30 Dias OTP Challenge

Dia 3 - Jugando / Viendo una película

Desperté tras escuchar mi teléfono sonando. Me costo lo mío alcanzar él teléfono, no porque este estuviera lejos; si no porque aun tenía sueño. Con mi otra mano frote mis ojos despacio para si despertar o despejar él sueño por un rato.

Cuando ya tenia él teléfono en mano, lo desbloquee y pude ver que eran como las 7 de la mañana. También noté que tenia ya 30 llamadas pérdidas de Dazai, cosa que me preocupó de inmediato y, por miedo a que le hubiera pasado algo a Dazai, me levante repentinamente de la cama tras marcarle y poner manos libres la llamada para así vestirme para salir y ir a casa del castaño.

—¡Odasaku! ¡Por fin contestas! Necesito que vengas urgentemente por favor.— Escuche tras él teléfono para luego escuchar como tosía y estornudaba Dazai. -Se resfrío- pensé para mi mismo. Pero era obvio que pasaría eso, pues. Él día anterior se tiro al mar sin pensar en las consecuencias.

—Iré de inmediato. Esperarme ahí.— Dije para luego cortar la llamada sin antes escuchar una respuesta afirmativa de Dazai. Salí de la casa y me subí a mi coche.

Llegue en menos de 20 minutos a la casa de Dazai ya que acelere bastante, fui a la puerta de la casa y llame dando unos leves golpes a la puerta. No muy fuertes, pero no muy débiles para que Dazai pueda escucharlos. Como se lo esperaba, Dazai tenía la típica mascarilla en él rostro de gente con resfriado o gripe y el rostro rojo. Bastante diría yo.

Entre en la casa y cerré la puerta para luego pedirle a Dazai que se recueste en su cama, cosa que obedeció. Fui por unos trapos para mojarlos en la cocina con agua fría para luego ir hacia él cuarto del joven ejecutivo y ponérselos en la frente. Escuche sus quejidos a cuales no hice caso ya que Dazai necesitaba esos trapos para que la fiebre baje lo antes posible.

—Odasaku .  .  . Quiero cangrejo.  .  .— Empecé a cerrar los ojos sumergiéndome en un sueño ligero hasta que escuche la petición de Dazai. Hice contacto directo en sus ojos con los míos viendo un rostro de un niño pequeño bastante ilusionado, y realmente. No podía negarme así que salí de la casa para comprar él dichoso cangrejo y hacérselo a Dazai.

Cuando volví a la casa de Dazai encendí algo de fuego para luego poner al cangrejo a cocinar a fuego lento con algo de agua. Procedí a cortar algunas verduras y añadirlas al contenido. Llegó cuando acabo, lo servi en un plato algo redondo para llevárselo a Dazai.

—Odadaku . . . Dame de comer.— Dijo Dazai en un tono débil aún con su cara de niño mimado. Era obvio que Dazai sabía que no podía negarme si él ponía esa cara asi que solo suspire para luego pedirle que se levante un poco, cosa que hizo. Agarre un poco de la sopa de cangrejo para acercarla a la boca de Dazai sin antes soplarla un poco ya que estaba algo caliente y no quería que Dazai se quemara la lengua.

Estuve así unos 25 minutos hasta que Dazai comio todo él contenido. En su rostro había esa típica sonrisa alegre que el tenía cuando estaba conmigo, con Ango o con ambos. Cosa que me hizo feliz. Me levante para ir a lavar él plato y la cuchara. Cuando volví con un vaso de agua y unas pastillas para la gripe noté que Dazai se quedó dormido. Deje el vaso y las pastillas en su escritorio y me acerqué a la cama del castaño donde él estaba ahí dormido para posar mis labios en su frente besando su frente con suavidad para luego decirle un "Dulces sueños" dulcemente.

Tras eso me quede sentado al lado de la cama hasta que él sueño me gano. no noté cuándo Dazai se despertó y cuando él cuidadosamente puso su manta encima mía al notar que estaba durmiendo, aunque lo que me despertó fue él grito que él joven ejecutivo pegó. Era alto y parecía molesto.

Abrí lentamente mis ojos notando que él vaso de agua estaba vacío y que las pastillas ya no estaban, así que supuse que Dazai se las tomó al verlas. Cosa que me alegró. Me levanté para colocar la manta de nuevo en su cama, obviamente de manera correcta y dirigirme hasta donde provenía él grito.

Lo que vi fue un Dazai sentado en él suelo del salón solo con un mando en su mano y las letras "Game Over" en la pantalla del televisor. Con eso me basto para entender que Dazai había gritado porque había perdido la partida.

—¡Si es tan gracioso crees que es intentalo tú, Odasaku!— Dijo él castaño tras notar mi leve risa aunque más bien noté que era alguna excusa de Dazai para ver como pierdo y restregármelo en la cara.

Pensaba negarme pero Dazai puso de nuevo esa maldita cara. La cara de niño mimado que me gana. Al final solo acepté por aquella cara y para evitar un posible berrinche del castaño. Suspire cuando me senté en el sofá que estaba detrás de Dazai.

Pasaron unos 10 minutos después de jugar aquel nivel cual parecía que había ganado. Dazai tenía cara de que no era justo y yo realmente estaba sorprendido, pues. Era la primera vez que había jugado a eso y pensaba que iba a perder. Como era de esperarse, Dazai me pidió que lo intentará otra vez, así fue como unas 15 veces o mas, hasta que Dazai se quedó totalmente dormido como un niño pequeño diciendo "Odasaku tramposo" entre susurros.

Reí un poco al ver tan tierna escena y solo cargue a Dazai en mis brazos para llevarlo a su cuarto. Al llegar lo puse suavemente en su cama para taparlo. Pensaba irme ya a mi casa hasta que sentí como tiraban de mi ropa, me gire y vi el rostro de Dazai. Esa cara de niño mimado nuevamente.

—Odasaku . . . Duerme conmigo.— Dijo el joven ejecutivo de manera adorable. No me quedó mas opción que acostarme a su lado en la cama y taparnos a ambos. Pude sentir como Dazai me abrazo y se aferraba a mi. con una gran sonrisa en su rostro. Simplemente correspondí él abrazo.

Así fue como ambos nos quedamos dormidos mientras nos abrazábamos y aferrábamos mutuamente aunque al día siguiente desperté con gripe. Si, Dazai Osamu; él joven ejecutivo que es dueño de mi corazón y quién me pidió cada capricho él día anterior me contagio de su gripe pero no me molesta. Me hacia feliz él simple hecho de como lo pude cuidar.