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Desperté un poco desorientada, estaba en un hospital, me dolía todo mi cuerpo. Escuche que fuera de la habitación estaba Mercuri hablando con el médico, decía que estaba muerta, y posiblemente mañana me desconectaban. 

Pero que mierda estaban hablando, si estaba viva, estaba ahí, vi lo que nunca olvidare. Mercuri entro a la habitación y quise sorprenderlo que estaba viva, pero enseguida traspaso mi cuerpo, se sentía como un vació entre mí, voltee y estaba en la cama, con muchas heridas; él se sentó y tomo mi mano, empezó a decir que todo fue su culpa, no hubiera soltado mi mano y nada de eso hubiese pasado y lloro, eso toco mi corazón y empecé a llorar, camine hacia él y toque su hombro.

Dejo de llorar y volteo.

-Ana, estas aquí.

-...

-Ana lo siento, si no hubiese soltado tu mano, nada de esto te hubiese pasado, fue toda mi culpa.

-...

-Vuelve Ana, ¡vuele!

Escuche todo lo que Mercuri decía, pero el sonido se entrelazo cuando escuche el viento recorrer la habitación, como si este se llenara de un denso aroma y un aura de tranquilidad y un esplendor segó mis ojos, los frote y delante de mí apareció una puerta, tenía un poco de cosquilleo de que había dentro, pero mejor me senté. Un poco después escuche una voz que transmitía calma.

- ¿Por qué aun no has entrado a la puerta hija mía?

-No quiero, quiero quedarme aquí.

-Pero tú ya no tienes nada que hacer ya aquí, así que habré la puerta y un paraíso te espera.

- ¡NO! yo quiero quedarme aquí y si, aún tengo cosas que hacer.

-Pero no puedes, ya estas a la mitad del camino, pero si es lo que quieres te daré una oportunidad, pero con una condición.

-Si, la que sea, la cumpliré, pero ¿enserio me quedare?

-Si, pero tendrás que vivir con voces en tu cabeza, ese será el costo

No pensaba que eso me afectaría mucho, pero que más podría pasar, siento que aún pienso como una joven, que rayos, que haré. En fin, decidí quedarme con sus condiciones.

Al despertar era como si naciera de nuevo, mis pulmones se llenaron con aire, esto es un milagro decía yo, después entro la enfermera, era como si viera un fantasma, ella salió gritando, enseguida Mercuri despertó y corrió hacia mí y me abrazo.

-No sé qué haría si tú ya no estuvieras

-Pero que dices solo nos hemos visto tan solo 2 veces

-... sí, pero... esos momentos... ya calla y descansa 

-Sonreí, y solo pensé que estaba bien

Los doctores entraron a la habitación y se quedaron estupefactos no podían creer lo que estaban viendo, estaba viva.

Me analizaron como tres veces y no vieron nada raro, decían que era un milagro, y eso mismo pensé, por lo que vi y o que sentí, podre decir que si existen los milagros

Pero esta es otra oportunidad que no debo desaprovechar.


En el Silencio de Ana (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora