thirty one

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— La vecina de en frente aún sigue viva, ¿puedes creerlo?

Mi hermana me saco de mis profundos pensamientos mientras estaba frente a la ventana viendo la lluvia caer, habíamos quedado en ir a visitar un antiguo parque de atracciones que nos gustaba hace años y parecía la excusa perfecta para sacarme de casa después de unos días aquí en Cheongju. No sabía si la lluvia era buena o mala en este momento.

— Tal vez tiene que seguir cuidando de los frutos de su árbol.

— Desde que era niña es una anciana amargada que no dejaba que jugáramos en su árbol, incluso cuando tú eras niña seguía siendo lo mismo y cada vez que miro a esa casa aun esta ella en su ventana cuidando de su árbol... juro que cuando muera tendré pesadillas con ella.

Reí un poco a su lado mientras me sentaba en el sofá viendo mis botas, estos días no había salido mucho de casa y agradecía la lluvia porque me daba algo de excusa. Solo había ido al supermercado con mi madre, acompañe un día a mi padre al aeropuerto y tuve una pequeña cena con el prometido de mi hermana. Admito que verlos en un ambiente romántico me hizo extrañar más a Hoseok, incluso si no hablamos mucho y solo nos enviemos pequeños mensajes de "aquí estoy contigo y lo seguiré estando"

— ¿Tienes otro plan ahora?

— Pues otro día podemos ir a ese parque de atracciones, la madre de mi prometido quiere cenar conmigo... — pareció escribir algo en su celular y yo me acomode mejor al sofá — ¿quieres venir conmigo?

— No creo que sea lo mejor, no los conozco muy bien y será muy incómodo.

— Pero no quiero dejarte sola.

Sabia la estrategia de mi familia durante mi estadía aquí, no había estado un segundo sola y siempre se encargaban de ofrecerme a hacer cualquier cosa con ellos. Incluso bañar al gordo gato que siempre reposaba en una esquina o sacar la basura, parecía algo muy hogareño no muy lejano a mi vida en Seúl.

— Voy a estar bien, también quiero un momento a solas.

— No le digas a mamá.

— Sabes que no lo haré.

Ella me dio una gran sonrisa mientras se acercaba a despedirse, me dio un abrazo y yo sentí lo suave que era su chaqueta color uva, parecía ser tejida.

— Mis padres hoy llegaran tarde así que aprovecha este tiempo muy bien, no quiero escuchar una mala noticia o un regaño, ya tengo 23 — dobló los ojos a la nada mientras arreglaba mi cabello, sabía que era una costumbre de muchos años — aunque está bien si quieres salir, puedo pagarte con eso...

— Prefiero que me pagues con miles de Won por tantas veces que hice eso por ti.

— Mi pubertad no hubiera sido la misma sin ti. — me dio un gran beso exagerado en la cabeza mientras salía con paraguas en mano.— adiós!

Decidí permanecer en ese sofá por un rato escuchando la lluvia desde la ventana, un gato demasiado gordo y pesado estaba sentado en mis piernas mientras contaba las líneas del sofá. Sabía que eran 260 por tantas veces que lo hice de niña pero no estaba mal volver a hacerlo, tal vez se borró alguna.

— Si Myeongsuk estuviera aquí ya hubiera pateado mi trasero fuera de esta casa.

El gato miro interesado a mi lugar y yo seguí hablándole como un confidente.

— Y yo probablemente le hiciera caso así que amigo, tu cómoda cama tiene que irse...

Podría haber esperado un día soleado, tal vez esperado unas horas a que saliera el sol y ver el arcoíris pero aquí estaba yo mirando el pavimento mojado como si fuera lo más entretenido de este vecindario. En parte lo era bajo mi paraguas rojo.

Trivia 起: Just Dance | JHS ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora