Di un largo sorbo de café, sintiendo como él calor recorría ferozmente mi garganta. Destinando nuevamente mi mirada en algunos de los papeles que estaban posados sobre mi escritorio. Había sido un día largo.
Mucho trabajo y lectura de contratos; Puedo sentir como mi mente está en otro lado, mientras que físicamente leo y firmó. Como si fuese una máquina. Llevó horas sin salir de aquí, tuve que pedirle a una chica de recursos humanos que me trajera varias tazas de café alrededor del día.
Con las horas pasando, mi cuerpo iba atrofiándose. Quedándose impregnado en aquel asiento.
Bajé mi rostro fijando mis ojos en él reloj que traía en mi brazo izquierdo.
-9:30pm-
-Señor Casa Blanca, ¿Necesita algo más? -Abriendo sutilmente la puerta de mi oficina, cerrándola al instante que ya estaba dentro de ésta.
Me levanté de mi asiento, alejando la silla del escritorio. Mirando por detrás del ventanal como la ciudad cobraba vida de noche. Como las luces de los autos se iban y venían.
-Si gustas, toma asiento -Dije mientras pasaba una de mis manos sobre mi bolsillo, acariciando una caja de cigarros.
Escuché moverse un poco él sillón, él ventanal reflejando él rostro de la chica. Una mirada perdida entre sus pensamientos; Tal vez. Piel limpia, bronceada con una melena entre rubia y castaña bajando hasta sus pechos. Traía un vestido negro con algo de escote, decente, cubierta por un saco blanco.
-Te mentiría si te respondiera ahora mismo -Dije volteandome y caminando hacia mí escritorio- Lamento tenerte hasta tarde, no es tan fácil conseguir secretaria.
La chica solo asintió con su cabeza. Estaba distraída con él ventanal, supongo que las luces de afuera.
-Bueno... Ahora mismo estamos teniendo ciertos problemas con la línea de ropa -Dije desabrochándo él reloj que traía en una de mis manos.
Lo coloqué sobre mi escritorio. Su cuerpo era inferior al mio; Yo de pie, y ella sentada.
-¿Se refiere a la de mujeres? -Dijo saliendo de su transe de desconcentración.
Asentí al momento con la cabeza.
-Mi esposa decidió eliminarla, evidentemente no aparecerá este mes; Las cosas volverán a la normalidad luego de pasar este mes -Dije alejando mis ojos de los de ella, caminando hacía mi habitación- Deja que me acomodé, y hablaremos sobre esto.
Continúe caminando hasta llegar a la puerta. La abrí y la cerré al entrar. la cama estaba justo en él centro, la habitación es de un tamaño normal, supongo. las paredes eran de un negro brillante, y la cama estaba vestida de negro con almohadas blancas. Sobre esta, había un papel.
Me acerqué, sosteniéndolo con una de mis manos mientras desabotonaba segundo y tercer botón de la camisa.
"Cariño... Supuse por como te vi ésta mañana que hoy sería un día ajetreado; Estoy consciente de que dormiras aquí. De igual forma, no estaré en casa, faltan detalles de mi seminario de la semana próxima. Recuerda que mañana tenemos almuerzo en los Hamptons, y tú nueva secretaría te asistirá. Besos.
Att: Bianca★"
Debo admitir que Bianca es una de las parejas más detallistas que he tenido. Se preocupa incluso por lo que lleve puesto, pero ella al igual que yo tiene un pasado "oscuro". Existen ciertas mañas, que ya forman parte de nosotros. Desabroche él primer botón de mi camisa, para seguido quitarme mi saco de encima.
Abrí levemente la puerta, sin causar ningún tipo de sonido. Mi mirada se dirigió al instante donde estaba la chica, no había notado mi presencia a lo lejos.
Con sigilo me fui acercando. Tomé asiento nuevamente, un poco más tranquilo pero perturbado porqué debo solucionar él problema de la ropa de golf. Parece fácil, pero en una empresa todo es difícil, incluso, respirar en paz.
Debes ser cuidadoso con cada paso, puedes ganarte un billete, intentando conseguirlo pierdes mucho más que eso.
Postrando mi cuerpo de forma correcta en él asiento, me destiné a guardar todo lo que estaba en mi escritorio de forma organizada; Abriendo una de las gavetas, guardando lo anterior y sacando unos nuevos archivos.
-Está es una oportunidad para innovar en nuestra ropa, considero que es muy básica. Tengo meses buscando una diseñadora de moda o diseñador que le de un toque, que haga la marca ruidosa he interesante, pero por lo que veo debo llevar esto por mi propia cuenta -Abriendo los archivos, levantando mi mirada hacia ella.
-Exactamente, ¿Qué busca usted en las prendas? -Manteniendo la mirada.
-Quiero algo interesante, algo al fresco, tal vez al desnudo -Recostandome de la silla.
-¿Desnudo? -Con una expresión de duda sobre su rostro.
-Si, todo este tiempo hemos estado en lo convencional. Incluso, nuestra empresa -Pasándole él catálogo por debajo del escritorio.
Mis nervios están tan alterados como mis hormonas; Pequeños choques eléctricos brindaban sus ojos hacía mi cuerpo. No eran fuertes, no lo suficientes para tumbarme y arrastarme por él suelo. Pero eran claros, su mirada era transparente como las señales de su cuerpo.
Ella bajo la cabeza y sostuvo él catálogo al instante. Empujé con mi espalda la silla en la que estaba hacía atrás, levantándome al instante. Empecé a caminar por la habitación, mientras ella con la mirada agachada revisaba dicho catálogo.
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