thirty two

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Sentía que todo a mí alrededor estaba en llamas y en parte lo estaba, al parecer mis defensas se habían cansado de cuidarme así que ahora estaba en cama con un resfriado. Tenía fiebre y mi nariz estaba muy sensible, incluso los días soleados que veía desde mi ventana parecían sacados de contexto por mi situación.

— ¿No te gustaría salir al patio un momento? Tal vez el aire fresco te ayude.

Mi madre se encargaba de tomarme la temperatura y traer mi comida en mi segundo día enferma, tal vez no era grave pero me sentía tan débil que el solo movimiento hacia el baño drenaba toda mi energía y ganas de hacer cualquier cosa.

— El polen de las flores puede lastimar mi nariz.

— Pero a ti te gustan mucho las flores.

— Me gustan mucho pero mi nariz en este momento solo quiere desaparecer.

En este fin de semana había hablado un poco más con mi mamá, cuando era pequeña muy pocas veces me enfermaba de esta forma y las pocas veces era cuidada por enfermeras en un hospital porque eran cosas más graves.

— Aun no puedo creer que no te guste la cebolla... ¿cómo no me di cuenta antes?

— Yo tampoco me di cuenta antes, solía sentir nauseas al comerlas pero pensé que era normal y solo cuando llegue a Seúl Hyeonu me dijo que eso significaba que no me gustaban, tampoco me gustan los frutos secos y aquellos batidos de espinaca.

— Tuviste que haber creado un trauma de tanto comerlo de niña — mi madre dio un suspiro mientras me miraba comer desde una silla al lado de mi cama. — ¿comes muchas cosas deliciosas en Seúl?

— Hay un restaurante de pastel de arroz muy bueno y a mis amigos les gusta mucho el pollo frito, en mi antiguo trabajo la madre de un amigo también prepara los mejores pasteles.

— Tu antiguo entrenador te hubiera matado por haber excluido al montón de vegetales.

— He comido todo lo que alguna vez me dijo que no hiciera, soy una rebeldita — reímos juntas recordando al obsesionado antiguo entrenador.

— Estoy algo aliviada que hagas muchas cosas que te gusten y tengas muchos amigos, incluso si es lejos de mí.

— Nunca voy a estar tan lejos.

— Aun así fue una gran idea tu viaje a la capital, no soportaría verte estancada en estas cuatro paredes y ni hablar de la señora Lee...— mis padres no sabían de mi encuentro con la mama de Haeyoung hace días pero ya todos sabían su opinión de mi — es una loca que insiste en arruinar la vida de los demás y buscar culpables en algo que ella también es responsable.

— Madre, tu puedes hacerte una idea de lo que debe estar pasando.

— Me he hecho muchas veces la idea Eunyeong, más de las que debería y aun así sé que no culparía a nadie más que a mí misma. — arregló un poco su cabello en ondas mientras vestía ropa más casual alejada de la secretaria sofisticada — para nadie es un secreto que ella nunca verdaderamente amó a Haeyoung hasta que esta se fue y que su arrepentimiento la hace querer culpar a otros.

— Pero...

— No existe un pero aquí, sé que no recibiste ayuda suficiente y que esto aún sigue siendo un tema sensible. Incluso me atrevo a decir que es la razón principal por la que hoy estas aquí así que no aceptaré un comentario de defensa acerca de esa mujer o su familia.

— No recibí ayuda suficiente porque no quise, sabes que varias veces ignore los llamados de la terapeuta.

— Aun así debimos haberte obligado a ir, sé que nunca lloraste frente a los demás y que permaneciste fuerte frente a todos los señalamientos de la gente pero también te conozco lo suficiente para saber que aun te culpas por su muerte. — susurraba para este momento y entrelazo su mano con la mía, como solía hacerlo cuando niña — fue tonto de nuestra parte pensar que lo habías superado todo pero cuando te fuiste supe que volverías, supe que debías volver de Seúl en algún momento.

Trivia 起: Just Dance | JHS ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora