Capítulo 1

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Desperté con un fuerte dolor de cabeza, y con un sabor amargo en mi boca.

Varios rayos de sol entraba por la ventana de lo que era una habitación que no había visto jamás en mi vida, agregándole a eso que no se como llegué ahí.

Me levanto de la cama y empiezo a caminar por la habitación, explorándola un poco, me di cuenta que en la esquina del cuarto había una puerta, me acerqué a ella y la abrí, era una baño... pensé que habría algo más interesante.

Escuché pequeños golpes en la puerta y salí de inmediato, afuera me encontré con un chico muy simpático, su cabello era castaño y se veía tan suave, sus ojos eran de un verde claro, sus facciones faciales eran muy pero muy varoniles, algo que me llamó mucho la atención de su rostro fue un piercing que tenía en su labio inferior, ese piercing le daba un toque de rudeza; él era alto y un poco musculoso.

- Hola, ¿Ya te encuentras mejor? - Me pregunto un poco preocupado aquel desconocido.

- ¿Quién eres tú? Y ¿Qué hago aquí?- Dije a la defensiva.

- Bueno... eso es una larga historia. Anoche necesitaba mas leña para mi chimenea, y salí en busca de ella al bosque, al llegar allí, escuche sollozos, y a medida que me iba adentrando más y más se iban escuchando mas fuerte, luego te encontré: estabas tirada en la tierra, llorando, pidiendo ayuda, estabas tiritando de frío y con mucha razón ya que nos encontrábamos a 15°. Cuándo te pregunté donde vivías solo me respondías: Los Atira. No sabía quienes eran ellos, además parecías estar muy perdida y asustada, hacia mucho frio afuera tenía miedo de que tuvieras hipotermia o algo parecido, así que te traje a mi casa, te prepare algo, lo tomaste y te quedaste dormida en mi habitación. Fin de la historia.

- Mmm... ok. Y ¿qué fue lo que me diste? Mi boca sabe muy amarga.

- Bueno... es algo difícil de explicar, porque yo quería experimentar con una planta muy extraña que solo crece aquí, en Mayfield y creo que esa es la razón por la cuál tu boca sabe un poco amarga, lo siento.

- Bueno, gracias por salvarme.

- De nada, supongo... ehh yo te traía un poco de ropa, como puedes ver en esa puerta - apunto a lo que sería el baño -hay un baño, hay date una ducha, cámbiate y baja, he preparado el desayuno.

- Ok, una vez más gracias.

Él ya estaba por salir de la habitación cuando me di cuenta que no sabía su nombre, no lo llamaría por siempre "desconocido".

- Hey! No me haz dicho tu nombre.

- Soy Jason Grey.

Antes de irse, hizo una pequeña reverencia. Que tipo tan raro.

Bien dejando eso a un lado, ¿Como llegué aquí? ¿A este pueblo? ¿De dónde vengo? ¿Quién soy?.

Cielos son tantas preguntas. Mejor me daré el dichoso baño y trataré de recordar.

Después de 10 minutos no llegaba a ninguna conclusión, trataba de recordar pero cada vez que lo hacía mi mente quedaba en blanco y por el esfuerzo que hacía me daban muchos mareos, así que deje de intentar para no desmayarme de nuevo.

Al terminar mi baño, que por cierto estaba delicioso, era como si no me hubiera bañado en siglos, me vestí, me puse unos... calzoncillos? Y una camiseta que me quedaba muy grande.

Baje las escaleras y me encontré con otro chico parecido al que me salvó, pero se lo veía un poco mayor que él.

- Hola tu debes ser aquella chica pérdida de la que me hablo mi hermano. Soy Bruno Grey, mucho gusto.

Estrecho mi mano y me dio un beso en la mejilla. Me tuve que apartar, todo era muy confuso.

- ¿Cuál es tu nombre princesa?

- Yo... mmm no... no lo recuerdo.

- Oohh es una pena debía de ser muy hermoso como tú.

Me guiño un ojo. ¿A este tipo que le sucede?!!

Bueno en cierto punto el tiene razón ¿Cuál es mi nombre? No se nada de mí, diablos esto será muy difícil, trate de recordar mi nombre pero me mareé y casi me caigo.

- Oye ¿estás bien?

- Si sí, solo necesito descansar

Subí las escaleras, me encerré en la habitación y me acosté tratando de recordar mi vida pasada con mucha tristeza, mi familia me esta buscando y yo ni siquiera los recuerdo, una pequeña lágrima resbaló por mi mejilla y así entre pequeños sollozos caí en un profundo sueño, esperando con ansias poder recordar algo.




EmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora