Capitulo 2: Escorpion Rojo

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El pelirrojo observaba la escena que se acaba de encontrar, un chico rubio de pelo largo y ojos azules estaba siendo tatuado por su compañero de celda Kakuzu. Se fijo con detenimiento en el cuerpo del rubio para luego subir su mirada hasta el cuello. -
Al parecer era nuevo porque no estaba "marcado" o al menos no todavía.
¿Está sonrojado? Seguro pensaba que era igual a esos degenerados pero no estoy ni en lo mas minimo interezado en el.- pensó

Ahora que lo recordaba escucho algunos rumores sobre la llegada de un tal "artista explosivo" ¿acaso ese chico era tal terrorista? Se pregunto para si mismo el ojimiel.

-¿Que? Acaso te gusto la rubia pinocho - se burlo el peliblanco al ver que el pelirrojo no le sacaba la vista de encima. Este simplemente ignoro el comentario y se fue hacía su escritorio para luego sacar algunos cuchillos y empezar a tallar algo en un trozo de madera.

El rubio mantenia la miraba baja, le incomodo mucho la mirada de aquel pelirrojo sobre su cuerpo. Para la suerte de el rubio, el pelirrojo llamado Sasori era increíblemente sexy y ahora que lo recordaba era unos de los candidatos que le propuso Hidan. Pero había un problema,¿acaso el era gay? Nunca estuvo con alguna chica ni menos con un chico. Su trabajo le impedía establecer algun tipo de relación y no porque se lo prohibieran sino más bien por el tiempo.
Era cierto que se dio cuenta de los sentimientos que Obito mantenia hacía el, pero siempre se engañaba mentalmente que solo era parte de su imaginación.

-Listo Deidara, con esto agarraras un poco más de respeto, pero te lo advierto. Apenas estés solo alguien podría intentar propasarte contigo- le advirtió Kakuzu, pues quien diría que alguien como el sintiera lástima por el rubio.

-Tsk no seas así Kuzu, trataremos de que eso nunca pase -le reta Hidan, aunque en el fondo sabía mejor que nadie lo que podría llegar a pasarle- Hey Sasori, no te gustaria tener una gema?

-A mi no me metan en sus tonterias- contesto el ojimiel quien seguia en lo suyo.

-Después de todos estos malditos años que has estado acá aun quieres permanecer solo?! Acaso estas en celibato ¡¿o que?!- grito el ojivioleta, no podia creer que rechazará tal oferta, despues de todo Deidara no estaba nada mal.

-Hidan tiene razón, deberías ya estar pensando en alguna gema y que mejor que un chico virgen -le dijo el ojiverde tratando de convencer a su compañero.

-¡¿Como mierda saben que soy virgen?¡ -pregunto el rubio exaltado

-Se te nota a leguas rubia -le respondio el peliblanco de lo mas normal

Sasori simplemente no contesto, el no estaba interezado en nada de eso. Solo seria una molestia mas y ya le bastaba con tener al peliblanco prácticamente todo el día en su celda por culpa de Kakuzu.

-Vamos Akasuna, acaso el chico es mucho para ti?- le desafío Hidan, quería provocar al pelirrojo para que este aceptase la propuesta- esta bien si aceptas, te prometo que no te molestare más!

El pelirrojo paro en seco. Esa era una oferta muy tentadora, pues desde que su compañero de celda había conocido a Hidan, este siempre lo molestaba de alguna manera sacandolo de quicio interrumpiendo su tranquilidad. Y para colmo se ponían a tener sexo salvajemente mientras el trabajaba con sus implementos. Era algo sumamente asqueroso e incomodo. Dirigió su mirada al rubio y luego a Hidan, esbozo una sonrisa. Ya habia tomado una decisión.

-No quiero tener que escuchar tus gemidos de perra otra vez, quedo claro?- le dijo finalmente el pelirrojo ganandose un salto de victoria por parte de Hidan- lo ayudaré a mi manera, espero que les quede claro. Ahora dejenme solo con el.

Sin hacerlo esperar más Kakuzu y Hidan salieron de la habitación rápidamente para que este no cambiase de opinion dejando al pelirrojo y al rubio solos en la celda.

ASESINOS TRAS LAS REJASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora