4.-

46 2 1
                                    

Estaba asustada de que podría pasar en ese restaurante, pero me gusta experimentar, hacer algo de lo que me podría arrepentir de seguro en cualquier momento, pero ya no me importa  que pase lo que tenga que pasar. Llegábamos al restaurante y todos los que estaban en dicho lugar me miraban como si fuera un bicho raro, me empezaba a sentir muy incómoda, con tantas miradas que hendían mi cuerpo me quede paralizada al estar frente a la mesa como si ese momento yo no estuviera ahí, como si se abriera mi cuerpo en dos, algo inconfundible algo del otro mundo, hasta que...

-Ahora que te pasa, te paralizaste al ver a tanta perfección delante tuyo, jajaja.

-No, claro que no, solo que...- Si le digo no me va a creer, no será prudente decirle que me estoy partiendo en dos, me tomara a loca como si eso no lo creería, es mejor no decirle nada-

-O bueno cría no te lo tomes mucho a pecho que solo era para refrescar el ambiente.

-No pues qué manera de refrescar el ambiente.

-O bueno creo que tampoco tienes sentido del humor.

- Hola buenas noches, puedo pedirle su orden- En ese momento estoy agradecida con este sujeto, no quería decirle de lo que se moriría-

Creo que ni pasaron 2 segundos cuando dicha persona ordenara la comida para los dos.

-Me trae un Wagyuovo mäso y para la señorita un Caviar almas y un vino de los caros por favor.

-¿Que rayos te pasa? no se si me va a agradar iba a pedir un... un... una carne de Ternero.

-Señorita, Señorita atrévase a algo más, si no, nunca avanzara.

Momento después nos trajeron la comida, ¿Qué era eso? unos huevecillos, creo que se lo cambiaria a él, la carne huele fenomenal, bueno solo queda probarlos, no podía creer lo que estaba comiendo estos pedazos, se sienten como si se estuviera derritiéndose en mi boca literal, no sé cómo expresar esto, es una explosión de mil sabores, creo que moriré.

Después de terminar de cenar paso algo que ni yo me lo esperaba, el agarro mi mano y se disculpó, por decirme todas esas cosas que me hirieron, no pude contener las lágrimas, y me dijo que una mujer nunca se ve bonita con lágrimas en los ojos. Y se acabó el romance en un cerrar de ojos, se empezaron a acercar personas con su teléfono cuestionándonos si éramos pareja, el enseguida soltó mi mano y dijo palabras la cuales ya se había retractado, nunca entenderé a los hombres, ¡son pura mierda!

Salí corriendo de ese restaurante de mala ratas.

De pronto vi como unas luces se acercarán a mí, un sonido de llantas frenando, y gritos de la gente esto paso demasiado rápido, lo vi todo en cámara lenta, maldita sea creo que me hubiese quedado en casa, siempre me pasan estas cosas a mí.

Estoy nuevamente en mi habitación que sucedió son apenas las 7:00, ¿mamá?, ¿papá?

-Hola querida, te acabas de levantar, bueno nosotros ya nos vamos hay comida en el refrigerador, no te desveles ya que llegaremos tarde a casa, te amo cariño.

Me quedé en shock, estuve soñando, no esto no era un sueño, tengo la posibilidad de detenerlos para que no sufran ese accidente, ¿Qué hago? piensa Ana piensa.

-No se vayan, digo pueden quedarse a cenar aquí, por favor- No quiero perderlos de nuevo, no viendo lo que sufrí tras su perdida, no podría volver a levantarme si se van-

-Pero querida, ya estas suficientemente grande para que te quedes en casa tu sola.

-Pero mamá!

-Adiós -Cerrando la puerta, con una cálida despedida-

Cuando abrí la puerta estaba en el hospital, ¡no! ¿por qué? ¡¿por qué a mí?! - Mi abatido corazón no aguanto y se desplomo, estar sola cobijada con mis lágrimas, no era precisamente como nuevamente me quería ver-

La enfermera me vio tumbada en el piso cuando me dijo que no llorara que no tenía lesiones severas, me mire y solo contaba con algunos golpes. ¿Qué paso?, solo me incline hacia a atrás y ya estoy así. 

-No recuerdas?

-No 

-No soy quién para contarte esto precisamente pero fuiste a una fiesta y le marcaste a tus papás porque tenías problemas, ellos fueron por ti y en una discusión su carro se volcó y tus padres...-Baja el tono de su voz y su mirada, esta situación ya la viví -Tus padres murieron ¡por tu culpa Ana!

En ese momento se detuvieron mis lágrimas, no había nada lógico en sus palabras, porque eso no fue lo que sucedió 

-No claro que no, está equivocada señorita

-Claro que sí, ¡toda tu culpa! tú los mataste, por eso no están contigo, acaso no querías esto, ser libre, no tener a tus padres, tu tomaste el volante y lo giraste bruscamente y provocaste el accidente, acuérdate Ana, yo no miento, tu sola te mientes.

-No, ¡yo no fui!-grite lo más fuerte, pero su risa retumbaba mi oído-





En el Silencio de Ana (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora