♥4

2.1K 245 47
                                    

Salve! No suelo escribir notas ni avisos por esta área (ojito: suelo hacerlos por los comentarios), pero por peticiones pasadas, he agregado un poquititito de smut 👌🏼✨. Mayormente prefiero que ciertos contenidos sean sorpresas jejej, pero por si hay lectores que no les gusta este tipo de contenido, pueden pasarlo hasta que encuentre los primeros tres (✻) que uso para dividir algunas escenas; no habrá ningún problema con ello y lo que continua les dará una idea básica de que paso antes.

Advierto que es bastante largo el capítulo. Léanlo sin prisa, para mayor satisfacción 🙏🏼. 

Y por las nuevas políticas de contenido de Wattpad, les informó que la rayis tiene más de 22 años, es algo que anteriormente he colocado de manera sutil en caps anteriores, pero creo que tendré que ser algo más directa y arreglarlo un poco. El contenido no tendrá ninguna diferencia a como recuerden, :V. ¡Disfruten! 





Las promesas no siempre se cumplen

El notable frío de la noche anunciaba el final del verano y la débil luz de la luna se colaba por los cristales de la ventana, permitiendo una escasa visión de la pequeña habitación donde Hange rara vez dormía. Toda aura salvaje que portabas, se había desvanecido tan pronto cerraste la puerta al entrar.

Mientras te acomodabas junto a Hange, el pulso de tu corazón se aceleraba en sintonía con el suyo, por cada caricia de sus dedos en tu cabello. Simplemente te transmitía una tranquilidad inigualable, como si el mundo entero desapareciera fuera de esa habitación. En ese momento, se dieron cuenta de lo mucho que anhelaban la cercanía de la otra y que el deseo era más fuerte que la consciencia.

—Por si acaso —dijo Hange en voz baja y anhelante, al ponerle cerrojo a la puerta.

Pero no volvió a moverse ni siquiera respiró, como si su cuerpo esperara a ver qué harías después. Necesitaba una aprobación de tu parte para continuar y conocer hasta dónde serían capaces de llegar.

En silencio colocaste una mano en cada hombro para inclinarla hacia ti, más abajo. Fue una invitación, una afirmativa que Hange no tardo en corresponder cuando apartó tus (cortos/largos) cabellos del cuello pegajoso por el sudor, teniendo más accesibilidad para rozar su boca sobre él y poder saborearte. Su húmeda y caliente lengua te dejó un pequeño camino de saliva, cual al secarse dejaba una suave sensación de frescor. Exhalaste todo el aire que tenían tus pulmones y el gemido que ahogaste por temor hacer escuchado más allá de las paredes frías de la alcoba, fue una señal que tomó Hange para que después hicieras lo contrario. Quería escuchar tu voz clara y perfecta, por lo menos una nota alta.

—No seas mala —ronroneó sobre tu oreja—. Necesito escucharte mejor. Por favor, (Nombre).

Sus dedos hicieron presión sobre tu espalda, tratando de acercarte mucho más a ella. Hange necesitaba sentir el caliente de tu cuerpo; sabía que abrazarte y rozar su nariz por las hebras (claras/oscuras) de tu cabello no era suficiente. Y por la forma en la que inhaló y exhaló sobre ellas, te lo dejó claro.

—¿Qué quieres que te diga? —preguntaste delicadamente, hasta casi inocente.

Pero Hange no te respondió en el momento—: Paciencia —decía más para sí. A pesar de que empezaba a perder la cordura por cada beso que depositaba en tu cara y labios.

Entonces, se alejó de ti y buscó una vela para encender y luego, dejar sobre la mesa de trabajo. Cuando se hizo la luz, apareció de nuevo esa sonrisa oscura con un toque de ferocidad. Una coqueta y misteriosa risa salió de sus labios y sin pensarlo más, se fue desabotonando la camisa. Uno por uno. Pero al tercer botón la paraste.

A ғrαcтιoи || Hange Zoë x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora