Capítulo 16

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Tienes que romper tu lazo con Erick.

—¿Qué es lo que dices?—Susurró bajo.

—Ya me escuchaste Christopher, Erick no puede llevar el apellido de Vélez, no es digno.

—No lo haré. —Dijo seguro.

—¿Acaso crees que ese estúpido Omega va a perdonar que te allás metido con Melany?—Solto una risa irónica. —No me hagas reír.

—No lo llames así, y si me perdona o no a ti te tiene que valer... Es mi vida, no la tuya.

—Hijo, Melany te conviene mucho mejor que ese Omega. —Se acercó a él, tocando su hombro con una de sus manos. 

—No papá, amo a Erick... ¿O no será que quieres que rompa mi lazo con él por que el papá de Erick no quiso trabajar contigo?

NO, pero como ya te dije, no es digno de llevar nuestro apellido.

—No me importa lo que pienses Leonardo, amo a Erick y no vas a lograr que eso cambie.

—Entonces... —Se alejó bruscamente de él. —Olvidate de todo, el dinero, las acciones... Todo Christopher.

—Bien, quedate con todas tus asquerosas cosas. Prefiero eso a que perder a mi Omega.

Sin más que decir, ignorando el llamado de su padre, salió de la oficina. Para su suerte, aún tenía aquella carpeta que le entregaría a Erick, pero no podía ir a su casa, no en ese estado. 

Salió de la empresa, yendo por su automóvil y subiendo en él, comenzando a conducir sin saber a donde llegar.

Lloró, claro que sí lo hizo. El sólo hecho de pensar que pudo haber perdido a su Omega lo aterraba.

Se detuvo en un lado de su camino, su vista nublada le impedía seguir viendo el camino. Apagó el motor y siguió derramando más lágrimas, necesitaba sentir a su Omega.

»¿Estas bien?«, escuchó la dulce voz de Erick. Alzó la vista, asintiendo un poco, sabía que Erick se daría cuenta. »No lo estas. ¿Qué paso?«

Y era aquí en donde agradecía tener esa conexión con Erick, esa conexión que sólo se lograba con tu destinado.

»Mucho, paso mucho.«

»Estamos en casa, puedes venir a jugar con Thiago.«

»Por favor, dame la oportunidad de explicarte todo.«

»...Solo ven a casa, se que no estas bien.«

Asintió nuevamente,  retiró todas las lágrimas que aún tenía en sus ojos, volvió a poner en marcha su auto, su corazón de un momento a otro comenzó a latir rápido... Algo no estaba bien, aceleró.

[...]

Había llegado a casa, entró lo más rápido que pudo y vio a tres personas. Erick, Thiago y su padre.

¿Qué haces aquí?

—Christopher, solamente eh venido a ver a mi nieto. Ha crecido bastante, no lo recordaba así de alto. —Sonrio para Thiago.

Vete de aquí.

Erick, bueno, el estaba temeroso abrazando a su hijo, Christopher estaba haciendo uso de su voz.

El padre de Christopher se puso de pie, caminando hasta él. Lo miró y sonrió.

—No uses tu voz conmigo Christopher, mañana hablamos en la empresa.

—Ni creas que volveré ahí.

—No digas idioteces. —Rió. —No debes hablar enserio.

—Hablo enserio Leonardo, no iré a tu empresa, me quedare en casa... Cuidando de mí familia.

—Entonces, así lo haremos.

Y sin más que decir, salió de aquella casa, Christopher soltó un suspiro estresante. Miró a su Omega, estaba hecho bolita con Thiago en brazos.

—Perdón. —Erick deshizo aquel abrazo, miró a su Alfa.

—¿Estas bien?—Nego. —Thiago, ve con papá, necesita un abrazo.

Soltó al pequeño oji-verde quien corrió hasta los brazos del Alfa, lo alzó y lo abrazo con fuerza soltando algunas lágrimas.

—Ire a mi habitación.

Erick se fue, dejando a Christopher disfrutar de su hijo. Después de varios minutos, terminaron el abrazo, dejó un beso en su mejilla y camino con Thiago en brazos hasta el sofá.

—Papá tiste.

—Papá extraña a Erick. —Sonrió de lado.

—Papá dice que también pero que eres malo. ¿Es cierto? —Christopher negó de inmediato.

—Solo que... Papá se equivocó en unas cosas.

—¿Como yo con la tarea para mañana?—Christopher lo miró confundido. —Shi, mira.

Se bajo del regazo de Christopher, yendo a tarde su cuaderno del colegio.  Abrió una de las páginas, en su tarea, la cual Erick le había dicho que estaba mal.

—La maestra nos dijo que dibujáramos nuestro fin de semana. —Enseño aquel dibujo.

Christopher se sintió tan mal al ver ese dibujo, era Erick llorando en su cama y él observando desde la puerta de su habitación. En otro espacio eran ellos dos (Erick y Christopher) gritandose y el Omega nuevamente llorando. Habían estado tan metidos en ese problema que ni siquiera se habían percatado de que Thiago los estaba observando.

—¿Tú también piensas que esta mal?—Bajo su mirada.

Christopher no sabía que responder, Thiago solo estaba siendo sincero.

—Bebé. ¿Y si mejor no entregas la tarea?

—Debería de, así se dan cuenta de la clase de padre que tiene. —Ambos miraron a Erick.

—Erick no quiero empezar a pelear, menos frente a Thiago.

—Se da cuenta. ¿Que acaso no ves el dibujo? —Señalo el cuaderno.

—Thiago. ¿Quieres helado?—El pequeño asintió cabizbajo. —Vamos, ven.

Sin hacerle más caso a Erick, ambos salieron de la casa, caminando juntos mientras Christopher trataba de hacer reír a su pequeño mundo.

—...Y me caí. —El pequeño se soltó a carcajear, Christopher sonrió feliz.

—Quero de limón papá. —Dijo, ya que habían llegado a un pequeño puesto en donde comprarían sus conos.

—Ahora vallamos a casa, antes de que papá se vuelva loco. —Ambos rieron.

"тнιαgσ" |Chriserick|Omegaverse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora