Bésame...

Bésame... / Capítulo 5

Adornado con un poco de lime...

Naruto llevó a su hijo al salón donde alguna vez fue alumno de la academia Ninja, la miró con nostalgia y suspiró recordando aquellos días tan lejanos como genin; soltando un gran suspiró.

─ No cuestionaré, lo bueno o malo que has hecho en estos días, sin embargo, debo decir que si no lo arreglas perderás a Sarada.

─ ¡Padre! ─ Exclamó con sorpresa ─ Tú...

─ Espera, no deseo saber nada si no quieres contarme, lo que sé son solo meras suposiciones ─ aclaró Naruto antes de que continuara.

Boruto asintió agradecido de la forma de actuar de su padre, esta plática se tornaba extraña y algo bochornosa.

─ Kawaki piensa declarársele, ¿estás cómodo con eso?

El chico apretó sus puños.

─ No, claro que no, pienso detenerlo.

El Hokage lo miró ─ ¿Entonces piensas pelear?

─ Por ella por supuesto, no hay duda en ello; yo la amo por lo que no dejaré que nadie la aparte de mi lado, claro a menos que ella no quiera estar conmigo.

Esa respuesta le fue agradable al Séptimo ─ ¿Escuchaste Sasuke?

─ Sí ─ entrando al salón con paso firme y mortífero, ya que se trataba de su hija.

Naruto asintió ─ Ya que todo quedó claro, podemos ir a comer ramen.

─ Espera un momento, Naruto.

De un solo movimiento sacó su espada que a duras penas Boruto logro detener, ante la mirada fastidiada de su padre.

─ Morirás si mi hija sufre por tu culpa, ¿entendiste, Boruto?

El chico entrecerró los ojos y apartó la amenazante espada con la que estaba siendo atacado y con mucha cautela se hincó ante su maestro. Lo que en cierta forma fue gracioso.

─ No debería de hacer eso ─ comentó Sasuke.

─ Es necesario, Sensei ─ aclaró Boruto con la cabeza gacha, pero la levantó para mirarlo a los ojos ─ Prometo ante mi padre y ante mi Sensei que cuidaré de Sarada y no permitiré que nadie la dañe, incluyéndome, si es que ella me acepta.

Ahora fue el turno de exhalar hondamente, al momento de guardar su espada.

─ Creo que aquí hemos terminado, vayamos por un poco de ramen, será como la pre celebración.

Boruto y Naruto sonrieron y este pensó que los años habían hecho un poco sentimental a su amigo, pero no lo diría, no quería morir, deseaba ser abuelo y considerando los hecho era muy posible que así fuera.

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Regresando al punto inicial

─ Entonces pasa de nuevo la noche conmigo, puede que así lo supere o confirmes que no puedes vivir sin ti.

Esa declaración congeló a la Uchiha, sin saber qué decir ahora pero respondió lo primero que le vino a la cabeza.

─ Eso suena muy vulgar ─ comentó sin dejarle de dar la espalda.

Boruto sonrío ─ Sí, es verdad, aun así... ¿Te gustaría? Te he extrañado mucho.

─ ¿Qué? ─ Volteando a verlo con suma rapidez.

Cuando lo tuvo frente a ella miró sus ojos y en ellos había sinceridad, dejándola sin habla de nuevo.

─ ¿Y bien? ─ Exigiendo una repuesta al momento que reducía el espacio entre ellos.

─ Yo...yo... ─ Titubeo nerviosa ─ Y si te digo que sí, ¿qué pasaría?

Boruto la estrujo más a su cuerpo para hablarle al oído ─ Esta vez no te dejaría escapar.

Su voz tan cerca del oído fue el detonante para que todas las terminales nerviosas de su cuerpo se alborotarán, consumiéndola en un mar de ansiedad y darse cuenta que ella también lo había extrañado.

Pero todas las defensas de ella se colapsaron cuando sintió como un cálido beso rozaba su oreja y su corazón tomó el control de la situación.

─ Sí, quiero pasar la noche contigo.

Boruto sonrió y estrecho un poco más a Sarada, para luego buscar sus labios y reclamarlos como suyos, explotando la necesidad que se había acumulado en los días que se habían separado.

Era tan complicado separarse de ella, que la recostó en el pasto sin importar que estuvieran expuestos a mirada de los curiosos.

─ No quiero parar ─ confesó la Uchiha.

─ No lo haremos, si lo haces moriré ─ replicó Boruto al besar su cuello y bajar un poco más; y sin esperar un segundo más la tomó como si su vida se fuera en ello.

Sus sentidos revolotearon, buscando su satisfacción de todas las formas posibles, enterrarse en ella hasta que la saciedad que rayaba en lo irracional.

En tanto Sarada no se pudo contenerse, dejándose hacer tanto o más como ella se deleitaba al tener a Boruto encima, quien la complacía con la dedicación que le daba a su cuerpo, incluso rozando su alma y corazón.

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Kawaki miraba la aldea desde uno de los puntos más altos de la aldea.

─ ¿Qué haces aquí? ─ Preguntó Naruto ─ Pensé que tenías una cita.

El joven shinobi sonrió de lado ─ Sí, pero decidí dejársela a alguien más, ¿crees que se reconcilien?

El Hokage tomó asiento a su lado ─ Eso espero, realmente ese para ha estado insoportable ─ sonriendo alegremente.

─ Sé de qué hablas ─ compartiendo una sonrisa de complicidad.

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Boruto acariciaba el lindo y suave cabello de Sarada, deleitándose con su mirada.

─ Esto es una locura ─ susurró la chica.

─ Ya lo creo, pero una locura muy dulce, ¿no lo crees?

La tonada de su risa era tan tranquilizadora que Boruto pensó en que sería bueno escucharla siempre.

─ ¿En qué piensas? ─ Preguntó Sarada al ver su semblante serio.

─ En que no quiero separarme de ti, creo que nunca te superaré.

La Uchiha acarició su mejilla ─ Es curioso, pero no tuve que esperar hasta el anochecer para confirmar que no puedo vivir sin ti. Te quiero, no te apartes de mí.

La declaración de la chica lo dejó extasiado, feliz ─ Descuida, no lo haré, eres adictiva y muy...

─ Bésame... ─ ordenó, atrayendo sus labios como la primer vez.

Fin de Bésame... / 050819

Aquí termina esta historia la cual fue corta, lo admito, pero esa era la idea.

Espero les haya agradado.

Además, debo de reconocer que me divertí escribiéndola, y seguramente escriba una más adelante, aunque me encantaría una historia donde los protagonistas sean Obito y Rin, en fin...

Gracias por regalarme un poco de su tiempo.

No estamos leyendo.

Saludos!!