Mientras agonizo lentamente en este lugar, pienso detenidamente que he desperdiciado mi vida en cosas tan banales; como ridiculizar a Belma por su vestido, preocuparme que el resto me vea como una mujer exitosa y perfecta, ahora, que estoy apunto de morir en este frío lugar, pienso que todo aquello no son mas que porquerías. De que me sirve tener todo mi dinero, si este no puede salvarme en este momento.
Apoyo mi cuerpo en el pilar de cemento, con la espalda curvada por el dolor con mis manos presionando mi abdomen y la sangre saliendo entre mis dedos, empiezo a sentirme frustrada ¿por qué nadie viene? ¿por qué nadie se preocupa por mi? ¿Austin dónde estás? Papá ¿por qué no te preocupa que no haya regresado aun? ¿por qué nadie se preocupa por mí?
Cada vez me resulta mas difícil sostenerme en pie, me cuesta respirar y siento que mis piernas y cuerpo sedaran en cualquier momento; trato de mantener mis ojos abiertos, pero, estos se empeñan en cerrarse, mi campo de visión es casi nulo. Todo me da vuelta y siento un escalofrío horripilante por todo mi cuerpo como si el lugar fuera una congeladora gigante.
—Te amo—escuché a duras penas decir, aunque no estaba segura de donde proveía aquella voz femenina, eso me incentivó para pedir ayuda; traté de hablar, pero, mis labios a penas se movían y un hilo de voz sale de ellos. Finalmente mis piernas seden y mi mundo da vueltas y vueltas.
Aturdida por el golpe, me obligo hacer un ultimo intento, levantando mi mano y luego estirándola para golpear con la palma el piso, trato de arrastrarme. Mi cuerpo no se mueve por más fuerza que hiciera con mis brazos, todo parece estar tornarse oscuro.
—¡Hija, resiste! —escucho como si me hablaran debajo de la tierra, como si mis oídos estuvieran tapados
—¡Señor, déjenos hacer nuestro trabajo!
Entre abro mis ojos, mi visión es borrosa y apenas logro discernir la situación, siento que soy tocada y movida en varias direcciones, aunque realmente pareciera que no fuera yo, es como si... me estuviera viendo desde afuera, no logro sentir nada.
—Hija... por favor resiste, todo estará bien
—¿Papá? —mi voz se escucha áspera y sin vida. Al momento que tragué saliva aquel dolor insoportable vuelve; quema , es como si tuviera los miles de infiernos en mi vientre, retorciéndome de dolor me quejo, la mano de mi padre tomando la mía en la ambulancia me conforta.
*(dos días después)
—Esta despertando—escuché murmurar
—¿Tess, me escuchas?
—Hija, mi querida hija—la voz de mi padre hace que de a poco me incorpore, observo a mi alrededor, Belma, Austin y mi padre, me miran con enormes sonrisas. —Tranquila no te esfuerces demasiado. Dice mi padre con los ojos llorosos y unas enormes ojeras
—¿Qué fue lo que pasó?— pregunté. Siento mi boca seca y la piel de mis labios tensa a punto de quebrajarse
—Amor mío, no te preocupes todo está bajo control—escuché, ese era Austin, desvió mi mirada hacía él. ¡Gracias al cielo!
—El ladrón que te hirió tuvo un accidente, el karma si existe—suelta Belma.
Todos miran a Belma como si hubiera dicho algo malo. Estoy segura que no querían decirme que paso, por lo menos hasta salir del hospital, gracias a Belma ahora sé que al menos Dios castigó a ese infeliz, espero que esté sufriendo tanto como yo. Alguien toca a la puerta, mi padre se para de la cama para ver quién es, sin embargo la puerta se abre sin previo aviso y un hombre entra al cuarto.
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Broken
Teen FictionUna exitosa empresaria del rubro de ventas de autos, se ve envuelta en un peligroso asalto que cambió su vida para siempre. Teresa celebraba su cumpleaños número 26 cuando uno de los ladrones la empujó accidentalmente mientras escapaban. Ella pudo v...