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Antes de empezar quiero especificar que este es el último libro de una saga, formado por "¿Adonde de fuiste, Deku?", "¿Salvarlos o Matarlos?" Y "Arreglando el futuro"
¡Gracias por leer!

•••

Beep beep

Se sentía cansado, no quería levantarse, así que hizo su mayor esfuerzo por volverse a dormir, a pesar del ruido constante que lo molestaba

Beep beep

El despertador sonaba extraño, pero no le tomó importancia. Él quería seguir durmiendo

Beep beep

Ya estoy despierto...— murmuró con los ojos cerrados, inmediatamente oyó como algo caía al suelo, en ese momento abrió los ojos

Al contrario de lo que había pensado, Katsuki Bakugou no se encontraba en su habitación, sino más bien en una cama de hospital

En ese momento, los recuerdos invadieron su mente, Midoriya, Kaminari, Todoroki, Dabi, ¡Todo!

Miró a su izquierda con un gran esfuerzo, de sentía débil. Ahí estaba una enfermera, lo que había oído caer eran unos documentos, que seguramente ella llevaba en la mano.

Se acercó a él, y aseguró que, efectivamente, había despertado.

—¿Q-Que ha pasado?— le preguntó a la enfermera

—Debes estar muy confundido y seguramente tienes muchas preguntas, pero, ¡Por favor, espera!

Bakugou intentó reclamarle, pero no tenía fuerzas para hacerlo, se sentía muy, muy débil.

La enfermera tocó unos botones arriba de su camilla y a los pocos minutos un doctor apareció por la puerta.

—Es un gusto tenerte de vuelta, Bakugou-kun— dijo el doctor sonriendo —Han pasado muchas cosas desde que te dormiste

—¿Eh?

A Katsuki le hicieron varios exámenes, los cuales los pasó todos. Su memoria estaba perfectamente, y no tenía ningún efecto secundario como podía ser la amnesia o el no poder caminar.

Lo que más le sorprendió es que hubieran pasado dos años desde que había caído en coma, ¡Dos años!

¿Lo puedes imaginar? Estuviera a punto de graduarse de sus estudios en la UA. Su cabello estaba muy largo, para que no le estorbara se lo recogió en una coleta baja.

—Tú padre te está esperando afuera— le dijo el doctor mientras le desconectaba de la máquina que hacía ruido —Puedes ir a verlo, pero no te exijas demasiado.

Bakugou asistió, confundido por el hecho de que su madre no estuviera presente, pero no le tomó mucha importancia.

Jamás había notado el esfuerzo necesario para caminar, su cuerpo estaba muy débil. Había perdido su forma física, y a pesar de no poder decir que estaba "gordo", tampoco estaba como antes; tenía una complexión bastante normal.

Abrió la puerta, y ahí estaba Masaru Bakugou, con lágrimas en sus ojos. Cuando lo vio su mirada se iluminó y sonrió por primera vez desde hacía varios años.

Se levantó y salió corriendo hacia él, envolviéndolo en un cálido abrazo. El chico, a pesar de su orgullosa personalidad, no pudo evitar aferrarse a su padre mientras lloraba. Hacia bastante tiempo que no lloraba así, pero dada la situación era casi imposible evitarlo.

Masaru le acarició la cabeza con amor mientras cerraba fuertemente sus ojos. Estaba feliz.

Su esposa, Mitsuki Bakugou, había fallecido hacia unos cuatro meses por un ataque villano y gracias a los pocos héroes que habían, la muerte por un ataque villano era algo común. Masaru estuvo a punto de rendirse com su vida, ¡con todo!

Sin embargo recordó la alta probabilidad de que Bakugou despertase, y sabía que debía estar con él cuando eso pasara.

Y gracias a eso, él estaba ahí, abrazando a su hijo.

Ambos se dirigieron a su casa, y Bakugou se la pasó pensando en todo lo que le había pasado y todo lo que debía hacer

~Debo reunirme con All Might~ pensó el chico, sin estar enterado de nada ~Él me dirá que dejo hacer

Cuando el automóvil se estacionó frente a su casa, Masaru invitó a Bakugou a sentarse en el sofá. Le tenía que decir, no lo podía ocultar por más tiempo.

—Katsuki... se que debes estar muy confundido, pero necesito hablar seriamente contigo...— le dijo Masaru mientras le miraba a los ojos

—¿Q-Que pasa?— pregunto, algo asustado por el tono en el que su padre había dicho esas palabras

—Es... Es sobre tu madre— le dijo— Mitsuki... tu madre... ella falleció hace cuatro meses

Bakugou no reaccionó, se quedó pasmado, sin mover un solo músculo. Parecía como si no había oído esas palabras.

—¿Que clase de broma es esa?— pregunto sin moverse, sus manos temblaban —No es gracioso, papá...

—Katsuki...— Masaru lo atrajo hacía su cuerpo, Bakugou no lo alejó, pero tampoco devolvió ese gesto. Tan solo se quedó quieto, mientras lágrimas caían por sus mejillas.

Masaru quería mostrarle todo su amor a su hijo, pero no tenía ni idea de que decirle para poder apoyarlo. Claro, él también estaba pasando por un momento difícil, pero para un padre, su hijo o hija siempre va primero.

Bakugou se quedó dormido en los brazos de su padre, y Masaru recordó cuando Bakugou era apenas un niño y lo podía cargar en brazos a su cama.

Bakugou Katsuki ya no era un niño, era un adolescente con dieciocho años. Masaru ya no era capaz de cargarlo hasta su cama, ni tampoco podía leerle cuentos hasta que se quedara dormido.

Lo único que estaba en sus manos era traerle una cobija, y taparlo mientras dormía en el sofá de la sala. Masaru se acosto en el suelo, junto a él, deseando que aquellos días tan distantes regresaran.



Hola!

No me maten por matar a la waifu suprema, pero esta historia es trágica y dramática, así que muchas tragedias pasarán a lo largo de este libro... créanme xd

Sayonara!!

Arreglando el futuro | BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora