Beck
Era una chica lista. Eso me agradaba.
—Toca la de Beethoven —Le dije con voz más seria de lo que pretendía.
Sus delgados y largos dedos se comenzaron a deslizar por las teclas con limpieza. Observé como sus manos se movían por el teclado y creaban una pieza impecable de Beethoven.
De pronto miré su rostro. Su cabello castaño le cubría el rostro, pero pude notar que se mordía el labio inferior. Las notas comenzaban a sonar aturdidas y en segundo plano.
Era una chica linda y dulce, pero yo era un poco frío, y creo que ya lo había notado.
Terminó con la canción y de pronto me volví a la realidad.
— ¿Y bien? —preguntó casi en un susurro.
—Estuvo perfecto.
Agachó la cabeza y creo que sonrió un poco. Mis músculos faciales estaban amenazándome con provocarme una sonrisa, pero me froté la cara con una mano para evitarlo.
—Y dime… ¿cuántos años tienes? —me preguntó Gisele con una voz tímida y encantadora, sacándome de mis pensamientos.
—Tengo 18.
Observé que en su rostro hubo sorpresa y suspicacia. Es como si hubiese apostado algo y lo hubiese ganado.
—Vale —se apartó un mechón de cabello y se lo colocó detrás de la oreja. — ¿Estudias? ¿Vas a alguna universidad?
—No. Tengo un trabajo. Bueno, trabajo. —Hice unas comillas invisibles en el aire con ambas manos.
— ¿En qué trabajas?
Gisele era muy curiosa. No sé si me gustaba que fuera curiosa, o tal vez me encantaba eso.
—Trabajo en una librería aquí cerca.
Abrió un poco los ojos y sonrió un poco. Mis músculos me amenazaron otra vez.
—Yo voy ahí cada semana. ¿Cómo es que no he visto?
—Supuse que porque trabajo en la sección de poesía.
No seas tan frío, Beck. Me dije a mí mismo.
Se puso roja.
—Entonces ya tengo a alguien que me aparte libros—dijo con dulzura que me asesinó un poco por dentro. — ¿Cuánto llevas trabajando ahí?
—Algo así como… 6 meses o 5.
Entonces la puerta se abrió lentamente. Mi tío asomó la cabeza con los ojos como platos. Lo miré y puse los ojos en blanco. Ridículo. Pero Gisele se volteó y sonrió al ver su expresión, tal vez sí le agradaba mi tío.
—¿Se la han pasado bien? Beck, ¿Cómo ves a la chica? ¿Toca bien?
Me levanté de la silla y la volví a poner en su lugar al mismo tiempo que hablaba.
—Toca bien. Le he escuchado dos piezas, una de Bach y otra de Beethoven.
No le mencioné que se había equivocado en la pieza de Bach. La miré y cruzamos miradas por un segundo pero ella apartó la mirada y miró el suelo. Miró mis zapatos. Miró todo, menos a mí.
Apenas si la conozco.
Pero por una extraña razón sentía que le conocía de días, semanas e incluso meses. Debía idear la forma de conocerla mejor, de hablarle. ¿Por dónde podía empezar?
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Quinesia
Science FictionQuinesia narra la historia de Gisele, una chica promedio amante del piano quien conoce al misterioso y frío Beck, un chico cerrado y maestro del piano, pero con un don extraño que Gisele desconoce.