Nicholas Nickleby: "Romeo y Julieta"

772 23 0
                                    

Imagina esto: tu padre murió cuando eras joven, tu madre no tiene dote y tu único hermano varón apenas tiene 10 años. Casos desesperados requieren medidas desesperadas, y por "desesperadas" me refiero a que tomaste la ropa de tu padre, te la pusiste y ahora estas dispuesta a sacar adelante su empresa... con una inesperada ayuda.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- ¿Otra vez aquí Srta Hamilton? - pregunto el Sr. Maloney, el hombre que quiere quitarte la compañía de tu padre.

- Estaré todos los días aquí de ahora en adelante Sr. Maloney - respondiste parada frente a el - es la compañía de mi padre.

- Ya hablamos de esto Srta. Hamilton, usted es una mujer, no puede heredar la compañía. Cuando su hermano tenga la edad será para el, hasta entonces...

- Hasta entonces yo soy el Presidente de la compañía - dijiste con firmeza.

- No la dejare. Vuelva a casa - dijo obstruyendo el paso.

- Bien - sonreíste para luego pisarle el pie. El hombre empezó a saltar en un solo pie mientras tu lo rodeaste y diste un portazo entrando en la oficina principal.

Una vez dentro, empezaste a mirar por la ventana, cuando viste a dos muchachos pasar, uno era rubio alto y el otro te llamo la atención porque cojeaba; en eso, el segundo chico se tambaleo y calló, a lo que tu corriste a la salida para ayudarlos.

- ¿Que le pasa a tu amigo? - preguntaste al estar cerca de ellos.

- Esta enfermo el... - el joven creyó que le hablaba a una mujer, pero lo confundieron los pantalones. Sin embargo, al alzar mas la mirada, descubrió que se trataba de una dama con ropa de caballero.

- ¿Esta enfermo? - preguntaste tratando de disimular que no te afectaba la mirada de extrañeza del joven.

- Si, necesitamos ayuda - le dijo él.

- Vengan - te agachaste y ayudaste a parar al enfermo para llevarlo junto al otro chico a tu oficina.

- Gracias Sr... ¡EH! Srta. - dijo el muchacho una vez adentro.

- Hamilton, Elizabeth Hamilton - respondiste - ¿y ustedes son?.

- Yo soy Nicholas Nickleby, y el es Smike - dijo el joven rubio.

- Un placer, y no tiene porque agradecerme Sr. Nickleby - dijiste ofreciéndole un vaso con agua al enfermo.

- Gracias - te dijo Smike.

- Ah, solo dígame Nicholas, no soy "señor". Y si puedo... importunarla con la pregunta pero, ¿porque la...? - preguntaba nervioso el muchacho apuntado hacia ti intentando no ser descortez.

- ¿La ropa? - dijiste terminando la frase. El dio una sonrisa de alivio mientras asentía - mi padre era un hombre de negocios, soñaba muy en alto, y ahora que murió... hay hombres que quieren adueñarse de esta compañía, dejándonos a mi familia y a mi sin nada, y no puedo permitirlo.

- Es muy valiente de su parte - dijo Nicholas mientras tu te sorprendías ante su respuesta. Estas acostumbrada a que todos te digan que es una locura y que deberías interesarte mas en buscar un esposo rico. Tu única respuesta fue:

- Gracias.

----------------------------------------------------------------------------------------

Te hiciste amiga de ambos chicos muy rápido. Un día cualquiera los tres fueron al campo. Nicholas decidió que Smike necesitaba aire fresco, estaban pasando por un camino, cuando vieron a dos niños jugar con espadas de madera.

Charlie Hunnam y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora