Estocolmo (ItaSaku)

Misión seducción II

- bueno... Hay algo que quisiera decirle a Itachi en un futuro, si es que las cosas se dan bien entre nosotros...

Obito se acercó a Sakura, tomó su mano y su cara se formó decaída, triste y amargada, con una mirada llena de coraje.

- ¿Por qué esa cara?- preguntó confundida.

- solo entro en personaje, esta es la cara de Itachi, así la tiene siempre.- dijo jugando.

- claro que no, Itachi no usa esa expresión.- dijo molesta.

- ah ¿no? ¿Entonces cuál?

- emm... Deberíamos concentrarnos en el entrenamiento, Obito-kun.- dijo tratando de cambiar el tema.

- bien, empieza imaginando que soy Itachi para poder comenzar.

La Kunoichi asintió, cerró sus ojos un momento, recordó los acercamientos con su ahora novio y como se sentía, incluso aquel momento en que se entregó a él por primera vez.

- creo que cada bella palabra ya se ha dicho anteriormente, sin embargo debo decirte esto que siento por ti... Es como si tú, en vez de raptarme, me hubieses salvado de una amarga vida en la que me encontraba, es un sentimiento mágico, incluso hermoso. Tú eres... Una linda melodía que alegra mis pensamientos, nadie se compara, eres único y cada pensamiento que tengo sobre tí alegra mi corazón.

- Te amo.- dijeron ambos al unísono.

Óbito aclaró un poco su garganta mientras que la pelirrosa lo veía algo confundida.

- bueno, eso habría dicho Itachi ¿No?- justificó.

- sí... Aún así, pienso hablarle de mis sentimientos cuando sea el momento indicado.

Mientras tanto el ninja, aún oculto, no dejaba de sonreír ante las bellas palabras de su mujer, hoy estaba dispuesto a amarla toda la noche...

- ahora hablemos de sexo.

Los ojos de Itachi se abrieron asombrados - ¿Qué pretende hacer este idiota?- se preguntó a sí mismo mientras seguía observando.

- quiero que te apegues lo más que puedas a la actuación, no te muestres nerviosa, quiero que estes segura de ti misma, ahora, sedúceme.

- ¡hai!

En ese momento Sakura puso en práctica todas las enseñanzas de aquel curso de seducción al que había asistido hace tiempo, para Itachi, fué como si su amada se hubiese convertido en otra mujer...

La ojijade se alejó un poco, se ocultó detrás de un árbol y rasgó sus prendas para mostrarse un poco más provocativa, al estar lista, salió de su escondite y pudo ver a un muy relajado Obito esperándola con los brazos cruzados, dió un suspiro y comenzó a acercarse, su mirada cambió a una más inocente y sutilmente veía al ninja frente a ella, el azabache la observaba con detalle, notó el cambio en sus prendas y su mirada, había algo en esos ojos que llamaba su atención, no era solo simple actuación, Sakura pasó a un lado suyo guiñándole un ojo, lo que provocó una sonrisa en él...

- tal vez... Tú podrías ayudarme...- dijo inocentemente.

- tal vez, preciosa, depende de qué estemos hablando.- trató de sonar desinteresado.

- un encuentro privado, guapo, ¿Qué más podría ser?- dijo acariciando su espalda con el dedo índice de abajo hacia arriba.

-podrían ser más cosas, hermosa, muchas más cosas... Pero eso depende de tí.- realmente se estaba metiendo en el personaje al punto de olvidar que estaban actuando.