Capítulo 31: mi perdición
Lia abrió los ojos desorientada. Se sentía rara, como si le faltase algo. Entonces recordó que ahora tenía un nuevo corazón. Miró a su alrededor comprobando con sorpresa que no se encontraba en la habitación algo ruinosa en la que se había alojado antes.
En un sillón que había al fondo de la habitación estaban sentados sus padres, de espaldas a ella, hablando con una Sophia con una mala cara que preocupó profundamente a Lia.
- ¿Qué te pasa, hermanita?- preguntó con un hilo de voz.
Pero bastó para que ella la escuchara y levantase la vista hacia Lia. Se acercó con una sonrisa enorme y los ojos llenos de lágrimas de la emoción de verla despierta. Sin atreverse a abrazarla por temor a hacerle daño, se arrodilló junto a la cabecera de la cama y, al intentar decir algo, rompió a llorar.
Sus padres enseguida se acercaron para saludar con todo el cariño que habían estado guardando para cuando Lia despertara tras la operación y para consolar a Sophia. Según le explicaron, su hermana mayor había abandonado la sala de operaciones al verse incapaz de seguir. Se desmayó en el pasillo al salir y no paraba de echarse en cara que no hubiera podido salvarla.
- Pero si estoy bien- repuso Lia, confusa porque su hermana se sintiera culpable-. Me has salvado, Sophia, no entiendo por qué te recriminas nada. Si no fuera por ti, yo no estaría hablando ahora con vosotros porque no habría sobrevivido. Eres la mejor hermana que podía haber tenido.
Sophia levantó la mirada y le dio un beso a Lia, susurrando un sincero “gracias” antes de salir de la habitación.
Después de que sus padres se hubieran ido, apenas tuvo tiempo para respirar. Cloe y Alice habían ido a visitarla al hospital. Estuvieron hablando un par de horas y Lia descubrió que seguían siendo las mismas y que Cloe no mentía cuando decía que realmente la habían echado de menos y se preocupaban por ella.
Tras aclarar ese tema y contarse todo lo que había pasado en ese tiempo, las chicas se fueron, dejando a Lia por fin sola con sus pensamientos. Esa noche, Lia fue incapaz de dormirse al no recibir la visita de Allen. Le había echado en falta durante todo el día y no la había ido a ver.
Pero Allen no sabía que la habían operado porque ella no le había podido decir nada. Lia supuso que tampoco sabría que la habían cambiado de habitación. Aunque tal vez hubiese supuesto algo si la noche en que operaron a la joven fue a verla a su habitación y se encontró con que no estaba allí.
Lia no pudo dejar de darle vueltas al tema durante los siguientes tres días. Cada vez que trataba de preguntar o a Sophia o a sus padres, estos cambiaban de tema haciendo como que no habían oído nada.
La noche del tercer día después de la operación, Lia estaba en su habitación con Sophia, que hacía las últimas comprobaciones del día.
- Sophia, ¿te puedo pedir una cosa?- le preguntó tratando que no se notara su nerviosismo.
- Claro, hermanita, dime- respondió ella dejando lo que estaba haciendo para escucharla.
- ¿Podrías decirle a Allen que me han cambiado de habitación?- preguntó con la súplica en la mirada- Aún no ha venido a verme y creo que es porque no lo sabía. Lo de la operación y lo del cambio de cuarto, digo.
Sophia apartó la mirada, incómoda. Sabía que tarde o temprano tendría que decírselo, pero no quería ver a su hermana sufrir.
- Lia, hay algo que debes saber- le dijo cogiendo aire y sentándose en una silla junto a la cama de la chica.
- ¿El qué?- la inocencia con la que Lia se lo preguntó hizo que se replantease el contárselo, pero debía hacerlo. Se obligó a coger aire y a hablar.
- La noche de tu operación, hubo un accidente en el hospital. Un par de habitaciones se derrumbaron por causas aún desconocidas- Sophia paró bruscamente de hablar. No sabía que le costaría tanto decírselo.
- Oh, vaya. Pero nadie salió herido, ¿verdad?- dijo Lia preguntándose qué tendría eso que ver con su chico.
- En realidad, sí.
Sophia miraba al suelo mientras hablaba. Era incapaz de mirar a su hermanita.
- Pero no fue muy grave, ¿no?- Lia le seguía el juego a su hermana, pensando que había vuelto a cambiar de conversación como llevaba haciendo desde que despertó tras la operación.
Tal vez no querían hablar de Allen porque se había curado tal y como ella había soñado y le habían dejado irse del hospital. La llama de la esperanza se encendió en su corazón al pensar que el joven estaría sano de nuevo. Tal vez podría ir a buscarle y podrían tener una vida juntos por fin.
Frustrada porque Lia no entendiese lo que quería decirle, Sophia subió la mirada hasta sus ojos azules y le dijo con toda la firmeza que pudo:
- Lia, Allen murió por salvar a una niña de morir en el derrumbamiento.
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siento haber tardado tantisimo en colgar!!! :S mi ordenador no tenía conexión a internet y desde el movil no lo podia subir :( espero que podais perdonarme por haber tardado tanto... no olvideis votar y comentar... sois geniales!!! un besoo!!! <3
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Hasta siempre
Roman pour AdolescentsLia vive tranquila y sin preocupaciones hasta que un día, sin previo aviso, enferma y la ingresan en un hospital. Allí conoce a un chico que vive un momento difícil de su vida. ¿Podrá ella ayudarle a superar todo por lo que ha pasado?¿Y Lia? ¿Conseg...