One Shots Multifandom

Juan Pablo Villamil (Maratón 3/3)

Pareja: Juanpa x Fátima

Advertencia: Nope

Título: Others get lose

Canción: Otras se pierden

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Narra Fátima

Una sola cosa me había dejado en claro mi amigo Juan Pablo Villamil Cortés: El amor es un juego sin reglas, así que unas se ganan, y otras se pierden. 

Si soy sincera cuando empecé a salir con Villa, que para ese entonces, ya me empezaba  a gustar, sin embargo, aún no superaba a Anthony , acababa de perder una relación de años y años. Pero bueno, lo peor son los primeros cinco días, hay esperanza pero luego se va, llega el sexto y te armas de valentía, y te prometes no volverlo a buscar. Para ese entonces le has devuelto su ropa, y le has rogado a ese trago, que no te obligue a llamarlo, y aunque tal vez quemé todas las cosas que escribí a su lado, nada me ayudaba a olvidarle Lo que no sabía, es que me hacían tantas noches en vela, de esas que al doler solo me hacían más fuerte, y más fuerte aún sabiendo que Villa estaba ahí para mí en todo momento, me reconfortó el saber que él estaba allí para mí en todo momento.

El amor es un juego sin reglas, unas se ganan, y otras..simplemente se pierden. N se aprende a amar ni se olvida por suerte, por que si el amor es como la guerra, unas se ganan, y otras se fracasan rotundamente.

Pasaron seis meses, que parecieron seis vidas, y aunque hubo mil y un fechas que quise olvidar y usar para otras cosas, tendría que ser experta en anatomía para apuntarle a un corazón que no está. Y ahí fue cuando me di cuenta que para olvidar no hay atajos, y su nombre quizá quiebre tu voz y quiebre todo, pero el tiempo hace el trabajo de juntar los pedazos si se rompe el amor. 

Después de un año me di cuenta de que seguía con vida, pues nadie ha muerto al intentar olvidar, y aunque su amor dejó una llama prendida, estaba a un beso de poderla apagar, y ese beso, era por parte de mi actual esposo, Juan Pablo Villamil Cortés.

Dejé de pensar en mi fallida relación amorosa que, años después me llevó a esto, y acerqué mi mano a la mejilla de Juan, quien estaba dormido, acaricié con demasiado cuidado su mejilla, cuidando no despertarlo, pero mi intento fue imposible, ya que abrió sus ojos, esos ojos tan hermosos que no sabía exactamente qué color eran. 

—Hola, mi amor—Saludó frotando su ojo con una de sus manos

—Buenos días, amor—Respondí con una sonrisa

—¿Amanecieron bien?—Dijo tomando mi pequeña panza de apenas tres meses.

—Contigo, siempre— Teníamos la rara costumbre, de ser demasiado cursis

—Qué bien, mi pequeña Faty—Me abrazó y después me beso.

Al momento de separarnos, nadie dijo nada, por que solo con mirarnos, sabíamos que ambos nos amábamos, no eran necesarias las palabras, tan solo aquel abrazo en el que estábamos envueltos, y aquel beso, ese tipo de besos significaban todo para nosotros, significaba el amor que nos teníamos, y era tanto, que no solo bastaba para tres personas, si no para cuatro. Así es, estábamos esperando gemelos, éramos y somos los más felices.

—¿En qué tanto piensas, princesa?—Preguntó Juan

—En nuestra historia de amor, y en como el idiota de Anthony me traicionó, pero logró hacer que te amara con todo mi ser—Le dije y después lo besé.

Años y años transcurrieron, y nos fuimos a la tumba juntos, si es que hay vida después de la muerte, estoy 100% segura, de que lo seguiré amando en esa vida.

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Maratón finalizado, por fin. Son las cinco de la mañana, y se supone que me levantaré a las ocho, y todavía, tengo que hacer una tarea, así que no duden que las quiero, y ahora sí:

FÁTIMA FUERA