Kurapika siempre había creído en una vida después de la muerte, en el cielo y en el infierno. Pero definitivamente después de todos los pecados que había acarreado para recuperar lo que le había sido robado, poco esperaba reencontrarse con sus seres amados en el cielo.
Había terminado su expedición en el continente oscuro, y había recuperado los ojos de su tribu, regresándolos a donde pertenecían.
La reina Oito le había ofrecido un nuevo hogar, junto con la pequeña wobble.
–¿No tienes un hogar al cual volver verdad? Regresa con nosotras, estoy segura que wobble estará feliz de tener un hermano mayor- le había dicho la reina
–No puedo aceptarlo, es un honor que no merezco – le había dicho en aquel entonces, ocultando sus verdaderos motivos para rechazar la oportunidad que le ofrecía su jefa.
–Si cambias de parecer, te estaremos esperando.
Kurapika sentía no merecer tanta amabilidad, pero era mejor así.
Había usado demasiado su habilidad de emperor time y sabía que le quedaba poco tiempo de vida. Decidió desaparecer, alejarse de sus amigos. Era mejor si no sabían, si vivían creyendo que solo se fue.
Regreso a su tribu, listo para morir. Vivió unos pocos meses en la tranquilidad de su antiguo hogar. Los días pasaban lentos y monótonos, pero Kurapika no se arrepentía de nada.
Lo cierto es que él pensaba que debió morir junto con su tribu aquel día.
Lo último que recuerda eran sus párpados cerrandose, cuando la puerta de su cabaña se abrió repentinamente. La irritante voz de Leorio llamándolo.
–Estoy cansado, déjame morir Leorio- Kurapika no estaba seguro si aquello había podido expresarlo en palabras o solamente lo había pensado.
Despertó, para él unas pocas horas después. Solo que ya no estaba en la cabaña de su tribu, era una sala blanca. Tan blanca que lastimaba sus ojos, así que tuvo que cerrarlos inmediatamente.
Su cabeza palpitaba, aún se sentía débil. En algún momento se desmayó.
Más recuerdos de despertar y volver a caer, los gritos, las voces apresuradas. El olor a sangre.
Vagos recuerdos de esas experiencias mientras cierto terco médico luchaba por mantenerlo con vida.
Lamentablemente para Kurapika tuvo éxito, pero bajo un precio demasiado alto.
Abrió sus ojos, sintiéndose con más energía que antes, Leorio, Killua, Gon y Senritsu estaban a su lado, sonriéndole.
–Kurapika, gracias al cielo, estás vivo.– exclamó Senritsu tan aliviada.
– ¿Qué sucedió? – preguntó, aún adormecido y confundido ¿Porque seguía vivo?
–Te desapareciste tanto tiempo. Los chicos y yo estábamos muy preocupados por ti.– comenzó a decir leorio – te encontramos en tu tribu, moribundo y te traje a la cede de los cazadores para sanarte.
–Eso es imposible – susurró Kurapika – esto era parte del pacto que hice con mi nen... Debí morir...
–Casi lo logras – dijo el doctor bromeando – pero logramos salvarte, gracias a la enfermedad de Zobae.
Kurapika aún estaba en una especie de trance, tratando de recordar ... Zobae... algo hizo click en la mente del rubio.
"La enfermedad de la inmortalidad" recordó de cuando leyó los registros sobre el continente oscuro y como si acabara de recibir una descarga eléctrica por todo su cuerpo se levantó mirando con enfado y odio al médico.
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Inmortals (One - Shots)
FanfictionOneshot kuroroxKurapika ChrolloxKurapika Yaoi Aquí estaré publicando algunos one shot uwu Portada hecha por: LesathLian Instagram: https://www.instagram.com/lesathlian/