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~Una mañana tranquila~

Después de la pelea contra el .Exe nuestros héroes estaban cansados, agotados y heridos, principalmente el azabache.

"Trolli estás herido..."

Dijo pasando sus dedos por la herida en su pecho, haciéndole soltar un quejido de dolor a lo cual el hibrido alejo su mano con temor.

"No te preocupes Mike, solo ha sido un rasguño"

"Trollino deja de hacerte el fuerte y ve a curarte. Yo...me desharé del espejo..."

Trollino a regañietas salió de la habitación mientras Mike recogía aquel espejo que había resultado ser una puerta para el .Exe. En cuanto lo tuvo en sus manos, noto nuevamente al intruso en su reflejo pero ya no le temió, en cambio le encaro furioso.

"¿¡Ves lo que has hecho!? ¡Eres un imbécil si creíste que asesinando a quien más amo sería feliz!

El reflejo ya no sonreía desde que Mikellino lo había metido devuelta al espejo solo mantenía una expresión seria y sombría.

"Yo no eh sido"

Tan rápido como lo dijo su sonrisa volvió a aparecer y esta vez más ancha que antes...

.

.

.

-¡Yo! ¡El gran Willy, te derrotare temible rey esqueleto!

-Willy, devuélveme mi espada ¡Ahora!

-¡¿Me has puesto a tu esbirro!?- Apunto la espada a su pecho y sonrió desafiante –No importa ¡Lo venceré y tu será el siguiente!- comenzó a caminar en dirección al mayor.

-No, nononono. Willy, quieto ¡Willy, quieto! ¡AAAAAAAAAAA!

Es otro día totalmente normal en la mansión de los compas. Un pequeño cachorro de 10 años jugaba a ser un caballero y golpeaba una base de madera, hasta que llego cierto dinosaurio. Ahora se apresuraba a perseguirlo por toda la mansión. Claro que al ser temprano había ciertas personas dormidas. Entonces salió cabreado de su habitación un peliceleste.

-¡¡¡QUE SE CALLEN DE UNA VEZ, QUIERO ESFORZARME!!!

-¡¡¡¡TIMBA, AYÚDAME!!!

Raptor se escondió rápidamente detrás de Timba y este lo veía con cierta confusión y molestia. Pero al ver doblar la esquina a Willy, blandiendo la espada peligrosamente se dio cuenta de que pasaba. Timba suspiro pesadamente y le cortó el paso al infante. Se frenó de golpe y lo miro con absoluto terror, sabía que un Timba de mal humor no era algo para nada bueno, menos en las mañanas.

-Willy.

-¿S-si?- Trago grueso y un sudor frio lo recorrió por completo.

-...- Se inclinó a su altura –Sabes que esa postura es incorrecta, ya la habíamos practicado –Lo tomo de los hombros y lo enderezo, también posiciono sus pies uno enfrente del otro –Así mantente y no dejes muy suelto los brazos, podrías darte un tirón –Sonrió y acaricio al pequeño –Ahora ve por ese maldito conejo, grita demasiado.

𝐋𝐨𝐬 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧𝐞𝐬 𝐃𝐞 𝐋𝐚𝐬 𝐃𝐢𝐦𝐞𝐧𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora