Las demás personas pensaran que es ridículo, que soy ridículo. Porque el Niall Crosst que todo el instituto conoce no es así, jamás pensarían que el chico con el mejor promedio, un circulo de amigos muy peculiares a decir verdad y la preciosa Camila Foster como su novia fuera a estar faltando a sus horas de clases solo para no tener que verla no ver a su novia como la llamaban algunos. Pero a decir verdad ella jamás fue mi novia, solo estuvo conmigo para mantener su fachada de ser la mejor, como decía ella.
En fin todo eso fue su juego, mientras ella jugaba yo me ilusionaba y a medida que pasaba el tiempo ya solo estábamos juntos por costumbre, por así decirlo.
Y he aquí me encontraba sentado en las gradas admirando todo lo que se podía ver desde aquí todas las canchas y algunas partes del instituto.
Cuando un fuerte viento sopla me aseguro de tener bien puesta la chaqueta negra de cuero que escogí esta mañana antes de venir, justo cuando iba a volver mi atención a todos esos pensamientos y recuerdos. Escucho una voz femenina, quejándose y soltando maldiciones muy ocurrentes para una chica.
Y ahí es cuando la veo, estaba hincada en el piso levantando unos papeles que seguro el viento se los voló. Me bajo rápidamente de las gradas para ayudarla ya que de por si eran muchos papeles.
De camino a ella me doy la dicha de mirarla un poco. Unos jeans ajustados, una blusa blanca y una chaqueta de cuero igual a la mía. Parece que la chica tiene buenos gustos.
-Espera-le digo así llamando su atención-Déjame ayudarte.
En ese instante cuando subió su mirada para conectarla con la mía, al ver esos ojos verdes pálidos mirándome. Juro que sentí miles de corrientes eléctricas recorriendo cada centímetro de mi piel y al parecer ella también sintió lo mismo ya que ninguno de los dos quito la mirada del otro. Hasta que otro viento fuerte nos hizo volver a nuestra realidad, menos mal ya tenia todos los papeles en las manos, así que se los extendí y decidí presentarme de una vez.
-Niall Crosst, un gusto.- le indico a lo que ella solo asintió con una sonrisa tímida.
-Argelia Brooks, el gusto es mio.-¡Dios! Es que no puede ser más linda, tiene hasta nombre de ángel.
Joder, esta chica es tan hermosa que me hace admirarla en todos sus aspectos, hasta llegar al punto de que sus mejillas tan sonrojadas por el frió- imagino yo- Me parecía algo tan tierno y adorable de su parte.
-Eh...bueno yo...digo fue un gusto conocerte-balbucea ella un poco apenada. Al parecer no me di cuenta de que la estaba viendo como idiota.
Antes de que me diera tiempo de responder ya se había dado media vuelta y emprendió su camino de vuelta al interior del instituto. Por un momento solo me quede ahí parado observándola mientras ella caminaba, como se le movía hacia a un lado todo su largo y rubio cabello. Hasta que caí de nuevo en la realidad y voltee mi mirada hacia las gradas. Supongo que debí verme como un jodido acosador.
"Ten por seguro que te volveré a ver, volveré a ver esos ojos tan hermosos de cualquier forma"- exclamo mi conciencia.
***
Espero les guste.
ESTÁS LEYENDO
Mi luciérnaga
RomansaEso era ella para mi, una luciérnaga en medio de toda esta soledad y oscuridad. Ella fue mi salvación con todo ese brillo y devoción que vislumbraba en todo su ser. Camila, ese fue el nombre de la persona que crei el amor de mi vida, la que me destr...