Amor intenso...

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Itachi:

Llevaba a Sakura entre mis brazos, dirigiéndome a nuestra habitación, su actuación y la forma en que disfruto las caricias de ese tipo, me dejaron pensando, la verdad es que ella es muy joven aún y no ha experimentado lo suficiente, a decir verdad, yo tampoco lo he hecho, pero no me voy a quedar de brazos cruzados viendo como alguien aprovecha esa situación. Noté muy nerviosa a Sakura, tal vez cree que la voy a reprender, el único culpable aquí soy yo por no expresarme más, logrando que ella no pueda corresponderle a nadie, pero ahora mismo me encargaré de eso.

Entramos a la habitación, la dejé en la cama y regresé para cerrar la puerta con un sello, ella me veía sorprendida, tal vez no esperaba lo que planeaba hacer, me acerqué a ella mientras me quitaba la capa y la camisa, ví como su rostro se tornaba color carmín, el aroma de su exitación me embriagaba de tal forma que deseaba probar sus fluidos, bajé lo que quedaban de sus pantalones rasgados junto con sus bragas, activé nuevamente mi Sharingan, no quería olvidar ni un solo momento de ésta noche... Separé sus piernas y comencé a deslizar mi lengua con delicadeza sobre su sexualidad, ese sabor, debo admitir, era adictivo para mi, volteé a ver a Sakura, quería grabar cada gesto de su cara en mi memoria, cerró sus ojos y abrió su boca para dejar salir una serie de jadeos que lograban exitarme, retiró su camisa y brasier mostrándome una bella vista de sus pechos desde aquí abajo, llevé mi mano hasta uno de sus pechos y comencé a jugar con su pezón, lo acariciaba con tal suavidad que ella se arqueó hacía atrás soltando un fuerte gemido que, estoy seguro, se escuchó en toda la guarida. Sentí su mano posarse en mi cabeza, apoyándose para después empezar a mover sus caderas instintivamente de atrás hacia adelante en mi cara, esos momentos y esa expresión lograron que mi erección se endureciera de tal manera que no resistía más el no estar dentro de ella.

- Ita... Itach...¡ah! ¡Aahh!

Me separé de ella e introduje un par de dedos dentro de ella mientras que con mi pulgar estimulaba su centro.

- dilo, Sakura... Di mi nombre. - supliqué.

Sentí sus interior contraerse, ella tembló un poco, había llegado a su límite.

- ah..ah... Itachi-kun... ¡Ahh! ¡Itachi!

Apenas se recuperó un poco, se abalanzó hacia mí para comenzar a besame de una forma tan desesperada y exitante. Introdujo su lengua en mi boca, jugando con mi lengua, bajé mi pantalón para poder entrar en ella, ya estaba bastante desesperado por hacerlo, la tomé de sus glúteos para acomodarla sobre mi miembro pero justo antes de hacerlo, ella se quitó de encima para después sentarse sobre mi pecho con ambas piernas separadas y dándome la espalda se inclinó hacia adelante para después introducir mi miembro en su boca, no pude evitar soltar un gruñido cuando sentí su lengua recorrer mi pene, su trasero se movía en sincronía con los bombeos de su boca dejándome disfrutar de una espectacular vista de éste, apreté sus nalgas con fuerza para después darle una palmada, Sakura soltó un gemido muy fuerte, el sonido de la palmada junto con su gemido hizo que me cegara, un escalofrío recorrió mi cuerpo, no dejaba de jadear por cada succión que sentía en mi miembro.

- ¡Ahh! ¡Sakura! Chiquita... ¡Aah! ¡Aahh!

Sentí como me corría dentro de su boca, eso no pareció molestarle, se retiró y se puso de nuevo sobre mí, me dió una mirada que terminó por enamorarme mas de ella mientras abría su boca y sacaba su lengua dejando caer mis fluidos sobre uno de sus pechos lo que ocasionó que yo me quedara boquiabierto ante tal escena.

Sin pensarlo me levanté y la cargué hasta llevarla de nuevo a la cama, la acomodé a gatas frente a mí para después penetrarla, primero lo hice despacio y conforme ella se acostumbraba a mí, fuí aumentando la fuerza y la velocidad de mis embestidas, con cada choque, ella se inclinaba un poco más hacia adelante, ocacionando que mis penetraciones fueran mas profundas, mas placenteras.

El verla en esa posición, jadeando, gimiendo, gritando mi nombre... Me volvía loco de pasión por ella.

Sentí como su interior se estremecía y se contraía apretando mi miembro, de nuevo llegaba a su límite, después de unas estocadas más yo también terminé de hacerla mía una vez más. Ambos, agitados, nos recostamos para descansar un momento, ninguno de los dos estaba lo suficientemente cansado para caer en el sueño, recostado, a un lado de ella, ambos con la respiración agitada aún, acaricié su rostro, ella me sonrió y dejó salir una pequeña risa la cual correspondí de la misma forma.

- te amo, Itachi-kun.

- te amo, Sakura-chan.

De su rostro salían unas lágrimas mientras aún seguía sonriéndome, era hermosa, realmente hermosa.

- ¿Qué pasa amor? ¿Te lastimé? - pregunté preocupado.

- no, para nada, es solo que siento que lo nuestro es mucho mejor de lo que había soñado alguna vez tener.

- eres lo mejor que me ha pasado, hermosa, no pienso perderte por nada.

Nuestros labios se unieron nuevamente de manera apasionada, de nuevo un calor invadió nuestros cuerpos, haciendo que quisiera hacerla mía una vez mas esta noche.

Acomodé mi cuerpo sobre el de ella y acaricié cada rincón de su cuerpo de manera sutil sin tratar de lastimarla, ella separó sus piernas envolviendo mi cadera con las mismas, me introduje de nuevo en ella y comencé a mover mis caderas, Sakura besaba mi cuello de tal forma que hacía que mis ojos rodaran hacía arriba, esa mezcla de sensaciones logró que me corriera antes del tiempo esperado, mi niña solo sonrió e impulsó mi cuerpo hacia un lado para así poder subir sobre mí una vez más, acomodó mi miembro en su entrada y se sentó sobre mí, era una sensación tan gratificante sentir mi pene topar en el fondo de ella, apoyó sus manos sobre mi pecho y empezó a mover sus caderas.

¡Carajo! Esos movimientos tan sensuales sobre mi cuerpo ocacionaron que está vez sea yo quien esté gimiendo y gruñendo en voz alta, casi a punto de gritar. Sakura jadeaba e inclinaba su cabeza hacia atrás, estuvimos a punto de corrernos de nuevo al mismo tiempo cuando ella cesó sus movimientos, la ví temblando, tratando de contener su orgasmo, tomé sus caderas y las levanté y bajé una y otra vez, ella comenzó a gemir con fuerza al igual que yo, el impacto de su trasero callendo sobre mí me hacía sentir un escalofrío tan electrizante que no deseaba que terminara nunca, ambos nos corrimos por última vez esa noche; mi reina se dejó caer sobre mi pecho, así que la abracé, volteé a ver la hora, eran las 4:35 AM, besé la frente de mi ya dormida mujer y sin dejar de abrazarla me dejé caer en los brazos de Morfeo.

Gracias Sakura Haruno de Uchiha...

Gracias por amarme tanto...

Estocolmo (ItaSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora