15 de Julio del 2019.
Como de costumbre, la alarma sonó a las ocho de la mañana de un lunes, el día que San tenía establecido para ir comprar todo lo que iba a necesitar para el resto de la semana, de aquella forma, no tendría que "malgastar", según él, su valioso tiempo para hacer la aburrida compra los demás días.
Se vistió y se puso los auriculares, reproduciendo "Dalla Dalla" de Itzy.
Salió de casa, cerró con llave y se dirigió al supermercado a paso lento, realmente odiaba hacer la compra.
Tenía la costumbre de ir al supermercado sin lista de compra alguna, pues miraba lo que le iba a apetecer durante la semana y lo compraba. Es más, si olvidaba algo, no volvería allí, se aguantaría y comería las sobras que encontrase en la nevera. San realmente no entendía a las personas que iban a comprar entusiasmadas, definitivamente él no era uno de esos, no le gustaba demasiado salir y tener que poner un pie en la calle para ir al super... Era de lo peor.
Mientras tarareaba la canción que sonaba en su reproductor a un volumen moderado, puso la compra en la cinta para pagar e irse ya del lugar.
—Serán 58.90, por favor —dijo el cajero.
El rubio levantó la mirada, confundido.
Conocía las voces de todos los que le atendían diariamente y aquella claramente no estaba en la lista.
¿Un nuevo trabajador? Se preguntó mentalmente, mirando con curiosidad al chico y esperando a que levantase la cabeza para poder recordar su rostro.
Sí, esa era otra de las raras costumbres de San, a cualquier tienda, restaurante u hotel que iba, solía recordar caras y nombres de todo el que le atendía, lo consideraba necesario.
Tras unos largos 20 segundos en los que San se dedicó a mirar fijamente al cajero de la tienda, levantó su mirada al fin, extrañado porque no hubo ademán de pagar o respuesta de su cliente en ningún momento.
—He dicho 58.90, por favor —habló nuevamente con un deje de incomodidad, mientras la mueca que formaban sus labios denotaba confusión.
Tan pronto como hicieron contacto visual, un sofocante calor azotó sus mejillas con fuerza, tiñéndolas de un tono rosáceo. San se quedó pasmado en el lugar, sin ser capaz de pronunciar una sola sílaba. No podía creer lo que veían sus ojos, era hermoso.
¿Alguien tan lindo existe?
Pensó, respondiéndose afirmativamente a sí mismo cuando parpadeó, volviendo a la realidad.
—Sí, lo siento —el rubio notó como su propia voz temblaba. Estaba tan avergonzado, se sentía ridículo.
Sacó su billetera con torpeza y pagó lo acordado. Intentó mirar la placa de trabajador del chico para poder memorizar su nombre, pues no le iba a hacer ninguna falta esmerarse en recordar su rostro. De hecho, no se le olvidaría en meses. Qué digo, en años. Tras la búsqueda visual más exhaustiva de toda su vida, San no logró encontrar identificación alguna en el uniforme del chico. Concluyó que aún no la tenía por ser novato en el lugar y se sintió algo decepcionado. La incertidumbre lo carcomía por dentro.
No le preguntaría ni loco cómo se llamaba, por dios, qué vergüenza.
Ni siquiera se molestó en mirarle de nuevo, temiendo volver a experimentar el molesto bochorno en sus mejillas y a tener aquella extraña sensación de atontamiento estupefacto. Guardó la compra en una bolsa aún algo perplejo, ¿cómo el mirar a alguien le había hecho sentir que desfallecía de aquella manera?
San estaba por salir, pero sus piernas no se lo permitían. No podía irse, no sin saber el nombre de aquel chico enviado del mismísimo cielo que se había cruzado en su camino.
—Disculpe... ¿Cómo se llama? —Le miró nervioso, viendo como el otro lo miraba extrañado, lo cual hizo que San se arrepintiera de su pregunta al instante.
No respondió.
San sintió que nuevamente había hecho el ridículo y como era de esperar, sus mejillas y orejas volvieron a calentarse.
—Perdón por preguntar eso —dejó un suspiro salir de sus labios y haciendo un berrinche mental, se dispuso a salir del comercio.
O eso era lo que tenía pensado hacer, de no ser por el agarre en su brazo que lo detuvo.
—Wooyoung, me llamo Jung Wooyoung.
no sé qué es esto kskdkdkkd.
perdón si hay faltas. :(
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supermarket - woosan (editando)
FanfictionDonde San se enamora del cajero del supermercado que está al lado de su casa. Prohibidas las adaptaciones sin mencionarme. 10 capítulos cortos.