Jungkook y JiMin deciden gastarle una broma a su profesora. Esta consistía en decir que ambos eran gays, y además novios. La profesora muy intrigada por el tema, los reta a besarse enfrente de todo el salón.
¿Arriesgaran su reputación y amistad por...
"Quisiera hacerte una petición, tal vez un poco egoísta: Quiero ser tu último amor."
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— ¡Mamá, ya llegamos!— Gritó al llegar a su casa junto a JiMin.Ambos tenían un trabajo práctico que hacer juntos, por lo que luego de su 'discusión' decidieron ir a la casa del más alto.
—Hola hijo— saludó su madre apresuradamente. — Oh, hola para ti también Minnie.
JiMin devolvió el saludo amablemente, Shin Hye y él se llevaban muy bien, la familia lo trataba como un hijo más.
—Nos vemos chicos, llego tarde al trabajo.
JungKook arqueó una ceja mirando a JiMin cuando escuchó la puerta cerrarse.
—Mm, tenemos la casa para nosotros. ¿Qué quieres hacer primero?
El menor rió ante el tono que usó para hablar. Coqueto.
Acomodó sus gafas, que aunque no era obligatorio usarlas le gustaba como se veían en él (no siempre las usaba), y mordió su labio inferior.
Se acercó al más alto y poniéndose de puntitas susurró en su oído.
—Lo que tú quieras, está bien para mí.
—Oh, ya veremos, dulzura.
Cargó a JiMin de los muslos y subió las escaleras con él en sus brazos.
Lo acostó en su cama y empezó a besar su cuello, dejando marcas que tardarían días en salir. Era un claro mensaje de que JiMin ya estaba con alguien, era solo de él.
Despojó a JiMin de su ropa dejándolo desnudo, y luego se sacó su propia ropa, quedando únicamente con su camisa.
—No lo haremos aún. Quiero que estés preparado, y estar seguro de que luego de hacerlo no te arrepientas.
—Nunca me arrepentiría de hacer algo si es contigo.
JungKook sonrió y mordió su labio inferior, jugando con su piercing.
Se acercó a los labios de JiMin y mientras lo besaba bajó su mano hacia el pene del menor, masajeándolo de arriba a abajo.
El beso terminó cuando JiMin empezó a jadear. Mordió sus labios cerrando los ojos, se sentía tan bien.
Los ojos de JungKook oscurecieron ante tal show que le estaba dando su pequeño.
Giró al menor dejando una hermosa vista de su trasero. Separó sus suaves nalgas y metió su lengua en la entrada de JiMin.
Éste gimió sorprendido, no se esperaba aquello. Jadeo con gusto cuando sintió el frío metal del piercing rozar los costados.
Solo JungKook podía hacerlo sentir tan bien.
Bajó su mano hacia su pene cuando sintió que los movimientos del tatuado se hacían más rápidos.
—Oh dios, Kook, tan bueno.
JungKook gruñó cuando sintió como se corría sin ser tocado, eran tan excitantes los gemidos de su pequeño que no le fue necesario.
JiMin se corrió minutos después.
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