Infidelidades

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Una tormenta arreciaba en el bosque, Obito y Sakura decidieron refugiarse en una cueva que encontraron cerca de ahí, empapados, con un viento agresivo y además un frío que recorría sus cuerpos... Una fogata era su única fuente de calor, de ésta dependería que su sueño fuera cómodo...

Sakura se quitó el vestido y lo dejo extendido sobre una roca para que se secase más rápido, ya no le apenaba tanto ser vista por Obito, después de todo, anteriormente estuvieron en una situación realmente incómoda que terminó logrando que ambos se sintieran con aún más confianza, el Uchiha, por su parte, también se deshizo del traje que llevaba puesto, tomo su mochila y sacó ambos cambios de ropa para poder protegerse del frío... Después de vestirse, la ojijade se sentó frente a la fogata esperando disipar el temblor que el clima le ocasionaba.

Obito notó su malestar, tomó su capa, se acercó a ella para sentarse detrás y abrazarla, cubrió el cuerpo de su amiga con la capa y la abrazó.

O: ahora estaremos protegidos del frío.- dijo tranquilo.

S: gracias... Obito-kun.

El azabache no podía resistirlo más, tenía que hablarle de lo que sentía por ella... De como había aliviado su corazón con su sonrisa, después de tanto tiempo de haber sufrido...
Acunó su rostro en el cuello de Sakura, disfrutando de su lindo aroma natural, ella simplemente no podía negar que amaba las caricias de su amigo, tenía cierta atracción hacia él, por eso le permitía acercarse de esa manera.

O: Sakura... Tengo que decirte esto antes de que me arrepienta.- susurró en su oído.

La Kunoichi asintió para que Obito prosiguiera con sus palabras.

O: te quiero... No sé en qué momento pasó exactamente pero... Ahora eres una nueva luz en mi mundo, me sacaste del infierno donde me encontraba...- dijo abrazándola con fuerza.

Haruno sonrió ante las palabras del Uchiha, se sintió feliz de saber que sentían lo mismo uno por el otro.

S: también te quiero, Obito... Te has vuelto en una persona muy especial para mí...
Y te juro que si no amara tanto a Itachi-kun te besaría con todas mis fuerzas en este mismo momento.- dijo con sinceridad.

O: entiendo hermosa... Solo, no quiero que nuestra amistad se vea afectada por esta confesión...

S: claro que no, yo te prometí estar contigo siempre y así lo haré... Tus problemas me pertenecen ¿Entiendes?

O: claro, así como los tuyos a mí, no importa que problema tengas Sakura, siempre estaré contigo para ayudarte en lo que sea...

S: gracias...

O: y sobre la cura de Itachi... Llegando te ayudaré como quedamos, nena.

Sakura no respondió, solo se acurrucó mas en el pecho de Obito, le gustaba sentir su calor, su cuerpo. Una risa salió de la boca del Uchiha mientras se terminaban de recostar en el suelo.

S: ¿Qué pasa?- preguntó confundida.

O: el cuervo nos va a delatar jajaja!

S: agh! Jajajaja! ¿Por qué crees que no te eh besado?- dijo jugando.

O: no lo sé, tal vez mis técnicas de seducción no son suficientes.- jugando.- no culpes al ave de tu amargura.

S: ¿Con que amargura eh?

O: ¡así es!

S: ya veremos...

Un ataque de cosquillas por parte de la pelirrosa se dió incansable en el cuerpo de Obito, ambos jugaron por un rato hasta que el sueño los venció y al fin pudieron dormir tranquilos...

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Mientras tanto en la guarida...

Itachi:

Me levanté de la cama, la tormenta me había despertado, eran las 3:25 de la madrugada, tal vez Sakura ya no tarde en llegar... Pero con esta tormenta lo mas seguro es que se halla refugiado, me dirigí a la cocina, me serví un vaso de leche, ya no tenía sueño y sentía un poco de ansiedad, no sé a que se debía pero me inquietaba bastante...

Escuché unos pasos acercándose a la cocina, la chica nueva se acercó tímidamente a la cocina, al parecer se sorprendió de verme sentado bebiendo leche a estas horas.

- hola..- dijo en voz baja para después servirse un vaso de agua.

I: hola.- contesté a secas.

- ¿Tampoco puedes dormir?

I: no, se me fue el sueño.- serio.

- comprendo...

I: ¿y tú tampoco puedes dormir?- pregunté tratando de no ser grosero o hacer que se sintiera incómoda en la guarida.

- no, la verdad, me asustan las tormentas.

I: hmp...

La observé detenidamente por unos momentos, tenía un blusón rojo casi transparente que permitía ver perfectamente bajo de él... No tenía ropa interior, su cintura era tan marcada que quería poner mis manos en ella, su cuerpo delgado, sus piernas largas llamaban bastante mi atención. No podía negarlo, era una mujer bella, subí mi vista hasta sus ojos, esos ojos que me veían con timidez pero que por alguna razón no dejaban de verme... Sentí mi corazón acelerarse, mi respiración se agitó un poco, ella se acercó a mí con lentitud pero de tal forma que me hipnotizara su andar, no resistí, me puse de pie y la cargué enredando sus piernas en mi cadera, la recargué en la pared y comencé a besarla mientras ella acariciaba mi rostro y cuello con sus manos...

 Sentí mi corazón acelerarse, mi respiración se agitó un poco, ella se acercó a mí con lentitud pero de tal forma que me hipnotizara su andar, no resistí, me puse de pie y la cargué enredando sus piernas en mi cadera, la recargué en la pared y com...

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No pude más, estaba tan exitado por el momento que me la llevé a mi habitación, la terminé de desvestir, besé todo su cuerpo con lujuria, retiré mis prendas y comencé a penetrarla desesperadamente, sus movimientos, sus acciones... Ella lo hacía como si realmente supiera de que se tratara esto, se notaba que tenía experiencia, algo muy diferente a lo que se sentía con Sakura...

Después de esa comparación me sentí culpable por la traición hacía la mujer que amo, pero esa mujer tenía algo que me hacía desearla... Juro por los dioses que no pude detenerme... No en toda la noche

Estocolmo (ItaSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora