19

124 9 6
                                    

La mañana siguiente desperté por el sonido de las olas, cosa que en cualquier otra situación hubiera sido completamente placentero pero no fue esta la ocasión, ya que aquí no habían olas.

Abrí los ojos rápidamente, me levante y corrí las cortinas del ventanal para encontrarme con el cielo completamente gris y la marea del agua había subido, así que supuse que hoy no habría forma alguna de ir a la playa.

Fui a mi maleta y tomé un conjunto deportivo blanco, encima me coloqué un abrigo, mis zapatillas y agarré mi cabello en un moño alto.

-Hey ¿Como estas? -me dijo Chris una vez que entre al gimnasio.

-Pues no tan cansada como tú al parecer -reí y me acerqué a saludarlo.

-En mi defensa, llevo un buen rato aquí y no durmiendo, como tú.

-¿Y esa novedad? ¿Te caíste de la cama o qué?

-No podía dormir por la tormenta.

-¿Hubo tormenta? -abrí mis ojos una vez que me subía a la corredora.

-¿No sentiste nada? Paró hace apenas 2 horas.

-Creo que tengo el sueño muy profundo.

-Creo que si -reímos- ¿Que planeas hacer hoy? Al parecer la tormenta tiene para un buen rato.

-No lo sé, quizá vaya a ver a mis padres o me quede acostada -me alcé de hombros despreocupada- ¿Y tú?

-Pues tenía el brillante plan de quedarme acostado, durmiendo todo el día pero recordé que están Erick y Zabdiel y eso será imposible.

-¿Porqué? ¿Que maldad podrían hacerte ese par de angelitos?

-¿Angelitos? ¿Zabdiel y Erick? ¿Segura que estamos hablando de las mismas personas?

-Christopher eres un hombre muy malo -reímos.

Estuvimos un buen rato en el gimnasio, a ratos íbamos a distintas máquinas pero él siempre se las ingeniaba para acercarse.

-Estoy lista -dije tomando una toalla y secando el sudor que corría por mi cara y pecho.

-También yo, ¿Vamos a desayunar?

-¿Así? ¿Con esta ropa?

-Supongo -se alzó de hombros- ¿O prefieres ir a ducharte?

-No, es decir, pensé que a ti podría molestarte.

-Na', no es un problema para mi, ¿Entonces vamos?

-Voy detrás de ti rubio teñido.

Caminamos animadamente por los pasillos del lujoso resort hasta llegar al restaurante, pero como siempre, no todo podía ser perfecto.

-¡Chris! -gritó una voz chillona.

Sep mi gente. La misma Natalie de siempre.

-Chris ven a sentarte aquí -nos gritó o bueno, a él al menos, desde unos cuantos metros llamando la atención de algunas personas.

-Dios -susurró- Prometo que iré a saludarla y nos vamos, ¿Si? Solo dame un momento.

-Claro, yo iré a pedir la comida por mientras, ¿Quieres algo en especial?

-No preciosa, confió en ti -dijo mientras acariciaba lentamente mi barbilla.

Yo le sonreí, me di media vuelta y fui al mesón donde haría mi pedido. Todo con tal de no verle la cara a la maldita cruella de vil.

-Hola buenos días, quiero 2 hamburguesas con 2 bebidas grandes -le dije a la chica que atendía.

-Porsupuesto, ¿Desea agregar algo más?

𝑨𝑳𝑮𝑶 𝑫𝑰𝑭𝑬𝑹𝑬𝑵𝑻𝑬 《𝐶𝘩𝑟𝑖𝑠 𝑉𝑒𝑙𝑒𝑧》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora