Un nuevo despertar (Primera Parte)

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Abrió los ojos lentamente y una luz cegadora hizo que los volviera a cerrar. Se tocó con una mano la cabeza, tenía un leve dolor en la nuca. Se llevó la misma mano a los ojos y los abrió tapando con la mano la luz del sol que entraba caluroso por la ventana. Se levantó lentamente sentándose en la cama y sonrió tímidamente al ver el buen día que hacía. Sacó sus piernas de debajo de las sábanas y se puso sus zapatillas. Se apoyó en la cama y se puso de pie. Tuvo que apoyarse en la mesita de noche porque un dolor le recorrió la cabeza haciéndole perder el equilibrio. Una voz apareció en su mente.

"¿Qué haces aquí? ¿Estás loca?"-imágenes se le venían a la cabeza.

" Te ayudaré."

"¡Clara!"- oyó a un señor mayor gritar.

Su mente proyectaba imágenes y le hacía oír voces que ella había oído antes pero no llegaba a reconocer a aquella persona por la voz. De pronto los recuerdos cesaron. Todo se tornó en silencio.

"Una de las voces era de Clara, el resto no lo tengo tan claro - Martina empezaba a marearse y se sentó en la cama-. Ayer seguí a Clara hasta... un bosque y...entre por un sitio que no me recuerdo bien y allí... había sangre y Clara..."

Martina empezó a reírse escandalosamente aunque pronto paró porque le dolía aún la cabeza. Se levantó lentamente y se vistió. Fue al baño y se lavó la cara, se peinó y se cepilló los dientes.

"Verás cuando le cuente a Clara lo que he soñado, nos vamos a estar riendo durante una semana"

Se enjuagó la boca y tras una expresión en su rostro se apresuró a ir a su cuarto.

"Mierda no he mirado la hora llegaré tarde al instituto, Joder"

Cogió el despertador de la mesita de noche y tras mirar la hora lo arrojó a la cama y éste rebotó cayendo al suelo. Martina hizo una mueca de dolor y se dirigió a la puerta de su habitación.

-¡REBECA LLEGAMOS TARDE, CORRE! -Gritó a su hermana desde su cuarto.

Martina sin esperar respuesta se volvió a coger su maleta y dirigió una mirada a la ventana de su cuarto que estaba entreabierta y sin perder tiempo la cerró y salió por la puerta pegando un portazo.

Cruzó el pasillo y llegó al salón donde su padre leía el periódico al final de la mesa y su hermana removía un tazón de leche con cereales con una cucharilla. Su rostro era sombrío, triste y pálido. Ella levantó la vista y apartándo la mirada de la suya miró abajo y siguió con su leche con cereales.

-Rebeca llegaremos tarde si no mueves tu culo - le comenzó a decir Martina en un tono que fue bajando conforme veía su rostro-. ¿Qué pasa?

Rebeca empezó a suspirar y a respirar muy agitadamente. Martina le vió una lágrima brotar de sus ojos. Su padre levantó la mirada y apretando los labios dejó el periódico en la mesa.

- Hija… -emitió su padre finalmente.

Un llanto se escuchó en la cocina y Martina frunciendo el ceño y mirando a ambos confusa corrió a la cocina para encontrarse a su madre sentada en un taburete llorando a moco tendido.

- Mamá, ¿Qué pasa? - dijo alterada-. Me estáis asustando.

- Lo siento, cariño. Lo siento de verdad. Es una tragedia.

Martina quería llorar pero no sabía porque sentía aquello. Su madre no tenía buena cara. Martina se arrodilló en el suelo y la miró a los ojos. Los tenía hinchados y rojos.

- Mamá, tranquilízate y cuéntamelo - Martina le acarició el pelo y le dedicó una sonrisa.

-Sois muy pequeñas -balbuceó entre sollozos-. Es una injusticia que pase esto.

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2014 ⏰

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