Juntaban sus labios el mayor tiempo posible para demostrar lo mucho que se habían extrañado y lo mucho que deseaban estar el uno con el otro.
Ahora era la princesa quien iba aumentando la pasión y el calor en su contacto, deseando volver a unir sus cuerpos en un vaivén erótico que enloquecida su mente de sobremanera.
Sus labios rosados fueron bajando por la barbilla del hombre, siguiendo con su cuello y terminando con un delicado beso sobre una cicatriz que sobresalía por el hombro derecho.Dejó la mariquita sobre una mesita de madera que estaba cerca de ellos, y luego regresó para abrazar el torso del hombre y acariciarlo con amor y cariño. — Ahora yo estoy contigo, y no dejaré que nada te haga daño otra vez, Chatón.
Chat, o Adrien, la apego más a su pecho y le dio un beso en la coronilla.
Acuno su rostro y susurró sobre sus labios. — ¿Eso significa que escapara conmigo, princesa? ¿Navegaria conmigo sin rumbo alguno?— Nada me haría más feliz, mi Capitán. — Le sonrió.— Pero por ahora solo deseo que me hagas tuya otra vez.
Él se aventuró a besarle y usar su lengua para acariciar su labio inferior, pidiendo permiso para introducirla dentro de su boca y juguetear dentro de ella.
Le daba pequeños pero suaves mordiscos que la hacían suspirar de vez en cuando.Marinette, se separó ligeramente para continuar con lo que había comenzado y siguió su reguero de besos por el pecho del muchacho, acariciandolo con sus manos y lengua y escuchando como respuesta sus jadeos.
Se acomodo mejor para que su entrada quedara justo encima del erecto miembro y con su mano ayudó para que se introdujera dentro de ella sin complicaciones.— Ahh... Adrien... —gimoteo su nombre al sentirlo por completo dentro.
El capitán apreso los redondos pecho en cada una de sus manos y usó sus pulgares para estimular los endurecidos pezones. La sintió moverse de un lado a otro, así que tuvo que dirigir sus manos a sus estrechas caderas para marcar un ritmo sensual.
— Tú eres el único tesoro que me importa, Marinette. — Susurró en su oído para después lamerlo, provocando que más gemidos saliesen de sus labios.— Y quien va a volverme loco.
La tomó de sus nalgas para ayudarle a subir y bajar sobre él. Cuando por fin marcaron el ritmo perfecto para ambos, el joven se atrevió a tomar uno de sus botones rosados entre sus labios.
Los gemidos de la princesa comenzaban a ser más audibles con cada embestida y para no ser descubiertos por los morbosos de la tripulación, el capitán procedió a silenciar aquellos excitantes sonidos con besos intensos y pasionales.
Marinette al sentir que estaba al borde del clímax, se movió con más impetu y se abrazó aún más a su amado, apresando y despeinando sus cabellos rubios y sucios entre sus dedos.
— Adr-ien... Creo que voy a... Ahh... — susurró ocultando su rostro entre el hueco de su cuello, sin detenerse y pidiendo un poco de ayuda al rubio, pues de por sí estaba débil, ya se estaba cansando de moverse por si misma.
Él la ayudó moviendo sus caderas y subiendo su pelvis para llegar más profundo. — Ya preciosa... Ya casi...
Y así, juntos alcanzaron un maravilloso orgasmo que los dejó completamente satisfechos.
— Adrien. — le habló en un tono bajo y recuperando su respiración.
— ¿Si, mi princesa? — respondió en las mismas condiciones, abrazándola con cariño.
— ¿Cómo fue posible que sólo ustedes tres hayan robado un barco lleno de guardias españoles?— preguntó, sacándole una carcajada a su amantes.
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Trésor Divin [AU MLB +18]
Fanfiction~ Historia corta de MLB AU~ ||MARICHAT/ ADRINETTE|| La princesa de Francia, Marinette, quien está a días de casarse, ha sido secuestrada por una tripulación de piratas, siendo el Capitán el más deseoso de tenerla a bordo. ¿Será que aquello fue mera...