Culpable

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Daryl se lleva las manos a la cabeza ¿Acaba de cogerle el culo a Carol y decirle que le gusta?
—No, no, no, no —se repite.
Eso no puede estar pasando ¿Cómo va a mirarla ahora a los ojos? A lo mejor no quiere volver a verlo ¿En qué coño pensaba para tocarla? no, mejor preguntarse ¿En qué coño pensaba para invitarla a pasar la noche en su casa? ¡Janet podría haberla visto!
—¡Y tú bájate ya! —gruñe a su miembro que parece no haberse enterado de la gravedad de la situación.
Escucha a Lilly de vomitar en el piso de arriba.
—Mierda, la pizza —recuerda. Debió haberle hecho caso a Andrea y nada de eso habría pasado. Ni le habría tocado el culo a Carol, ni la habría invitado a cenar ni Lilly estaría poniendo el suelo de la habitación perdido.
—¡Daryl! ¡Por dios, que asco! —grita Janet.
Daryl se levanta apresuradamente y corre escaleras arriba.
Janet mira asustada su maravilloso suelo de mármol. El ácido del vómito se comerá todo el brillo.
—¿Acaso no sabes utilizar el baño? —pregunta enfadada.
Lilly la mira con gesto triste.
—Lo siento, tía Janet —se disculpa en un sollozo.
Sabe que la pizza le sienta mal, pero es que está tan deliciosa...
Daryl llega hasta ellas y mira a Lilly con su pijama todo lleno de vómito mirándole con los ojos llenos de lágrimas. Se siente tan culpable de que esté así...
—Oh, vaya... Ven aquí mi vida, vamos a cambiarte —dice con suavidad tomándola en sus brazos.
Janet resopla incrédula.
—¿En serio? ¿Eso es todo? ¿Has visto cómo está el suelo?
—Lo recogeré en cuanto le cambie el pijama.
—Se va a comer todo el brillo ¿Sabes el dinero que...
—¡Te he dicho que lo limpiaré en cuanto la cambie! ¡Hay prioridades y no es el puto suelo! —grita harto de tantas tonterías. Siempre igual, preocupándose por gilipolleces.
Ella no dice nada, sencillamente se marcha a trabajar.
—La tía Janet se ha enfadado conmigo —murmura Lilly metiendo un brazo en su pijama limpio —¿Y mi hada? —pregunta al recordar a Carol que ya no está.
Daryl sonríe, supone que despertó de madrugada y la vio durmiendo a su lado.
—Ya se fue.
—Jo... pues tengo que devolverle esto —se dirige hasta donde oculta las llaves de Carol y se las muestra a su tío.
Daryl la mira esperando explicaciones.
—Quería que durmiese contigo porque cuando los mayores duermen juntos se enamoran, pero no funcionó —explica su lógica.
Daryl toma las llaves y suspira.
—No vuelvas a hacer eso ¿Entendido? Ella está con Bo...Tobin y yo con Janet ¿Para qué quieres que estemos juntos.
Lilly se encoge de hombros.
—Es guapa, tiene una sonrisa muy bonita, me quiere y ella no me habría regañado por vomitar.
Y Daryl calla ¿Qué decir? Si lo más seguro es que sea verdad.

**********

Carol llama a la puerta de su casa. Aún está nerviosa por lo que acaba de vivir ¡Le ha cogido el culo! ¡Daryl le ha cogido el culo y dicho que le gusta!
—Increíble —sonríe mordiéndose el labio en el recuerdo, y al momento se regaña ¿Cómo puede disfrutar de ello? ¡Está casado y ella ama a Tobin! No le puede gustar lo que él ha hecho. Quiere pensar que lo que siente es simple excitación por el tiempo que lleva sin sexo. Sí, será eso y nada más.
Lo que ahora teme es como mirar a Daryl a los ojos, ¿Qué decirle? ¿Debe pedirle perdón? no, en todo caso él que es quien le tocó el culo ¿Se arrepentirá de haberlo hecho? Espera que no, o mejor sí, o... ¡No sabe! Lo más sensato es que se arrepienta, tiene pareja, no puede ir por ahí tocando culos ajenos.
Sonríe como una idiota recordando la noche que le confesó lo de su erección. A lo mejor lleva deseando meterle mano desde ese día, y por eso...
Tobin abre la puerta.
—¿Dónde estabas? —pregunta en tono molesto.
—¿Qué dónde estaba? ¿Dónde estabas tú anoche? ¡He tenido que dormir con Lilly porque tú no me abrías —regaña con su dedo acusador.
—Y las llaves —pregunta Tobin, y el dedo acusador de Carol muere —. Las olvidaste de nuevo ¿Verdad?
—¡Calla! —gruñe a modo de respuesta y entra en casa.

