05 - Martina ¿Donde estas?

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Francis: Te digo que le envíes cartas en secreto
Arthur: No lo sé. La otra vez, cuando se le cayó el teléfono, le puse una notita adentro de su funda
Francis: ¿Y que decía?
Arthur: decía "eres hermosa" y con un dibujito de un corazón al lado
Francis: ¡Que tierno Mon Amour! –Se escucha una risitas de fondo– espero que le haya gustado, o si no, ya no tendrás mis besos
Arthur: siempre insoportable jeje, pero eres mí amigo, bueno, debo cortar
Francis: hasta luego entonces ¡Mon Amour!

Y entonces, la llamada se corto

Arthur, quién estaba en la plaza sentado, decidió ir a la cafetería que estaba cerca, solo entro y pidió un café con tostadas. Saco un papel y empezó a escribir:

Martina, eres la flor que brilla
En el cielo cuando la luz del sol
Es una lamparilla
Y en mí cabeza se hace un descontrol

Arthur miro con los ojos entrecerrados. Tomo un sorbo del café que pidio y saco otra hojita.

Martina, eres el sol de mi vida
quién ilumina siempre mí camino,
Cuando te sientas pérdida
yo seré para ti, un angel divino

El cejon miro la nota y sonrió, le había gustado lo que había escrito en la hoja,

–Creo que le gustará mucho

Arthur pidió la cuenta y se retiró del lugar. Puso eso pequeño papel en un sobre casi del mismo tamaño. Sonrió y pensó –Ay Martina, cuanto me gustas–. Nuestro amigo se dirige nuevamente al parque, al asiento donde siempre se sentaba ella, vio que estaba a punto de llegar y entonces coloco  el pequeño sobre. Medio minuto después ella se sienta en la banca y ve el sobre que tenía su nombre.

–que dice aquí–ve el nombre del sobre– "para Martina Hernández" voy a abrirlo.

El inglés se puso nervioso, y tampoco quería saber cómo iba a ser su reacción. Entonces, ella empezó a leer

–Martina, eres el sol de mi vida, quién ilumina siempre mí camino, cuanto te sientas pérdida, entonces yo seré para ti, un angel divino– Ella sonrió, y puso su mano en el corazón.– awww qué lindo, lo guardaré, tengo ganas de darle un beso

Arthur sonrió, sabía que le gustaría, entonces decidió irse a su casa tranquilo, esa noche dormiría pensado y soñando en ella

Entiendelo... ¡Eres tonta!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora