Bésame...

Besame... / Capítulo 4

De regresó a Konoha, después de la misión.

Sarada caminaba a paso lento a lado de sus dos compañeros cabizbaja.

─ ¿Cómo te sientes Sarada? ─ Preguntó Kawaki

─ Bien, estoy bien, gracias a ti y a Mitsuki.

Kawaki la evaluó con la mirada sabiendo que eran verdad sus palabras, aunque definitivamente eso no explicaba su estado de ánimo.

─ ¿Y mentalmente, cómo estás?

La pregunta fue incompresible para Sarada.

─ Disculpa, no entendí bien tu pregunta.

─ ¿Cómo estás de ánimo? ─ Se adelantó Mitsuki ─ Estás triste y es por Boruto, ¿verdad?

Sarada solo abrió los ojos y simuló enojo ─ ¿Qué? Claro que no, él no tiene nada que ver en esto ─ Pasándolos de largo.

Mitsuki y Kawaki cruzaron una mirada significativa, el enojo y sus palabras eran mentiras.

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Campos de entrenamiento de Konoha, dos días después

Boruto corría y lanzaba los kunai con alta precisión, lo que se esperaba de un Shinobi con rango Jounin.

─ ¿Así que estas son tus vacaciones? ─ Preguntó Kawaki.

─ Sí, algo así ─ sonriendo orgullosamente ─ ¿Qué haces por aquí?

─ Buscándote.

El Shinobi entrecerró los ojos ─ No iré con mi padre, ya se los he dicho ─ cruzándose de brazos.

─ ¿Tu padre? No, no he venido por eso, quiero que me des un consejo.

─ ¿Consejo? ¿Qué clase se consejo?

─ Es sobre Sarada, me he enamorado de ella.

La sola mención de la chica Uchiha, dejó paralizado a Boruto y más de una forma.

─ ¿Por qué te quedas callado? Dame un consejo de cómo conquistarla.

─ Yo no lo sé ─ dijo con enfado ─ Sarada es rara, impredecible, testaruda, molesta berrinchuda...

─ Y muy linda ─ observó Kawaki ─ Dime algo, ¿te sigue gustando, Boruto?

─ ¿Eh? ¿Quién dice que me gusta?

─ Ya veo, pero bueno, sabiendo que no te gusta, haré el mejor intento, por conquistarla, hasta luego.

Desapareciendo de repente.

─ Kawaki, no te atrevas, ella es mía ─ murmuró molestó aprentando sus puños.

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Mientras tanto en Konoha...

Naruto llegó cansado a su casa, la carga de trabajo se había incrementado y ahora tenía que liderar con los problemas amorosos de su hijo, que por cierto no había visto en varios días.

─ Ya estoy en casa, Hinata, Hima.

Su esposa lo miró y supo de inmediato que algo estaba mal ─ ¿Qué sucede?

Naruto suspiró ─ Nada, estoy cansado ─ cerrando los ojos ─ ¿Has sabido algo Boruto? Aún no se ha presentado ante mí.

Hinata negó con la cabeza.

─ Lo sabía, ese muchacho está buscando problemas y no solo conmigo.

Su esposa lo cuestionó con la mirada ─ Te pondré al día de la situación, pero ya llegó Sakura le pedí que viniera a casa para la cena, creo que ella le concierne esto también.

─ Hola ─ saludó la pelirrosa con su familiaridad acostumbrada ─ ¿Qué sucede? Es Sarada, ¿verdad?

Naruto asintió.

─ Ya lo sabía, está algo rara desde hace días y supongo que Boruto también está implicado.

─ Sí, así es.

Sakura entrecerró sus ojos ─ Bien, es momento de hablar, ¿qué saben ustedes? Yo solo sé que mi hija anda cabizbaja desde aquella reunión que tuvieron para celebrar en el departamento de tu hijo.

─ Sí, concuerdo, Boruto estuvo muy raro al día siguiente.

Después de eso se hizo el silencio, pero a los pocos segundos, las ideas en sus respectivas mentes habían brotado, llegando la misma conclusión, la cual no era agradable para nadie, sin embargo solo quedaba una pregunta en el aire: ¿Cómo los ayudarían?

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La Uchiha se inquietaba, Kawaki la había citado pero ya estaba retrasado.

─ Sarada ─ pronunció su nombre como saludo.

─ Hasta que llegas, Kawaki ─ reclamó enojada ─ ¿Qué quieres?

Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios del Shinobi ─ "Quiero ayudarte" ─ pensó, sin embargo sus palabras fueron otras ─ Tú me gustas mucho y deseo siempre estar a tu lado, ¿quieres ser mi novia?

Sarada lo escuchó y se sorprendió.

─ Kawaki, yo...

El joven Shinobi puso un dedo en sus labios ─ Shhh, no digas nada, no aún, mañana te espero en el lago que está en el distrito Uchiha para que me respondas, adiós.

Boruto estaba escondido oyendo todo lo que había pasado y reprimiendo su enojo ─ "Ese desgraciado, se atrevió, se atrevió a declarársele a Sarada" ─ apretando sus puño ─ "No lo permitiré, esas ridículas palabras, yo le gusto no tú, Kawaki y te lo demostraré, ya que ella fue mía y sigue siendo mía"

Estaba dispuesto a todo por no perderla, y con esa idea en la mente, salió de su escondite para hablar con la hija de su maestro.

─ Por fin te he encontrado, Boruto.

─ ¿Papá?

─ En estos momentos soy el Hokage, acompáñame, tenemos mucho de qué hablar, no estoy seguro, pero algo pasó entre Sarada y tú, ¿verdad?

─ ¿Qué? ─ Gritó ─ Eso... eso no de tu incumbencia.

Naruto lo miró y soltó una carcajada ─ Como tu padre, te daré una pequeña ayuda para conquistar a Sarada, anda, no te resistas, tu mamá está preocupada por ti, y Hima también.

Así, sin mayor resistencia Boruto siguió a su padre, él tenía razón tenían mucho de qué hablar.

─ Te invitaría un poco de ramen, sin embargo, nuestra conversación necesita privacidad.

Aquellas palabras fueron tan reveladoras que de alguna manera supo que su padre ya sabía lo que había pasado entre Sarada y él.

Fin del capítulo 4 / 030819

Espero les haya agradado, gracias por regalarme un poco de su tiempo.

No estamos leyendo.

Saludos!!