ASESINOS TRAS LAS REJAS

Capitulo 3: Invitación

-¿quien eres?- pregunta el azabache colocándose a un lado del rubio para inspeccionarlo con la mirada.

-soy parte.. bueno era parte de la mafia de kabuto, trabajaba junto con obito.. tu primo -respondio el rubio con sierto nerviosismo en su voz.

-sígueme- le dijo el azabache para caminar hacia la salida.

Deidara siguió de cerca los pasos de itachi que lo guiaban hacia otro patio que no había visto antes. El ojirojo apoyo su espalda contra el tronco de un árbol cerrando sus ojos y cruzando sus brazos.

-¿no te diran nada por matar a esos tipos?-.

-ve al grano, ¿qué quieres?- pregunto el azabache de manera directa posando sus ojos en el rubio de ojos azules.

-quiero salir de este lugar pero necesito un aliado, se que eres uno de los mejores mercenarios y necesito a alguien de confianza-.

-¿piensas que soy de confianza?- pregunto intrigado el uchiha haciendo que el rubio asintiera levemente-¿obito te hablo de mi?-.

-enrealidad mi maestro, madara-.

-ya veo..-itachi solto un suspiro para luego recomponer su postura.

-¿aceptas?-.

-no te puedo confirmar nada, pero es muy probable que te llamen pronto- diciendo esto último el uchiha camino hacia otro lugar.

-¿eh? oye espera!!!- exclamó deidara tratando que itachi volviera pero este solo lo ignoro dejandolo completamente solo.

-tsk porque todos los uchihas son tan especiales-.se dijo a si mismo

Camino hacia hasta llegar a su celda encontrándose con hidan hechando en su cama con unos audifonos puestos que al percatarse de la llegada del rubio se levanta de golpe.

-¡¿dónde demonios estabas?!-.

-tuve algunos inconvenientes pero ya los resolví-.

-no me digas que tu mataste a sai y a neji?-.

-no.. fue itachi-.

-asi que finalmente te encontraste con la comadreja-.

-algo asi- respondio el rubio con una media sonrisa. El peliblanco lo miro con confusión, no conocía muy bien al rubio pero podria jurar que estaba tramando algo, aún asi no quiso preguntarle nada.

Las horas transcurrieron rapidamente, mientras que deidara y hidan solo hablaban cosas triviales sin importancia hasta que llego la hora de la merienda donde un guardia les trajo dos bandejas para ambos.

-Estoy aburrido hm -dijo el rubio con desgano

-Pues date la idea de que pasaras toda la maldita vida en este basural-dijo el peliblanco dando el primer bocado a su sándwich.

-pensé que al menos no estariamos tanto tiempo en la celda hm-.

-eso es porque hoy es jueves, mañana hasta el domingo nos dejaran con las puertas abiertas todo el día-.

-¡¿Encerio?! Eso es genial hm-.

-te ves mucho mas confiado rubia-.

-eso es porque no falta mucho para que me valla de este maldito lugar hm -le contesto el ojiazul para luego dejar su bandeja vacia a un lado y acostarse en su cama- buenas noches.

El peliblanco por su parte no contesto, solo se reía para si mismo, dejaria al rubio soñar despierto. Imitandolo se acosto en su cama y decidio dormir.

Al dia siguiente los despertó el timbre que sonó prácticamente en toda la cárcel dando a entender que dejarian las puertas abiertas, deidara por su parte seguia somnoliento, en modo zombie entró hasta la ducha de su celda para poder despertar del todo. Al salir de la ducha se vistió rapidamente y seco su larga cabellera con cuidado, se delineo los ojos y se peino dejándolo completamente suelto.
Salió tranquilamente del baño después de su relajante y agradable ducha tarareando una canción para luego callar inmediatamente al ver la escena que se encontraba literalmente frente a sus virginales ojos.