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Al día siguiente me levanté por el sonido de la puerta. Alguien estaba tocando.

-¡Ya voy! -me coloqué una bata encima de mi pijama y abrí.

Era una de las chicas que trabajaba en el hotel, venía con un carro lleno de comida y flores.

-Buenos días señorita ¿Charlotte Beckham, cierto?

-Así es.

-Vengo a entregarle su desayuno, ¿Lo desea en la terraza o en el jacuzzi?

Yo abrí mis ojos impresionada, ¡¿SE PODÍA COMER EN EL JACUZZI!?

-Eh..en..en el jacuzzi porfavor.

-¿Me podría permitir entrar a su habitación para preparar todo?

-Claro, adelante, yo iré a cambiarme.

-Vaya tranquila señorita.

Del armario tomé un bikini blanco con algunos detalles dorados en las esquinas y caminé al baño.

Me cambié toda mi ropa y lo sucio lo eché en una bolsa de plástico que había traído. Me lavé la cara, cepillé mis dientes y mi cabello para luego amarrarlo en una coleta alta, por último hice mis necesidades y salí.

-Listo señorita, dejé una amplia variedad de frutas, un té, unas tostadas integrales y yogurt natural adjunto de algunos saborizantes por si desea, ¿Necesita algo más? -me dijo amablemente.

-No, está todo perfecto -le sonreí calidamente- Muchísimas gracias.

-No es nada señorita, ahora debo retirarme, cualquier cosa puede llamarme.

-Claro, gracias, ¿Cual es tu nombre perdón?

-Katherine.

-Okey Katherine, gracias -le sonreí.

Ella salió de la habitación y me adentré al jacuzzi rápidamente, comencé a comer algo de fruta, tomé del té mientras estaba con mi teléfono revisando las redes sociales.

Christopher, al parecer, había despertado hace poco ya que subió una historia donde ponía "Buenos días".

Terminé de desayunar, me salí del jacuzzi y justamente mi hermano me había enviado un mensaje hace unos minutos.

"Enana, vamos a nadar un rato? Necesito agarrar color:)"

"Dame 30 min, espérame afuera de mi cabaña"

Rápidamente entré al baño, me despoje del bikini para darme una ducha de no más de 10 minutos.

Al salir me coloqué otro bikini -porque traje miles-, encima un short de jeans, una camisa blanca que anudé al medio y las sandalias que había estado usando hasta el momento.

Me cepillé el cabello, los dientes, algo de brillo labial, perfume y estaba lista, o bueno, casi, solo tomé los lentes, una toalla y bronceador solar.

-¡Ya era hora! -apareció Noah apenas salí de mi cabaña.

-Ay no te quejes, fueron unos 20 minutos.

-Multiplicado por mil -susurró.

Yo solo volteé mis ojos y seguimos caminando.

-¿A donde vamos?

-Leí en internet que hay una pequeña playa dentro del resort, podemos ir.

-Claro comandante, ¿y nuestro padres?

-Papá dijo que saliéramos tranquilos, quería pasar tiempo de calidad con su esposa.

-Cochinos -le dije a Noah a lo que el rió.

𝑨𝑳𝑮𝑶 𝑫𝑰𝑭𝑬𝑹𝑬𝑵𝑻𝑬 《𝐶𝘩𝑟𝑖𝑠 𝑉𝑒𝑙𝑒𝑧》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora