Una nueva oportunidad

Capítulo 10

Antes de iniciar el capítulo, quería decirles que las cursivas que verán aquí son traducciones en la parte del diálogo… Lo verán en la medida en que lean…

Gracias, y disfruten!! :D

Maria’s POV

Hablar con Harry me había hecho muy bien. Necesitaba sacarme esta angustia del pecho y decirle lo que realmente sentía.

Mis lágrimas se habían parado por un rato, y gracias al abrazo con Hazza me sentía muchísimo mejor. Sin embargo no paraba de sentir esta extraña sensación de ser observada de lejos.

Mis sospechas parecían ser ciertas porque cuando terminé mi abrazo con Haz, vi unos mechones rubios que se dirigían a clase.

_¡Mierda! Espero que todo esté bien-maldije en voz bajita.

_Gracias por entender Haz…

_No tienes por qué darme las gracias…-dijo secándome las lágrimas mientras caminábamos a mi clase de Inglés.

_Sé que estás confundida, y necesitas tiempo. No importa que pase, espero que seas feliz…-se despidió de mí con un beso en mi mejilla en la puerta de la clase.

La campana no sonó sino hasta que llegué a mi asiento del medio, junto a Niall. Ahora debía averiguar cómo se sentía mi mejor amigo…No quería que lo ocurrido en el pasillo pasase a malos entendidos entre nosotros. Me sentí horrible con el beso en el auditorio, y lo último que quería era perder a Niall para siempre.

_¡¡Hola Nialler!! ¿Cómo estás?-dije intentando romper el hielo para tantear el terreno de ánimo de mi mejor amigo.

_Hola…-me contestó algo, ¿desanimado?

El pecho se me cerraba con su respuesta. No quiero verlo triste por culpa de un bobo malentendido. Tenía que preguntarle por qué estaba así para estar segura respecto a su descontento esta mañana.

_¿Niall, qué tienes?-coloqué mi mano sobre su rostro atrayendo su mirada a mí.

_¡¡Aff!!-respiró profundamente, tomando mi mano con ternura- María, ¿estás con Harry?

Mis ojos se abrieron como dos platos, lo que me preguntaba era increíble. Su inseguridad me parecía tierna, y no pude evitar sonreír en ese momento.

_Nialler, no estoy con Harry. Le decía que no quería lastimarlo por no saber qué siento…Por eso, él me abrazó, para consolarme.

Su rostro pareció relajarse notablemente, y al rato de explicarle el pequeño malentendido, acarició mi mano con mucha ternura llevándola a sus labios para besar mis nudillos.

_¡¡Perdóname, por ser un tonto!!- dijo con sus ojos cerrados mientras sostenía mi mano, entrelazando nuestros dedos.