02 - Saludo en el parque

302 26 6
                                    

Arthur Kirkland, quien gustaba de una chica, iba a ir al parque esa tarde, el mismo día en el que Francis lo había llamado. Arthur salió de la casa y con sus felices pies, se dirigió al parque. Arthur se sentó en una banca mientras sacaba un pequeño libro para leer. Abrió el libro y se dispuso a leer en la página donde había dejado.

Y aquel joven chico, decidió entrar a esa cafetería y hablarle, para después, pedirle matrimonio. El no estaba sólo, venía acompañado de unos mariachis. El pidió que empezarán a cantar. El joven le hablo a su novia, en el que se habían peleado hace poco.

-Helena

Al pobre chico se empezó a poner nervioso porque no sabía que iba a decir ella.

-Perdon, perdón por poco que nunca hice contigo. Perdón por no escucharte cuando más lo necesitabas. Perdón por no acompañarte y cuidarte cuando lo necesitabas.

Arthur pensó, el intentaría ser el mejor novio del mundo.

-Pero ya no más, he cambiado. Prometo cuidarte. Prometo amarte. Prometo estar contigo siempre cuando lo necesites. Bah pero que digo, voy al grano. Helena Walkstein ¿te gustaría casarte conmigo?

Entonces, Helena respondió

-¿Quien es Migo? Jajaja ¡claro que me casaría contigo!

Entonces se besaron en medio de la cafetería, todos aplaudían...

Arthur escucho que algo se cayó y cerca de el había un celular con funda rosa. Se levantó y la siguió a ella, el sabía que esa chica era la que le gustaba. La chica se sentó en la banca y en eso, nuestro querido Arthur le hablo

-¡Hola!

Y entonces ella, con una sonrisa, le respondio...

Entiendelo... ¡Eres tonta!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora