Como era de esperarse, sus libros eran la sensación del momento, y su fortuna fue creciendo.
Su mas reciente publicación, Bad Reason, era el más vendido en todo el mundo, traducido en más de 80 idiomas. Aunque todos pensaran que era una bonita historia de amor, nadie sabía la verdad de aquel escrito; en esas palabras plasmaba su historia con el mayor. Y no podía superarlo.
La herida era demasiado grande, una herida que dolía más sanando, que cuando fue provocada. No quería aceptarlo, pero el amor por el mayor seguía presente. Y más cuando se enteró que este, por fin era el presidente de las empresas de su poderoso padre.
El libro fue vendido rápidamente de los estantes de las librerías, dando paso a una gran firma de libros. Donde sus fans podrían conocerlo y tomarse una foto con él. Sus amigos, habían prometido ir a reunirse con él y ayudarlo con sus ataques de nervios. A pesar de que eran leves, quería tener caras conocidas cerca. Y que mejor que aparte de sus amigos, tener a su querido novio cerca. Un gran escritor, pero de revista, que todos aman. Y siempre alaga a su novio en ellas. Todos pueden notarlo. Todos los aman juntos.
La tan esperada fecha llegó, las chicas y chicos estaban formados en una gran fila que abarcaba todo el establecimiento. Antes de salir, recibió palabras de apoyo y algunos besos de su novio. Era el chico mas tierno que jamás había visto, siempre le veía el lado positivo a todo y como él, lo habían lastimado anteriormente. Por un tiempo, pensó en que el ex de Harley y Tony, deberían ser amigos. Pero alejó la idea tan absurda que rondaba en sus pensamientos. Las horas corrían, firmaba y sonreía constantemente. Se tomaba las fotos, así estuviera cansado y su mano comenzará a doler. Pronto el último fanático pasó.
-A nombre de...- dejó las palabras al aire, esperando respuesta alguna.
-Tony, Tony Stark.- el menor rápidamente subió la mirada, encontrándose con el mayor.
Lucía tan bien, con su cabello peinado y esas gafas de sol en sus ojos. Parecieran que los últimos 7 años no hubieran pasado en él. Pensó que era un sueño, sacudió su cabeza, pero él mayor seguía de pie ahí.
-¿Qué haces aquí? Deberías estar en Malibú, California.- mencionó Peter, volviendo la vista al libro y firmándolo.
-Quería verte.- respondió Tony, preparándose para la foto. Quedaban pocas personas, lo que hacía mas incomoda la conversación. Sabiendo que su novio los podía ver.
-Ya me viste, ahora vete.- dijo entregando el libro y recogiendo sus cosas.
-¿Por qué te comportas así conmigo?- preguntó Tony.
-¿Esperabas que te felicitara o algo parecido?
-No, esperaba que te alegraras de verme.- exclamó. -Peter, admite que aún me amas.
-¿Por qué haría eso?- habló Peter, comenzando a alterarse.
-Oye, se que pasamos malos ratos y quería enmendar eso.- respondió el contrario. -Volvamos a estar juntos. Como antes, prometo tratarte mejor.
La propuesta quedo al aire. Peter sonrió y negó.
-Tony, me lastimaste demasiado.- Habló el menor. -Te perdono, admitire que aún siento algo por ti. Pero no volveré contigo.
El mayor lo miró confundido. Él esperaba que el menor aceptará como solía hacerlo, no que lo rechazara.
-¿Por qué?
-Tony, me voy a casar. Con alguien que si me valora y que jamás me arriesgaría a perder.- respondió Peter. -Lo siento, llegaste demasiado tarde.
Fueron las últimas palabras, antes de caminar hacia su prometido y besar sus labios. Tomó su mano, entrelazandola con la suya y saliendo del local, seguido por sus amigos, quienes notaron al mayor, evitando que los siguiera.
Tony sólo pudo quedarse parado ahí, observando a Peter irse. Y tal vez, por primera vez, su frío corazón, acababa de romperse.
"Something's gotta give, something's gotta break"