**********

Merle mira sus pies hundidos en la arena.
El día ha amanecido espléndido, no hay ni una sola nube en el cielo, hace calor y el mar se presenta en calma, por lo que han decidido pasar el día en la playa.
Mira a Andrea, tumbada al sol esperando volver a Georgia con un lindo bronceado.
—Te vas a achicharrar, cariño —avisa, pero ella le ignora descaradamente.
Las mujeres y su manía con ponerse morenas.
Mira hacia la orilla, la gente pasea despreocupada por ella luciendo tipo.
—Oye, podríamos montarnos un ménage à trois con alguno de estos —bromea en un intento de llamar su atención.
Andrea levanta la cabeza y mira hacia la orilla a través de sus gafas.
—Claro, pídeselo al muchacho de los auriculares.
Merle mira hacia el lugar.
—A ese no lo toco yo ni con un puntero láser ¡Es un tío! No digas tontería.
—Has empezado tú —sentencia.
Vuelve a tumbarse a merced de los rayos solares que doran su piel.
Merle pone los ojos en blanco y decide tumbarse a la sombra a descansar un rato. Si Andrea quiere pasarse el resto de su Luna de Miel con quemaduras solares allá ella, pero él prefiere prevenir.
Le gusta el sonido del mar y el murmullo de la gente, le relaja.
—Me pregunto qué tal habrá ido esa cena entre mi hermano y la pelirroja —comenta distraído —. A lo mej... ¡¿PERO QUÉ DEMONIOS?! —se levanta apresuradamente cuando siente como cae tierra sobre su cara. Andrea acaba de pasar por encima de él para rebuscar en su bolso —. ¿Qué haces? —pregunta cuando ve como se sienta junto a él con el teléfono móvil y mueve sus dedos hábiles por la pantalla.
—Llamar a Carol y ver que ha pasado —informa.
Hace una videollamada, necesita verle la cara para saber si le miente. No se fía un pelo de esos dos.
Merle resopla.
—¿Qué va a pasar? Que cenaron, ella se despistaría con algo y cada uno para su casa. Tampoco es algo que...
—Hola, Andrea —saluda con voz monótona Carol.
—¡OH DIOS, TE HAS FOLLADO A MI CUÑADO! —grita Andrea a la pantalla, llamando la atención de los turistas de alrededor.
Carol se alarma y corre a encerrarse al baño antes de que Tobin la oiga.
—¡¿QUÉ?! ¡No! ¿Por qué dices eso?
Andrea le lanza esa mirada que sus poderes de madre le han dado.
—Por tu cara ¿Qué has hecho? ¡Está casado!
—¡Qué no he hecho nada! Sólo... me caí sobre él...
—Ay Dios —se lleva las manos a la cabeza Andrea.
Merle ríe a carcajadas.
—¿Te caíste sobre su polla? Vamos pelirroja, te he visto currarte mejores excusas.
—Y dale... ¡Que me caí sobre él cuando intentaba coger mi bolso, se despertó, y... —mira hacia los lados pensando en si debe decirlo o no —y... me cogió el culo. Eso fue todo...
Andrea arquea una ceja interrogante.
—Te cogió el culo —repite —.Mi cuñado —.Mi cuñado te cogió el culo —intenta asimilar lo que le ha dicho. Le sorprende que Daryl haya hecho eso. Sabe que Carol le gusta, o le atrae al menos, pero está casado y lo de ser infiel no va con él, o eso cree.
—Sí, me dijo que le gustaba mi culo, y tras eso me fui.
—¿Seguro que te fuiste? —pregunta buscando algún ápice de mentira en su rostro.
Merle coge su teléfono y llama a Daryl mientras Carol le da explicaciones a Andrea.
Tiene que escuchar la versión de su hermano.
Hace una videollamada también, no para ver si le miente, sino para ver su cara de culpable.
—Hola Merle ¿Qué tal est...
—¿Le has cogido el culo a la pelirroja? ¡Qué tío!
Daryl abre mucho los ojos.
—¿Qué? ¿Cómo lo sabes? yo es que... ella... yo no... no quería —dice nervioso.
—Ya, le cogiste el culo sin querer...
—No, es que... —intenta pensar una excusa creíble —Yo... estaba dormido y la confundí con
Janet.
—¡¿Has oído eso, Andrea?! ¡El muy idiota confundió a Carol con Janet! —grita Merle mostrándole el teléfono a su esposa.
Daryl se congela cuando ve como Andrea tiene el teléfono en la mano y Carol aparece en la pantalla.
Mierda...
Carol sonríe con desgana. No lo entiende, pero le duele.
Se pensaba que era Janet... no es su culo el que le gusta, no sabía que era ella la que estaba sobre él, creía que era su preciosa y joven esposa.
Qué ilusa...
—Andrea, tengo que... te dejo, Tobin me llama, luego hablamos —se despide apresuradamente antes de que su vergüenza sea más que evidente.
Andrea mira el móvil arqueando una ceja, ¿Qué le pasa a esa?
—¡Mamá, el tío Daryl me dio pizza para cenar y he vomitado! —se chiva Lilly.
Andrea mira hacia el teléfono de Merle. Daryl intenta alejar a la niña de la pantalla.
—¡Joder Daryl, te lo dije! —gruñe, y él se defiende con un triste lo siento antes de colgar con la excusa de que tiene que dejar a Lilly con Anne antes de irse a trabajar.
Merle guarda el teléfono.
—¿Sabes que miente, verdad? En lo de que la confundió con Janet.
—¿Cómo estás tan seguro?
—Pues porque Janet tiene culo carpeta, ya sabes, plano y Carol pues —dibuja en el aire una forma redondeada.
Andrea lo mira incrédula.
—¿Te dedicas a mirarle el culo a todo dios?
—¿Qué? no, no, sólo a todo aquello que tenga tetas —bromea ganándose un puñetazo juguetón en el hombro.

Llegaste tardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora