30 Dias OTP Challenge

Dia 4 - Cita

Desperté nuevamente agitado por una pesadilla en cual veía a Dazai alejándose y que yo no podía alcanzarlo. Agarré mi teléfono rápidamente para desbloquearlo y notar que no tenía ningún mensaje o llamada de Dazai. Llevaba 5 semanas así y ni siquiera aparece en la Port Mafia.

A pesar que eran las 7a.m., no podía volver a dormir así que solo me levante para ducharme, luego desayunar lo mismo de siempre: un café junto a unas galletas para proceder a salir y dirigirme a Port Mafia para hacer mi trabajo.

De vez en cuando escuchaba rumores del doble negro - Nakahara Chūya y Osamu Dazai- a los cuales no prestaba mucha atención, aunque esta vez el rumor era de que se habían besado y de que se les vio juntos a las 12 de la noche en un motel. Eso me puso celoso al instante, pero solo lo callé, esta vez no muy bien, pues se notaba en mi rostro que estaba molesto. Sin más, cuando ya era de noche, me dirigí devuelta a mi casa sin pasar  por el Bar Lupin ya que no tenía ganas de beber, ni de estar en ese bar.

Al día siguiente desperté como lo estaba haciendo desde hace 5 semanas: con el mismo sueño, de la misma manera, pero esta vez tenía llamadas pérdidas tanto de Ango como de Dazai, aparte de mensajes preguntando dónde estaba. Leí los mensajes de Dazai pero simplemente no respondí y procedí a leer los de Ango, los cuales respondí.

Más tarde recibí una llamada en número oculto a cual no me quedó mas opción que responder, aunque estaba dudando de quién era ya que era raro que alguien que hace trabajos simples como recados en la Port Mafia como yo reciba este tipo de llamadas.

—¡Odasaku! ¡Ven al parque de Yokohama en 30 minutos!— escuché a través del teléfono. Supe que era Dazai por su voz y por la manera que me llamó. Antes que pudiera contestar, Dazai había colgado la llamada.

Pensé en dejarlo ahí solo esperando, pero luego pasó por mi mente que era una estupidez mis celos cuando Dazai y yo solo somos amigos, y más que seguramente él me considere como un hermano, o incluso un padre. Así que solo suspire para ir yendo al parque al escuchar que iba a llover y realmente no quería que Dazai se enfermara esta vez, y menos porque mi culpa.

—¡Por fin llegas! Tengo dos entradas para el parque de diversiones, ¿quieres venir?— dijo Dazai bastante ilusionado y no me quedo más opción que aceptar a pesar que no soy mucho de eso.

Fuimos andando al parque y terminamos montándonos en casi, literalmente, cada atracción hasta que llegamos a la montaña rusa por petición de Dazai. Subimos y nos sentamos juntos. Cuando empezó la atracción sentí que era el verdadero "terror" por así decirlo.

Tardamos alrededor de media hora en la atracción. Cuando bajamos le pedí a Dazai dejara descansar, así que me ayudo volver al parque para sentarnos en una banca. El sol ya empezaba a ocultarse aunque realmente estaba hermoso esa escena, y más al lado de Dazai.

Cuando sentí que estaba mejor quise levantarme, pero sentí que Dazai posó su mano sobre la mía. Me giré para verlo y él tenía el rostro totalmente ruborizado. Sin pensarlo dos veces, empecé a acercarme a su rostro, tanto que podía sentir su respiración, y temía que el pudiese escuchar como palpitaba mi corazón, pues yo lo escuchaba demasiado alto para ser normal y creía que los demás podrían escucharlo sin más.

Noté como Dazai me tomaba de la mejilla suavemente para acercar mi rostro más al suyo teniendo sus labios a centímetros de los míos. En ese instante supe que el quería que yo lo besara, aunque gracias a mi estúpido nerviosismo tardé bastante en reaccionar, pues dudaba de que Dazai en verdad quisiera eso y más después del rumor que escuche de él y Chûya.

—¡Maldito Dazai! ¡Mori nos llama!— escuché aquel grito dirigido hacia Dazai, lo cual separe de él rápidamente y aparté la mirada, ya que tenía todo el rostro me ruborizado.

Lo último que escuche fue como Dazai se despedía y se iba siendo arrastrado por Chuya para llevarlo donde Mori, aunque realmente no escuche mucho su pelea ya que mi mente estaba más ocupada en pensar sobre lo que iba a hacer y que hubiera pasado si Chuya hubiera llegado unos minutos después.

Definitivamente, hoy no podré dormir gracias a que Chūya casi ve como beso a Dazai. Lo difícil sería explicárselo a Dazai mañana, ya que seguramente pedirá alguna explicación o se lo cuente a Ango por algún consejo.