14 // Oh baby, come back

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Los chicos estaban tomando un baño juntos. Jeongin se estaba quedando dormido entre las piernas de Hyunjin, inclinando la cabeza levemente hacia atrás y apoyándola en su hombro.

-¿Qué tal tus heridas, amor? ㅡdijo el mayor mientras acariciaba los hombros y el pelo de In, mojándole.

-Mejor ㅡsoltó un suspiro de comodidad. Se encontraba muy bien entre el agua caliente, la espuma y el tacto de Hwang.

HyunJin procedió a dejar mil besos y pequeños y suaves mordiscos en las húmedas mejillas de Yang.

-¡Me haces cosquillas! ㅡreía el menor.

Alguien llamó al teléfono, lo cual hizo que los chicos tuvieran que salir del agua, vestirse y seguir con sus vidas. Mientras Hyunjin respondía a la llamada, la cual era de Changbin, Jeongin se tumbaba en la cama para seguir durmiendo. Dormía bien, o eso creía él, pero ese día se encontraba muy cansado. Realmente se sentía como si el abundante cansancio acumulado en todos sus años de vida se metiese en su pequeño cuerpo y se desbordase al igual que se desborda una bañera demasiado llena.

El pequeño cayó en un profundo sueño que hizo que no pudiera oír la desesperación de Hwang al teléfono.
Changbin le había dicho lo que habría deseado no oír nunca, pero que tarde o temprano y de alguna forma u otra pasaría. Al parecer Felix le había dejado, y eso no le importaba, pero también le había dicho a la policía donde se situaba su casa. Hyunjin empezó a maldecirle, a maldecir todo el puto mundo en el que vivía. No le habría afectado tanto si estuviese solo, después de todo él ya era consciente de que tendrían que cogerle algún día y de que seguro que terminaría muerto o en la cárcel, también podía irse a cualquier otra parte de aquel sucio distrito y esconderse por ahí. Pero ahora que había encontrado a In no podía permitir eso. Ahora que todos los problemas de su vida se arreglaban con tan solo mirar su sonrisa y notar los labios del chico sobre los suyos no lo podía permitir. También le volvía loco el hecho de que su chico también estuviese en peligro por su culpa. No le importaba la policía, pero si sabían donde vivía, Jisung tenía más posibilidades de encontrarle, y ese tío estaba tan mal de la cabeza que no se iba a conformar solo con acabar con él, sino que también querría la vida de Yang.

-Me está echando, Hyunjin. No sé cómo ni por qué ㅡsollozaba el mayor a través del teléfono.

Hwang a penas podía oírle. Solo podía prestarle atención a las infinitas voces que retumbaban en su cabeza en ese momento.
Colgó cuando una idea bastante estúpida apareció en su mente.

Entró en la habitación, Jeongin seguía durmiendo.

-Cielo, despierta.

Al menor le costó reaccionar, pero finalmente talló sus ojos y encontró a Hwang tumbado a su lado con una dulce sonrisa en el rostro.

-¿Qué pasa? ㅡbostezó.

-Nada. ¿Es que no puedo ver tu carita preciosa?

-Noo. Me estás dando demasiados mimos, ¿qué quieres, interesado? ㅡbromeaba In y reía por el repentino abrazo y las cosquillas que recibía de Hwang.

-A ti, te quiero a ti ㅡle besó, y en mitad de ese beso Jeongin pudo notar como el otro chico sonreía, a lo que no pudo evitar sonreír también.

-Te amo ㅡuna pequeña risita salió de los labios de Yang, que volvió a juntarlos con los de Hyunjin.

-Te dejaré dormir, ¿vale? Estaré fuera ㅡdijo el mayor dejando besos por todo el cuello del otro y finalmente dándole un corto beso en su nariz y labios.

Salió de la habitación y cogió la pistola que obtuvo cuando disparó a Han. Su expresión había cambiado completamente. Si bien antes poseía una sonrisa juguetona y unos ojos de tierno cachorrito, ahora poseía unos ojos sin vida y una boca sellada con total seriedad.

DRUG★DEALERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora