Capitulo 1.

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*El Funeral*

-Estando en el funeral de mis padres, con mis dos queridos hermanos  Jhon y Eylin, no puedo todavía creer que mis padres han muerto,  es tan raro ya que el día de ayer comenzó tan bien y termino  tan mal con el tocar de la puerta de la casa estaba haciendo tarea y mis hermanos veían Los Padrinos Mágicos  y fui a ver por el ojo de la puerta  a ver quién era: un oficial.

*Abro la puerta*

-¿Usted es Anna Torrealba? *Pregunta dudativo*

-Asombrada respondo-Si ¿Qué desea?

-Tus padres han tenido un accidente automovilístico lo cual se causo un incendio y tus padres quedaron casi irreconocibles, han muerto. –Explico-

Involuntariamente me salieron lágrimas, comencé a ver todo nublado, caigo de rodillas, entro en shock y después me sumo en la penumbra de mis parpados tupidos. Después despierto en el sofá de la sala.

A mi lado hay una extraña bolsa la agarro y me quede un momento con la bolsa en mano, es de tela, marrón y mediana con una cinta dorada para mantenerla cerrada, un poco polvorienta y sucia que debe ser por el incendio, huele a rosas y humo.

-Fin Flashback-

Ahora solo pienso, ¿como meteoros hare ahora? Todavía estoy estudiando, tendré que buscar un trabajo, un hombre interrumpe mis pensamientos.

-Estamos aquí reunidos todos por la muerte de dos seres queridos como lo fueron Maysilee de Torrealba y Peter Torrealba. Padres de tres hijos.

Estoy llorando junto con mis dos hermanos, ¿cómo hare ahora? No tengo trabajo, soy la mayor, tengo que hacerme cargo de mis hermanos. Algunas personas comenzaron hablar en homenaje a mis padres, no presto mucha atención ya que estoy profundamente intrusa de mis propios pensamiento en un momento me dicen para decir algunas palabras pero no estoy lista, no podre hablar, así que digo que no, estoy muy segura que voy a sollozar y no quiero eso, solo por mis hermanos, quiero que vean que estoy fuerte para que ellos también lo sean. Termina la misa y un amigo de mi padre nos lleva a casa a mis hermanos y a mí. Entramos los tres en silencio, hasta que mis dos hermanos se acercan y pregunta  Jhon:

*Viéndome con sus ojos color miel*

-¿Mamá y Papá volverán?

-Ellos volverán en cualquier momento, no sé cuándo pero volverán. Solo prométeme que no estarás triste por su ida y ve a distraerte con tu hermana, dentro de un rato les serviré el almuerzo.

-Está bien hermana, te quiero.-Me abraza y me da un beso en la mejilla-Le diré lo mismo a Eylin que esta triste en su cuarto. *Se va*

Voy a mi cuarto, cierro la puerta y automáticamente me tiro al piso y me hago un ovillo. ¿Le mentí a mi hermano? Lo hice, pero solo para su propio bien, no lo quiero ver triste, a ninguno de los dos. Saldremos de esto, mis hermanos y yo, esto es lo que fueran querido mis padres, en todo tipo de circunstancias seguir y con frente en alto, eso me enseño mi madre, nunca caer aunque todo este horriblemente mal. Me levanto y seco algunas lágrimas, intento despejar de mi  mente revisando si tengo alguna tarea, mis padres me ensañaron a distraer la mente de circunstancias muy malas.

 Pero en vez de distraerme pienso más en ellos, no puedo dejar de pensar en ellos. Me voy a mi cama y ahogo mis sollozos con la almohada, cuando me calmo voy al baño que tengo a en mi cuarto.

Me veo al espejo y encuentro a una Anna con el cabello totalmente desordenado de su cola de caballo, la nariz roja, con una cara mojada por lágrimas y ojos cristalinos. Me lavo la cara, seco mi cara, me termino de quitar la cola, me cepillo el cabello y hago una trenza sencilla. Voy a mi cuarto, me maquillo un poco para disimular mis ojos cristalinos, sobre todo las ojeras y termino.

Salgo de mi cuarto y están mis hermanos jugando Monopolio.  -Llegó hacia donde están ellos- ¿Alguno tiene tarea?

-Yo ayer hice toda mi tarea con mamá.- responde Eylin-.

-No tengo ninguna y lo sabes porque me ayudaste en dibujar.-responde Jhon-.

-Bien, no tienen nada de tarea, iré a prepararles el almuerzo.-Les sonrió a ambos y me devuelven la sonrisa.

Noto a mis hermanos, no tristes o se podría decir que no les veo nada de infelicidad en ellos, tal vez ellos enfrentan esto mejor que yo.

  Rápidamente me dirijo a la cocina para preparar el almuerzo, no sé qué cocinar, así que preparare lo único que sé hacer, pasta con salsa, ahora me arrepiento de no haber estado más tiempo con mama en la cocina y haber aprendido a preparar algo más… Sin pensar pongo manos a la obra y comienzo a cocinar.

 Mientras estoy esperando a que la pasta esté lista me detengo a pensar en la muerte de ¿mis padres, me pregunto: a donde se dirigían? ¿En qué momento salieron? ¿Y porque habían salido a esa hora? Por qué según tenía  informado el accidente fue aproximadamente a las 4:30 am, o al menos eso dijeron los policías cuando me interrogaron.

 Aún pienso en todas mis preguntas sobre mis padres sin ninguna respuesta, alguien me está llamando, conozco esa voz tal y como conozco la palma de mi mano es mi hermanita Eylin que tomando mi mano y me pregunta preocupada.

-¿Qué sucede?- me mira con sus llamativos ojos grises que extrañamente alrededor de la pupila tiene un bordecillo amarillo o como el oro, en realidad, ahora que me doy cuenta, mi hermano y yo igual tenemos ese extraño bordecillo amarillo- ¡¿Hermana?!-sacude mi brazo- ¿Qué tienes? La pasta se quema.

-Nada, solo estoy pensativa, no es nada tranquila linda… ¡La pasta! ¡La he olvidado!

-Ana abrió sus ojos como platos y corrió apagar la cocina y con un guante toma la pasta que ahora era de un color oscuro no muy agradable.

Dios. – susurro Jhon entrar a la cocina y ver todo ese humo.

 Alcance salvar algo de la pasta y colocarla en una bandeja, cuando los tres vimos la mayoría de la pasta achicharrada en el sartén solo pudimos reírnos los tres por un largo rato, aunque no duro mucho cuando nos tocó comer la pasta, ya que era la hora de comer y todos tenemos hambre.

 El almuerzo fue muy sigiloso y todos sabíamos el por qué era la primera vez que comíamos sin nuestros padres en la mesa y eso era algo triste.

  Cuando recién terminamos de comer, automáticamente comencé a lavar los platos y Jhon me ayudaba colocándolos en su lugar. De repente el teléfono de la casa sonaba , fui en su búsqueda pero no lo encontraba y me preocupaba por que ya llevaba rato buscando ese teléfono cuando me acerque a los muebles de la sala el sonido se hizo más evidente así que busque entre los cojines y hay estaba. Lo tome lo más rápido que pude y enseguida conteste.

-Hola’ ¿quién habla?

StriabusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora