2. Otras alas

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Punto de Inflexión:  En matemáticas, el punto de inflexión es aquel en el que una curva pasa de un tipo de concavidad a otro. Coloquialmente, esta expresión se utiliza para señalar un hecho que hace que la vida cambie. A veces de forma más sutil, y otras de manera más súbita.

Para Natalia Lacunza, el primer punto de inflexión en su vida se produce con el nacimiento de su hermano.



Pamplona, 1919

- Nat, cariño, acércate. No tengas miedo

Natalia obedece a las palabras de su madre, y lentamente camina hacia la cama de sus padres.

De pronto siente las manos de su padre cogerla con seguridad por las axilas para ayudarla a sentarse en el borde del fino colchón. Natalia arruga un poco la nariz, y dirige su mirada hacia sus manos, sin saber muy bien qué hacer.

- Natalia - Llama él. Ella levanta la vista para encontrarse con la sonrisa amable de su padre - ¿Quieres conocer a tu hermano pequeño?

La pequeña asiente y observa como su padre reajusta las almohadas detrás de la espalda de su madre para que pueda incorporarse más. Sujeta un burruño de sábanas contra su pecho, y Natalia se acerca un poco más para intentar ver mejor.

Entonces, entre el blanco de las sábanas, distingue la cabecita de su hermano. 

- Hola Santi - Susurra - Yo me llamo Natalia

La mujer, aún algo débil por el cansancio, ríe y acaricia con su mano libre la mejilla de su hija con cariño.

- Natalia, ¿quieres coger a tu hermano? - Rápidamente, la niña mira hacia su madre con los ojos muy abiertos.

- ¿Yo?

- Claro - Sonríe. 

Natalia traga saliva audiblemente y se llena el pecho de aire para prepararse. A partir de ahora es la hermana mayor, y es su obligación ayudar a sus padres a cuidar de Santi. Eso le había dicho su madre, y eso Natalia se lo tomaba muy en serio. 

Mikel se acerca a su esposa y ésta deja al pequeño Santi en sus brazos. Entonces, se gira hacia su hija mayor, que sigue con atención cada uno de sus movimientos.

- Mira, tienes que tener cuidado con su cabeza - Le demuestra cómo debe hacerlo y Natalia asiente, muy concentrada. Una vez parece que su hija ha comprendido cómo debe coger al bebé, Mikel sonríe - ¿Preparada?

- Sí, papá - Deposita con cuidado al pequeño en los brazos de su hija, quien hace todo tal y como le había explicado. Se queda cerca por si acaso, pero no parece que vaya a hacer falta. 

Natalia está inspeccionando con extrema curiosidad a la personita que ha pasado a formar parte de su familia y de su vida ese mismo día. 

- Está muy rojo - Comenta con el ceño fruncido.

Ana, su madre, ríe ante del cándido comentario de su primogénita.

- Sí, es verdad - Asiente - Pero eso es normal, cariño. No te preocupes

Natalia sonríe complacida. Entonces, se atreve a tocar una de sus manitas con la yema de su dedo. 

- Soy tu hermana mayor - Le explica al pequeño, que se mantiene con los ojos cerrados, ajeno al resto del mundo. - Papá y mamá me han pedido que cuide de ti 

La pequeña mano del recién nacido se agarra al dedo de su hermana y un sentimiento extraño se instala en el pecho de la niña. En ese momento se da cuenta de que, aunque sus padres no se lo hubieran pedido, cuidaría de él de todas formas 

The last time I saw Paris | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora