Cuatrocientas veces tú

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ー Muy bien imbéciles ¿Ven este plumón? ー Chuuya muestra un plumón que está entre sus dedos mientras mira a los "Dazais" con ira contenidaー cuando alguno de ustedes pase a contarme su historia de mierda, va a ponerse un número en la frente, iniciamos por uno y terminamos con 400.
Si no quieren marcarse con el marcador ー añade cuando algunos muestran disgustoー lo haremos con mi cuchillo.¿Objeciones?

Todos guardan silencio, con excepción de una risita que el verdadero Dazai debe haber soltado y él decide ignorar.

ー Tú, el imbécil de ahí ー uno de los Dazai se señala a si mismo y Chuuya asiente ー empiezas tú.

ーYo... Bueno...

ー Descartado. Dazai es idiota, no tartamudo.

ー ¡Es trampa! ー grita el usuario que le ha atrapado con esos 400 idiotas.

ー No necesito escuchar su historia, es demasiado obvio no es la caballa que busco. ー Chuuya marca un número uno en la frente del Dazai que no es Dazai. ーSiguiente.

ー Mi nombre es Dazai Osamu y esta es mi historia.

ー Descartado.

ー Pero yo...

ー¡El próximo que vuelva a hacer una presentación o a tartamudear me encargo de matarlo yo mismoー grita quien los ha atrapado ahí, Chuuya y el verdadero Dazai rien.

ー Número tres.ー nombra al terminar de poner un dos en la frente del otro.

Uno de ellos pasa. Chuuya no sabe si no efecto de la habilidad, pero este camina como el Dazai que conoce. Chuuya se sienta en el suelo. Tras levantar una ceja Dazai  se sienta frente a él e inicia su relato.

Dazai tenía una fantasía sexual.
En realidad tenía varias, pero había una que por alguna razón no se animaba a compartir con su pareja aún:
Chuuya con una cola y orejas de gato.

Y es que el pelirrojo tenía todo lo necesario para ser un gato. Podía moverse tan ágilmente como uno, pararse y verse espléndido además de rasguñarlo (figurativa y literalmente) si hacía algo mal.

Pensar en Chuuya con una cola y orejas, meneando las caderas mientras avanzaba hacia él para después sentarse en su regazo le hacía perder el sueño para despertar otras partes de su cuerpo.

Aún con el deseo aumentando a cada minuto no se atrevía a compartirlo.
No hasta que se enteró de un usuario que podría cumplir su capricho.
Su habilidad, se rumoreaba en el bajo mundo, convertirtia a las personas en animales parcialmente por 24 horas.

♣

No había sido difícil encontrarlo, de hecho, le pareció demasiado simple. La negociación tampoco fue problema, lo único que quería a cambio de convertir a Chuuya Nakahara en mitad gato era salir de Yokohama sin problemas.

Si todo salía según lo esperado (que así sería), en cuanto pusiera un pie en casa, su Chuuya le recibiría desnudo, moviendo una larga cola mientras gateaba hacia él, unas orejas puntiagudas resultarían entre sus cabellos y en menos de cinco minutos estarían follando, él lamiendo las sensibles orejas y Chuuya rasguñandolo, enredando su cola y maullando por más.

♣

¿El problema de las fantasías?
No todo es como lo imaginaste...

Había imaginado tantas veces este encuentro que ahora no sabía ni siquera cómo reaccionar.

Chuuya no le recibió desnudo.
No movió su cola.
No caminó de manera provocativa hacia él.
No subió a su regazo.