I'll always love you

¿Te cruzaste con ella?

(PC)

Salí feliz de la visita con Alex. No sólo por haberla visto, haber podido tomar su mano por unos segundos o haber podido besar brevemente sus labios, sino también por el apoyo que me dio cuando le conté que estaba interesada en estudiar derecho.

Para mí su opinión siempre ha sido muy importante, y cuando se me cruzó por la mente estudiar derecho pensé que era tonto desear algo así a mi edad; sin embargo, el apoyo que me dio Alex cuando se lo dije me dio ese pequeño empujón que necesitaba para reafirmar mi decisión.

Los días siguientes me dediqué a buscar información sobre escuelas de derecho, y encontré una en la que dictaban clases nocturnas y el precio era bastante accesible para mis posibilidades.

Sin prolongar más la decisión me inscribí, llegué justo a tiempo ya que las clases inician la próxima semana.

Tal como habíamos acordado, Alex me llamó 3 veces durante la semana, y la mantuve al tanto de todo lo que iba averiguando. "¡Inscríbete Pipes!, no le des más vueltas al asunto... Sé que serás la mejor" fue lo último que necesité escuchar antes de hacer oficial el trámite de inscripción.

Hoy es jueves, estoy en mi trabajo, y cuento los segundos para que se termine el día y llegue el viernes para poder ir a visitar a mi esposa.

Estaba terminando de barrer, ya que se acercaba el cambio de turno, cuando escuché esa voz llamándome.

- ¿Piper? - preguntó insegura, ya que yo me encontraba de espaldas. Me paralicé por unos segundos, y luego giré para quedar frente a ella.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté sin preámbulos.

- Buscarte obviamente. No respondes mis llamadas ni mis mensajes - respondió Zelda haciendo el ademán de querer acercarse.

- Dame 10 minutos - alcancé a decir para que se detuviera. Ella sólo asintió y se dirigió a las mesas del local.

No quería problemas en el trabajo, así que terminé lo que estaba haciendo y esperé a que terminara mi turno.

- Ahora sí, ¿a qué viniste? - le dije tomando asiento en la mesa donde me estaba esperando. Agradecí que fuese una algo apartada.

- Ya te lo dije, a buscarte. ¿Por qué te desapareciste así Piper? Me fui por unas semanas y cuando regresé ya no había rastros de ti. Me comentaron que te habías mudado a Ohio y que estabas trabajando en un Starbucks. Te he buscado por varios Starbucks de Ohio, aunque obviamente comencé por los que se encontraban más cerca de la prisión. ¿Por qué te empeñas en no dejar atrás esa parte de tu vida? Pensé que después de lo que pasó... - hablaba muy rápido, y cuando mencionó lo que había pasado la detuve.

- Lo que pasó esa noche fue un error Zelda, y lo lamento.

- No puedes negar que esa noche significó algo Piper - dijo tomando mi mano derecha que se encontraba sobre la mesa - Me gustas mucho Piper, y sé que también sientes algo por mí, ¿por qué no te das la oportunidad de vivir esto?, ¿por qué te aferras tanto al pasado?

- Zelda - comencé a hablar mientras retiraba mi mano de su agarre - No te voy a negar que siento un gran cariño por ti, has sido de gran ayuda para mí en este tiempo para poder encontrarme a mí misma. Pero lo que pasó esa noche fue producto de una mala decisión mía al enterarme de algo. Yo amo a Alex, y eso es algo que no va a cambiar nunca. Ella no es parte de mi pasado, ella es la única persona con la que me visualizo en el presente y en el futuro.

Hablé con seguridad, porque esa era mi gran verdad, Alex es y será siempre el amor de mi vida.

- Discúlpame por ser tan dura - dije al ver cómo iba cambiando su expresión al escucharme, y una ligera tristeza se dibujaba en su rostro - Eres una excelente persona, y de corazón te agradezco todo lo que me has ayudado. Pero creo que lo mejor es que dejemos las cosas hasta aquí. He decidido comenzar de cero en Ohio, y por primera vez en mucho tiempo me siento en completa paz.

- Entiendo - dijo resignada - Me gustaría decirte que al menos podemos seguir siendo amigas, pero creo que sería una situación algo incomoda al menos por ahora - dijo intentando dibujar una sonrisa en su rostro - De todas formas, sabes que siempre podrás contar conmigo, así que no dudes en llamarme si necesitas algo - terminó de decir poniéndose de pie, y me puse de pie yo también.

- Muchas gracias por entenderme, y te deseo que sigas teniendo éxito en todo lo que hagas - le dije con sinceridad.

- No hay nada que agradecer, hasta algún día Piper - dijo acercándose y abrazándome por unos segundos, para luego soltarme y salir del local sin mirar atrás.

La vi desaparecer, y contrario a lo que hubiera pensado, me sentí tranquila. Sabía que estaba haciendo lo correcto.

El resto del día lo pasé descansando. Eran los últimos días que tendría las noches libres, así que quería dormir lo máximo que pudiera.

A la mañana siguiente desperté feliz. ¡Por fin viernes! Sin lugar a dudas mi día favorito de la semana, y creo que el motivo es más que obvio.

Me alisté con tiempo, y llegué puntual a la prisión.

- Buenos días, vengo a ver a Alex Vause por favor - le dije al guardia.

- Disculpe señorita, Alex Vause está con una visita en este momento.

- ¿De qué está hablando? Yo soy la única registrada en su lista de visitas - respondí indignada, sentía que perdía valiosos segundos para verla.

- Tiene razón señorita, pero quien vino a verla es una guardia, así que no era necesario que se encuentre en la lista - respondió con naturalidad, y fruncí el ceño sin entender nada.

Pasaron unos 10 minutos cuando vi salir a la famosa guardia que había venido a visitar a mi esposa. Maldita McCullough, pensé.

Es el colmo que después de todo tenga el atrevimiento de aparecerse aquí. Parecía furiosa, y al cruzar su mirada con la mía su nivel de ira se incrementó.

Entramos prácticamente en una batalla de miradas, ya que el verla ahí me había enfurecido a mí también, la cual terminó cuando ella dejó el lugar y el guardia vino a avisarme que ya podía pasar.

Menos mal no nos cruzamos directamente, ya que la salida se encuentra en el extremo opuesto, caso contrario quizá me hubieran vuelto a encerrar por intento de asesinato.

Respiré hondo intentando calmar mi ira, y me encaminé hacia la sala de visitas.

Esta vez era Alex quien me esperaba ya ahí sentada, y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro al verme... pero segundos después desapareció al notar que no era precisamente alegría lo que yo estaba mostrando en ese momento.

- ¿Te cruzaste con ella cierto? - preguntó analizando mi expresión.

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¡Hola!
Les dejo un capítulo más. 😊
Espero estén disfrutando la historia.

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-Vonny-