12 // 𝘈𝘭𝘤𝘰𝘩𝘰𝘭!𝘋𝘳𝘶𝘨𝘴!𝘚𝘦𝘹!

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Este capítulo contiene escenas de sexo. No es detallado ni fuerte porque no me siento cómoda narrando ese tipo de escenas. Igualmente está marcado con un "*" por si no quieres leerlo. ¡Disfruta del capítulo! ♡

-¿Sabes qué? Eres imbécil. Soy imbécil. Eres imbécil. Somos imbéciles.

-¿Soy imbécil dos veces?

-¿Acaso nunca se nos había ocurrido algo tan sencillo como contactar con un cliente de Hyunjin y pagarle por acercarnos a él? Dios mío, eres tonto. Además, tu absurdo plan de echar al otro chico del instituto no sirve para nada.

-A ti tampoco se te ocurrió. Eres muy tonto, Jisung. Bien, ahora solo tenemos que saber a quién coño le vende droga ese tío.

-A medio Seúl, ¿es que no ves las noticias? Pfff... Inútil.

-Sabes que Seúl es bastante GRANDE, ¿verdad? Y que no todos van a confesar que se drogan, pueden estar en problemas. Vives debajo de una piedra.

-Mira, asqueroso Minho. ¿Por qué no le chantajeas y le propones tratos como hiciste conmigo?

-Ugh, ¿quieres que me pillen y me maten? Estoy desesperado por encontrar a ese capullo. Eso es lo que quieres, ¿verdad, niñato?

-Policía muerto abono para mi huerto.

Minho y Jisung siempre estaban así. No podían conversar más de tres veces al día sin soltar algún insulto o falta de respeto hacia el contrario. Los policías y los delincuentes no se suelen llevar muy bien que digamos. También había una pequeña diferencia de edad que mostraba lo inmaduro que era uno de ellos, aunque el otro solía seguirle la corriente y rebajarse a su nivel.

Han conocía a mucha gente en el distrito que se intoxicaba, pero tenía el número de pocas personas de allí y ni siquiera sabía si esas se drogaban. Comenzó a llamar a todos sus contactos de allí.

-¿Por qué nunca me sacas de casa, Hyunjin?

-¿Es que no puedes salir tú solo? ㅡcontestó mientras se colocaba su chaqueta antes de salir.

-Sí, pero somos... pareja, ya sabes.

-Perdóname, Jeongin... No estaba pensando con claridad ㅡse acercó a él para agarrarle la mano y clavar su mirada en la del menorㅡ Podrías venirte conmigo pero no creo que te guste el lugar al que voy.

-Me da igual con tal de ir contigo.

-Entonces, ¿a qué esperas? ¡Vístete! ㅡle animó con el dulce tono que tenía originalmente.

Rápidamente se puso unos vaqueros negros con algunas roturas por las rodillas y muslos, una sudadera amarilla y una chaqueta bomber roja que combinaba con la de su novio, quien lo miraba de arriba a abajo con una cariñosa mirada.

-Espera, toma esto ㅡtomó el collar que anteriormente se había puesto y se lo puso a él. Jeongin sabía que ese collar era muy importante para Hwang, pues le contó que lo había llevado desde siempre y que probablemente era un regalo de su familia, ya que las monjas del orfanato le dijeron que cuando él llegó, ya tenía ese colgante de cruz enrollado a la manita.

-Hyunjin, no puedo aceptarlo. Es una gran responsabilidad, no puedo llevarlo...

-Tranquilo, si te lo dejo es porque eres muy especial para mí y sé que vas a cuidar de ello ㅡprocedió a besar su frente y sus mejillas con ternura mientras le abrazaba cálidamente. Eso hizo a Yang muy feliz.

Mientras caminaban, ninguno soltaba la mano del contrario. De vez en cuando se miraban y se quedaban así durante unos segundos.

-¿Sabes que no puedes sonreír y respirar a la vez? ㅡdijó de repente el mayor para después soltar una corta risita.

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