Arthur Kirkland estaba en su casa, tranquilo, muy tranquilo, relajado mientras estaba leyendo un libro de poemas. Le gustaba leer ese tipo de libros cuando creía que el amor estaba a la espera. Leía y pasaba las páginas, volvía a leer y pasaba las páginas nuevamente. Leyó algo que le llamó la atención
Entonces pensó, si, estaba pensando y no creía que algo lo iba a interrumpir. En su teléfono sonó un tono de mensaje, solo una persona podía interrumpirlo de esa manera:
Francis Bonnefoy, su insoportable y mejor amigo
Agarro el teléfono y se fijó el mensaje que le había enviado. Estaba en lo correcto, era el.
WhatsApp:
Hey, Arthur, Mon amour ¿Cómo estás?
¿Y como crees que estoy?
Tranquilo, imbecil
Oh, veo que estabas ocupado con tus estupidis nivilis de amor
¿Cómo te atreves a insultar a mis queridas y preciadas novelas de amor? Bueno, sin ofender
Siempre el mismo, Arthur Kirkland, ya vas a ver cuándo no quieras mis besos jajaja
Igualmente nunca quise que me besaras
Arthurcito, por favor, me estás ofendiendo, creo que me ire a hacerme bolita y llorar en un rincón
¿Acaso te copias de mí?
¿Que? Ah que digo, ya serás mio, y te besaré por toda la eternidad
Arthur, ¡Arthur!
Creo que me ire a llorar
Arthur cierra la aplicación de WhatsApp y bloquea su teléfono.
Retomo en su pensamiento nuevamente, por segunda vez. Iba a hacer algo. Se va a su escritorio y busca unas hojas. Agarra un boligrafo y empieza a escribir.
Martina Hernández
Soy yo la persona indicada que debe amarte, me has gustado desde que te vi aquella vez, hace un año y medio que te vi. Aquella vez que te vi sentada riendo y divirtiéndote como nunca, eras adorable. Me gusta tu sonrisa, me gusta mirar esa bella sonrisa que tienes, me hace pensar, y yo te tuviese a mí lado, sería la persona más feliz del mundo.
Tengo miedo Martina, tengo miedo. No quiero pensar en que fueses tú, quién no me quiere. No quiero pensar que alguien nos separe, temo eso y lo siento. Se que me cuesta expresarme, pero por ti, yo haría lo posible por conquistarte.
La próxima vez que vea tu hermosura, juro que te voy a hablar, juro que serás mía y de nadie más.
Martina, no me gustas, yo... ¡Te amo! Y lo seguiré haciendo por toda mí vida.
Y si nuestro amor nunca fuese real, por lo menos habría creado, la mejor historia de amor, que el mundo habría conocido
Se despide, con mucho amor, Arthur Kirkland
Arthur termina de escribir y dobla la hoja, próxima a guardarla. Se acuesta a su cama y se cubre para dormir.
Suena su teléfono:
Un mensaje
–Arthur, soy yo, Mon Amour, la chica que te gusta estará mañana en el parque. Ya sabes que hacer :)
Entonces sonrió, y se durmió, rápida y plácidamente.
Mañana será un buen día, ¿O si?
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Entiendelo... ¡Eres tonta!
RomanceArthur Kirkland gusta de una hermosa chica y intentará enamorarla pero otra persona se intrometera en la relación. ¿Será posible que Arthur enamore a esa chica? ¿Será capaz esa otra "persona" arruinar la relación? Esa otra persona intentará arruinar...