William "Iron Head" Miller: ¿Segunda Oportunidad?

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Narras tú:

No tenía idea de en qué momento me desmaye, solo sé que ahora me siento soñolienta y desorientada. Soñolienta por tantas horas que debí haber pasado desmayada y desorientada porque: no sé, cuando llegue a una habitación desconocida.

Escuche el sonido de un inodoro bajando seguido de la llave del baño siendo abierta y luego de un momento cerrada, por último la puerta del baño se abrió revelando a Will, el cual se sorprendió al verme.

- Hola – me saludo – no sabía cuándo despertarías.

- ¿Cuánto estuve inconsciente? – pregunte de inmediato.

- Unas doce horas – respondió hiendo hacia una toalla para secarse las manos.

- ¿Dónde estamos? – pregunte.

- En la selva de Brasil. La casa es de una amiga de Pope, nos va a ayudar – luego de secarse las manos se acercó a la cama dónde yo estaba.

- ¿Ayudarnos en qué? ¿a salir de aquí?

- Los chicos y yo ya lo decidimos, solo falta que tú decidas también.

- ¿Decidir qué? William – todo este misterio me desespera.

- Decidimos dar el golpe, robaremos la casa de Lorea mañana. Tienes hasta esta noche para decidir irte o quedarte.


***


No puedo creer lo que estoy haciendo.

No recuerdo cuando diablos acepte está loca, estúpida y suicida misión, pero aun así aquí estoy y aquí estamos, los chicos y yo a punto de dar el golpe a la casa de Lorea.

- Qué bueno que sean tan devotos – opino Benny viendo partir el auto de los Lorea.

- Con un diluvio así en domingo papa decía: Dios no nos quiere en misa hoy – dijo Will por el intercomunicador.

- ¿En serio? – le pregunto Catfish.

- En serio – dijo Benny.

- Después del incidente de ayer han reforzado la seguridad. Veo al menos cinco afuera – dijo Pope.

- Podemos con ellos – anime.

- Estoy contigo "Lagertha" pero aun debemos esperar por...

- ¿Tú chica? La estoy viendo – dijo Fish viendo a la muchacha llegar y dejar un auto a la vista – trajo el auto que necesitamos.

- Okey, vamos a entrar...

Entramos a la mansión, derribamos algunos guardias y aun nos sobro tiempo para revisarla de arriba abajo y... nada. No hubo ninguna caja fuerte o cuarto o "puerta secreta" que nos indicara que ahí estaba el dinero. Tal vez todo esto fue para nada.

- ¡Esto no fue para nada! – grito Pope furioso.

- Mira a tu alrededor hombre – le dijo Catfish – no está el tipo ni el dinero por ningún lado, fue todo una gran pérdida – dijo decepcionado como el resto.

- No él tiene que estar aquí – se decía Pope para los presentes y para sí mismo – debe estar aquí, lo sé, yo... puedo sentirlo.

Me acerque para darle ánimos a mi amigo, cuando un olor peculiar me llegó.

Charlie Hunnam y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora