Jungkook había ido a paso rápido a su departamento. ¿Cómo se había permitido tener esos pensamientos?
Deseo todo de ti...
Él no podía desear a alguien, y si lo hacía era sólo por lo apetitoso que podría ser, tendría que ser alguien bien cuidado. Alguien con aparentemente sangre limpia.
Y ese tal Park tal vez tenía esas cualidades que disfrutaba.
Normalmente los humanos normales, tenían la sangre grasosa, cosa que se observaba fácilmente, por los defectos en el rostro, piel o en el peso. O simplemente lo sabía por su aroma.Pero ese tal Park, a simple vista tenía una buena apariencia y él podía observar un tono rojizo en esas mejillas que mostraban el color rojo vivo de su sangre.
Definitivamente si lo deseaba era únicamente por su sangre o porque la última vez que probó sangre humana era del muchacho al que le quitó la vida en su antigua universidad, que no resultó ser de su agrado.
Taehyung llegó a su nuevo hogar unas horas después, fue de forma apresurada a la habitación de Jungkook y entró de golpe.
—Diablos Jungkook, ¿quién te crees que eres para irte así y dejarme ahí en esa cárcel solo?
El mayor estaba nuevamente gritándole, era algo ya normal en ellos, últimamente Jungkook no sabía lo que pasaba con este que le gritaba por todo.
—No me sentía bien, te lo dije. —Suspiró pesado.
—¿Y crees que te creí? No pude gritarte ni golpearte ahí mismo porque había muchas personas ahí, pero aquí sí puedo hacerlo así que respóndeme con la verdad. —Se estaba hartando—. ¿Qué eso lo que realmente te pasó?
Jungkook dió otro suspiro largo y pesado, no sabía si era bueno o malo contarle a su amigo que conoció a un humano que llamó su atención, era algo que no podía manejar por ahora, así que decidió soltarlo para después.
—Ya te dije que no me sentía bien, si no quieres creerme, ese no es mi problema.
Jungkook ya se estaba cansando, Taehyung se estaba metiendo algo más de lo acostumbrado en su vida. Le preguntaba sobre cada cosa que hacía, le preguntaba sobre con quines trataba y salía, a dónde y porqué. Jungkook estaba hartandose un poco de eso, no sabía el por qué de su comportamiento, pero prefería no preguntarle por ahora. Aunque claro que en un momento muy pronto lo haría.
Desde el cambio drástico que se dió en la vida de ambos siempre estuvieron juntos, tuvieron que alejarse de sus familias y conformar una nueva ellos dos solos. Su condición tenía aparentemente ventajas aunque ellos lo consideraban una maldición. Pero ya estaban acostumbrados a eso.
Su amigo lo había dejado solo, a comparación del azabache su amigo tenía un casi perfecto autocontrol, por eso podía socializar fácilmente con los mortales haciendo que siempre haga nuevos amigos y se reúna con ellos. Jungkook no tenía problema con eso, tenían todo lo que necesitaban, no pasaban necesidad de algo.
Llevaban casi una semana en Busan y se acomodaron con lo necesario.
Estaba aburrido, no lo pensó dos veces y se fue a hacer las compras respectivas para su nuevo hogar, podía hacerlo con Taehyung pero solo tampoco era ningún problema. Aunque la comida humana no era saciable para ellos les gustaba degustarlas un poco.
Estaba por regresar a su casa cuando siente un olor poco conocido. Mira por su alrededor desde su auto y ve a un rubio detrás de los vidrios de una cafetería.
No sabía cuántas horas había estado esperando pero ya estaba oscuro, se había quedado estacionado frente a la cafetería desde que lo había divisado. De un momento a otro observa como este al fin sale de su al parecer trabajo y se dirige hacia la parada de autobús.
Pudo haberse retirado y volver con su amigo que seguramente ya estaría de regreso, pero había estado esperando tanto que no dejaría estancada su curiosidad, lo siguió hasta donde este bajó y se quedó observándolo hasta que entrara a lo que parecía ser, su hogar.
Perfecto, ya sé donde vives.
Haré lo posible para acabar esta historia, no sabía si la seguían leyendo uhm.
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Deseo (Kookmin)
Fiksi PenggemarTus ojos, tu nariz, tu boca, tu piel, tu sangre. Deseo todo de ti.