómoda alfombra, bajo su cabeza y escucho los pesados pasos de su hermano mientras entraba y cerraba la puerta tras el con seguro.


TURBIO •|Namjin|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora