4. Ya es bastante malo que nos llevemos tan bien

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como sé que van a preguntar porque ha pasado mucho tiempo: Gregory es Ory, el mejor amigo de Chaud (pregunté en ig si querían un extra de él y muchos dijeron que sí) y Sebastian es un personaje "nuevo", nunca salió en adversarios

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como sé que van a preguntar porque ha pasado mucho tiempo: Gregory es Ory, el mejor amigo de Chaud (pregunté en ig si querían un extra de él y muchos dijeron que sí) y Sebastian es un personaje "nuevo", nunca salió en adversarios. ¿ok? ok.

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Sebastian nunca quiso que las cosas salieran de la manera en que lo hicieron, sobre todo porque eso lo había llevado a perder a su mejor amigo y también la estabilidad de su corazón.

Mark, su mejor amigo, se había marchado hace más de una hora de su departamento, pero Sebastian todavía tenía rastros de lágrimas en sus mejillas, observando la etiqueta de su caja de leche de fresa como si lo pudiera hacer filosofar durante horas.

Sentía un gran agujero en su pecho aunque ya no le salían más lágrimas, se sentía patético de solo recordar la manera en la que había llorado hace apenas unos minutos, sobre todo por la última frase que le dijo su mejor amigo antes de marcharse: "al menos todavía no eran nada".

¿Qué tan ridículo era llorar por perder algo que ni siquiera habías llegado a tener?

Quería volver al pasado y golpearse a sí mismo para que se diera cuenta de que lo suyo con Greg no iba a funcionar nunca, porque así se habría evitado una desilusión amorosa y un corazón roto.

¿En qué estaba pensando? era la gran pregunta que rondaba su cabeza desde que Mark se fue. ¿Cómo pudo creer que alguna vez él podría ser mejor? ¿En qué momento se le ocurrió que Greg olvidaría a Mark si salía con él? ¿En qué momento se le ocurrió aceptar ser usado como el clavo que saca otro clavo?

El único clavo era el que estaba sintiendo romper su corazón ahora mismo.

Cuando el timbre sonó ni siquiera quiso ir a abrir la puerta, no estaba esperando a nadie, pero grande fue su sorpresa cuando, tres minutos después, ésta estaba siendo abierta y un pequeño pelinegro de orbes verdes estaba de pie frente suyo. Lucía molesto, al menos hasta que se fijó en su expresión decaída y su mal humor se transformó en preocupación.

—¿Estabas llorando?

Sebastian no hizo nada cuando Greg se acercó hasta él, observando su rostro con preocupación y limpiándole las lágrimas de las mejillas. Su mirada verde brillaba con duda mientras le preguntaba qué había sucedido. Él solo parpadeó, inclinándose lejos del agarre del contrario, dejando caer su cuerpo contra el respaldo del sofá.

—¿Sabes quién se enteró de lo nuestro y vino a visitarme hace un rato? —decidió preguntar ante la insistencia del más pequeño, sin realmente esperar una respuesta— Mark.

Hubieron segundos de silencio. Sebastian clavó sus ojos en el contrario, observándolo sin expresión alguna. Él levantó ambas cejas.

—¿Qué fue lo que te dijo?

Adversarios ᵉˣᵗʳᵃˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora